DISCOSEl primero, por orden de acceso aldisco, es Cario Bergonzi, de lejos el másperfecto en lo puramente canoro decuantos han registrado la obra. Respetuosoal máximo con lo escrito, servidordel más mínimo matiz dinámico y expresivo,hace gala de ese legato y habilidadreguladora, de ese fraseo cincelado y magistralque es su patrimonio. Escucharun Ah! si, ben mío tan exquisitamentedelineado, con reproducciónfiel de los trinos previstos yhabftualmente pisoteados, y una Piraen la que, por ejemplo, las semicorcheasestán claramente emitidasuna a una, en una acertada y exigidacombinación de ligado y ligadopicado,es todo un regalo. Ciertoes que la voz, oscura / extensa, noposee un metal destacado y quelos sobreagudos no nos ponen lapiel de gallina, pero no menos ciertoque el cantante, dotado de unatécnica de primera, trabaja muy hábilmentesu pasaje de registro y cubremuy bien el sonido en la zonasuperior. Un Manrico romántico,sensible, estilizado, más perfectopero menos vibrante -como despuésde todo es lógico- en estudioque en teatro. Franco Corelli esquizá el negativo, No porque nocante y no lo haga -casi siempreestupendamente,aunque en generalcon su acostumbrado abuso delportamento di sonó y de excesivoscalderones, sino por su enormepoderlo vocal, por su refulgenteagudo, por su ancho y baritonalcentro, por su insultante mordiente,facultades que sabe combinarde vez en cuando con pianos decalidad, incluso filados, y con acentos delirismo de buena ley. Impresionante la Piro(en si las en vivo, en do la de estudiode 1964), con un segundo agudo kilométrico,y fenomenal su intervención en elsegundo cuadro del segundo acto y laexclamación Ha quest'infome. Más que aDel Monaco, Corelli se encuentra próximoal mejor Lauri-Volpi o a Merli.¿Y después? Poca cosa. El que más seprodigó durante un tiempo, y con ciertoéxito, fue Plácido Domingo, cuando suvoz era joven, la emisión -siempre contendencia al engolamiento en centro ygrave y a la nasalidad en el agudo- mantenfasu ortodoxia y el artista su sinceridady su caior natural. Era un Manrico cálido,comunicativo, lírico, aunque cortopor arriba, poco desahogado, falto desquilb. Estas virtudes, que le hacían defendersebien en sus primeras grabaciones,casi no existen -con lo que los defectosy limitaciones pesan mas- en suregistro con Giulini, que nos lo muestrafatigado y vecino ai grito. Peores aún elartificial y lleno de supere he rías FrancoBonisolli, que se defiende bien en la zonaalta, y José Carreras, en la desgraciadaversión de Colin Davis, en la que aparececorto de casi todo en una parte vocalJussi BjOriingque nunca ha debido cantar. Porque nose trata sólo de que su voz sea de carácterlírico, que lo es, sino de estilo, deacento justo, de línea, de color, de metal.Ahí tenemos si no el caso de Luciano Pavarotti,que, por libertad de emisión, declaridad, de fulgor, de brillo da una visiónmuy plausible y apasionada de un joven yencendido trovador y canta muy canónicamenteen la grabación de Bonynge.Claro que donde estuviera el GiovanniMartinelli de los años veinte y treinta,..Por no mencionar a los más antiguos LéonceEscaláis, Leo Slezak. Enrico Caruso...AzucenaOtro gran problema en tiempos enque un personaje como éste lo cantanuna Fassbaender -fuera de sitio-, unaVerret -soprano falcon-, una Zajick -deestuche pequeño-, cuando lo que se pidees un instrumento de mezzosopranode tintes dramáticos; y lo demás soncuentos. Hay que remontarse a los tiemposde Irene Minghini-Cataneo, de zonagrave algo escuálida, pero de impresionanteautoridad, o a los de Bruna Castagna,gran histriona aunque de linea e instrumentodiscutibles, o a los de la demoledoraKerstin Thorborg, de estiloaproximado, para dar con gitanas