mucho gorda.-¡Oh!, ése ser muy fino, valer 500 dó<strong>la</strong>res.-¡Oh, no, plis! Nosotros sólo tener cien.-Lo siente, no pue<strong>de</strong>, este pig, valer 500, no menos.El americano los vio marchar y movió <strong>la</strong> cabeza con una sonrisa <strong>de</strong>compasión y <strong>de</strong> simpatía. El Foringo avanzaba <strong>de</strong> regreso, mientras lossoñadores unían su silencio con expresiones <strong>de</strong> profunda <strong>de</strong>silusión.-Sabe compa, que eso <strong>de</strong> nacer pobre es muy mal negocio.-Pos sí, pero pa <strong>la</strong> otra ya sabemos.-¿Sabe qué, compadre?-¿Se le ocurre algo?-¡Vamos robándonos ese cochi! Ya sabe lo que es él que se raje.-¡Cállese!, nos echan al tambo, ¿y luego?-No, mire, óigame bien, acuér<strong>de</strong>se que <strong>la</strong> granja queda cerca <strong><strong>de</strong>l</strong> camino.Volvemos, <strong>de</strong>jamos <strong>la</strong> charchina un poco lejos y le llegamos al chancho, nofaltaba más. Pa luego le damos panes empapados en tequi<strong>la</strong> al marrano yquién te pegó mijita. Ya dormidito lo cargamos hasta el Foringo. ¿Quiubo?-¿Y cómo lo pasamos?, ¿eh? sin permiso ni nada, ¿arriba <strong>de</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>taforma?¿A <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> los ce<strong>la</strong>dores?-No compa, en medio <strong>