de auténticorelieve. Lo tuvo sin duda duranteaños, sin ser rotundamente adecuada,Giulietta Simionato (mejor, con estilo discutible,en Rossini o Donizetti). que dejóconstancia de su gran dase en distintasgrabaciones (de 1950 a 1964), en las quecasi nunca recurre a los feos excesos alos que otra son tan proclives y que deformanno poco la pureza de ese Verdide segunda época. Excesos que sí cuttivabaFedora Barbieri, aficionada a notas depecho exageradamente apoyadas y a sollozarespasmódica y truculentamente, sibien no se le podían negar ni caudalsonoro ni eficacia teatral. De suescuela es, por ejemplo, Bianca Berini,y vecina, aunque desde otroángulo, lo es Elena Obraztsova, demedios indudables, aún en aceptableforma en 1977, pero no del todocentrada en una figura tan complejay calidoscópica como la deesta sufriente y, en el fondo, buenamujer. La más relevante, de finalesde los sesenta para acá, ha sido FiorenzaCossotto, casi una sopranocorta en sus comienzos que ha sabidoevolucionar muy naturalmente,aunque cargando la mano en lasnotas de pecho, valiéndose de unespléndido y sonoro timbre, ricoen armónicos, untuoso y de sedosaemisión, y de una franja arta fácil yhomogénea (que le ha permitidoacceder al do sobreagudo). Su raccortroha hecho época y ha sabidovestir al personaje de una musicalidadmuy italiana no reñida con laefectividad escénica Curiosamente,pues parece caer fuera de su habitualradio de acción, Marilyn Homeofrece una excelentemente cantadagitana, respetando las acotacionesnormalmente marginadas y ofreciendo,por ejemplo, un Stride lavampa insólito, bien que, como atodo lo largo de su intervención,con abuso de gola en las notas graves. Eneste telegráfico repaso de Azucenas habríaque recordar también la discretaprestación de una Irene Dalí5 de voz untanto apagada, el irregular trabajo deCloe Elmo y la aparición de la gran EbeStignani, ya fuera de tempo Y de forma,en 1953.Conde de LunaNada fácil tampoco toparse con vocesque aunen arte de canto, calidad baritonaly talento dramático para sarvar con adertolas complicaciones de este personaje,de frecuente escritura en el paso (que, sino se tiene una buena técnica de apoyo,puede hacer que, por ejemplo, el usariose quede afónico tras las (rases tirantes delprimer terceto: £/ p/ü wvere non puó..., Chea morir lo condannó!). Puede decirse queninguno de los que han grabado el papeltienen al completo las cualidades exigidasy que casi todos patinan en el difícil // balendel suo somso. Sólo Matteo Manuguerra,nada recomendable por otros conceptos,hace la fermata final marcada porel compositor Enrico Molinari, un barítonodoro, y Apollo Granforte, más dramáti-60 SCHERZO
DISCOSco, son de los que mejor se defienden;poseen empaque, timbre, sofera, buenadicción y cierta elegancia. Leonard Warrenbrinda buen arte con un instrumentoalgo mate y gutural, pero es poco variadoy lucha, como siempre, con su mala pronunciaciónitaliana; en este sentido resultamejor el menos conocido Frank Valentino,también norteamericano, de entidad vocalinferior. Cario Tagliabue. de voz nunca bellani timbrada, está pasado de época ensus dos grabaciones, pero era artista detemple y eficaz, lo mismo que el más impulsivoPaoto Sitveri. Ambos superiores aUgo Savarese. de instrumento poco atractivo.Vocalmente, pero no estilísticamente,el más grande de los cincuenta y principiosde los sesenta, fue Ettore Bastinianni,el más grande de los cincuenta y principiosde los sesenta, fue Ettore Bastianini,compacto y poderoso pero monolítico yalgo rudo. Un Conde de Luna pavoroso ynada aristocrático, poco tierno, escasamentedo/ce ante sus sueños de ganar elamor de Leonora. No hay en su canto labelleza y grado de estilización deseados.Claro que tampoco las hay en el soso ycontundente, de timbre tan grato, RobertMerrill, ni en el opaco y muscular MarioSereni, ni en el verista Piero Cappuccilli; ymenos en el gutural y desaforado PeterBinder. Mejor, dentro de lo que cabe, RolandoPanerai, desigual pero colorista ydotado de prestancia, Sherrill Milnes, queintenta cosas, e Ingvar Wixetl, quizá en excesolírico y aiejado de este repertorio,pero de linea plausible. Irrelevante YuriMazourok. Más acertado, aunque aquejadode un trémolo excesivo, Giorgio Zancanaro.que recuerda algo a Bastianini, perosin los medios de éste y con mejor arte.Es el que se salva de la grabación deGiulini de 1984. Todos están lejos de loque en su día pudieron ofrecer un RiccardoStracciari, un Giuseppe de Lucca o unPasquale Amato, y de lo que, aun conmejor estilo, imponían Mattia Battistini oMario Ancona, de los que no nos quedanmás que cortos fragmentos (y que hacíantambién, para qué engañamos, lo quequerían con la partitura).BatutaE! Trovador requiere en todo caso unmaestro conocedor de ese estilo fronterizo,suma de ia herencia anterior a 1850y del sentido del drama en su plenitudfragorosa; capaz para establecer los contrastes,los claroscuros, pero también paradestacar el detalle, para pintar las mediastintas y dar relieve a las voces orquestaleshabrtualmente ocultas. Verdi noes sólo brochazo grueso, rítmica fuerte,negro y blanco. Tiene pastel, óleo y acuarelay una ópera como ésta -que puedetender a lo vulgar- exige una puesta enmúsica más compleja de lo que se cree.Realmente se pueden contar con los dedosde una mano los directores que hanplasmado en disco un trabajo que recojatodos estos presupuestos en grado suficiente.De entre tos más grandes, el Karajande 1956, que hace una verdadera ydiscutida creación -insólita hasta la fecha-,que se tuvo por poco verdiana ensu tiempo. Bastante variado métricamente,el salzburgués se muestra fantasioso yfantasmagórico, nocturnal, pero férreo,mientras que en el vivo de 1962 parecedar más cancha y libertad a las voces,que se adueñan del conjunto (no en vanocomponen uno de los mejores y máshomogéneos equipos de toda la discografía).Orquestalmente más rica, suaproximación de 1977 es mucho menoselocuente y falla en lo vocal. Zubin Mehtabrinda una visión irregular de tempi,muy dramática, equilibrada entre voces(que constituyen, incluyendo al excelenteFerrando de Bonaldo Giaotti, uno de losmás destacados repartos) y foso, de sonoridadessuntuosas, brillante y teatral.Cario Maria Giulini no acierta, en cambio,en una morosa recreación, a dar con elclima de excitación verdiana, que acabaademás por quedar sepultado en la mediocridade insuficiencia de los cantantes¿Qué lejos su Don Cario de 1971!). ^nlinDavis está incluso por debajo, en una lineaextrafía al romanticismo directo dela obra, con una compañía de canto quetampoco le ayuda {y a la que él no ayuda,seamos justos). Riccardo Muti, delque se espera una grabación en estudio,ofrece una pálida visión en la que ya niCossotto está a su artura.De los segundos división, merecen destacarse,primero, la sempiterna eficacia ysolvencia de Cario Sabajno, el oficio deAntonio Votto. la sabiduría teatral, con todoen su sitio, pero sin especiales relieves,de Tullio Serafin (sobre todo en la versiónen vivo de 1951), y la desigual pero interesantepintura de Gianandrea Gavazzeni.Tenemos luego la aseada frialdad de RenatoCellini, el sabor artesanal, más bienalicaído, de Femando Previtali, la practicidadnada inspirada de Fausto Cleva, el brilloun tanto superficial de Th ornas Schippersy la gris corrección de Bruno Bartoletti,al lado de la blanda artificiosidad deRichard Bonynge y el desmadre de AntónGuadagno (en un registro lleno de ruidos,de falsas entradas y con un final del máspuro estilo verista en el que participa tambiénCaballé). En bastantes casos -el últimoes buen ejemplo- el coro está pordebajo de los mínimos,ResumenLas preferencias han de situarse sobrelas dirigidas por Sabajno (pese a la flojaLeonora). Molajoli (por Merli), las dos deSerafín (la primera por Cailas, la segundapor el conjunto, Bergonzi en primer lugar,a despecho de la también débil Leonora),la de Cellini (por el conjunto vocal), la segundade Previtali (por Gencer), las dosprimeras de Karajan (por Callas y la direcciónen un caso y por el conjunto enotro), las dos de Qeva -la segunda no haaparecido hasta hace pocos meses en elmercado-- (en ambos supuestos por d reparto),la de Gavazzeni (por el conjunto),la de Schippers (por Corelli a tono), la deMehta (por el todo), la de Guadagno (únicamentepor el aria del cuarto acto deCaballé y algunas bellas cosas de Domingo)y la de Bonynge (por el timbre de Pavarotti,las cosas de interés de Home, elporte de Wixell y porque recoge la óperaabsolutamente Integra, con el ballet compuestopara París induido).Arturo ReverterDiscografía seleccionadaLo que sigue es una selección de las versioneshasta ahora grabadas Qean Cabourg, en sudiscografta para Fayard, recoge 39, algunas masque las t|ue relaciona Rodolfo Celletti para Rizzol¡).Muchas de ellas figuran ahora en CD. Despuésde la fecha de la primera incisión se sitúa elapellido del director, la orquesta, los cantantes(Leonora, Man neo, Azucena, Conde), el sello yla consignación entre paréntesis de si están hechasen vrvo (V) o en estudio (E).1930. Molajoli. Scali Scacciati. Merii. Zinetti,Mdinan. EMI/Rodolphe (E).1930. Sabajno. Scala. Carena. PerOle, Mlnghirn-Cataneo,Granforte. EMVr-Juova Era (E).1941. Calusio. Metropolitan. Greco. Bjoerling,Castagna. Valentino. UORC/Robm Hoodw1943. Sodero. Metropolitan. Román, Carron,Thortrorg, Valentino. EJS (V),1950. Píceo. Bellas Artes de México. Callas,Baum, Simionato. Warren. HRB/BjR (V).1951. Previtali. RAÍ Roma. Mancini, Lauri-Volpí, Pírazaní, Tagliabue. Cetra (E).1951. Serafin. San Cario de Ñapóles. Callas.Lauri-Vblpi. Elmo. Sih/en. Cetra (V).1952. Cellini. RCA. Milanov. B(oerling, Barbien1 , Warren. RCA ¡E),1953. Votto. Scala. Callas. Penno. Stignani,Tagliabue. Myto M.1956. Erede. Gran Teatro de Ginebra. Tebaldi,del Monaco. Simionato, Savarese. Decca(E).1956. Karajan Scala Callas, Di Stefano, Barbieri,Panerat. EMI (E).1957. Previtali. RAÍ Roma. Gencer. del Monaco.Barbien. Bjstianini. Foyer (V).1959. Basile. Opera Roma. Price. Tucker,Elias, Warren. RCA (E).1960. Cleva. Metropolrtan. Stella, Bergonzi,Simionato. Bastianini. GOP (V).1961. Cleva. Matropolitan. Price. Corelli. Dalis.Sereni. Myto (V).1962. Serafin. Scala. Stella, Bergonn, Cossotto.Bastanini. DG |E).1962. Karajan. Filarmónica Viena. Pnce, Corelli.Simionato. Bastianini. MdodranVMovimientoMusíale (V).1962. Gavazieni. Scala. Stella, Corrili. Cossotto,Bastianini. LR M.1964. Schippers. Opera Roma. Tucci, Corelli,Simionato, Memll. EMI (E).1969. Mehta. New Philharmonia. Price. Domingo,Cossotto, Milnes. RCA (E).1970. Guadagno Academy of Philadelphie.Caballé, Domingo, Berini. Binder. MRF (V).1975. Bonynge. Filarmónica Londres. Sutherland,Pavarotti, Home, Wiiell. Decca (E).1975. Bartoletti. Opera Berlín. Kabaivanska,Bonisolli, Cortez Zancanaro. Ariola (V),1977. Karajan. filarmónica Beriln. Price, Bonisolli.Obraztsova, Cappuccilli. EMI (E)1978. Muti. Comunale Florencia. Cruz Romo,Cossutta, Cossotto. Manuguerra, HRE (V).1981. Davis. Covent Garden. Ricciarelti, Carreras,Toczyska, Mazurok. Philips (E).1994. Giulini. Santa Cecilia Roma. Plowright,Domingo. Fassbaender, Zancanaro. DG (E).SCHERZO 61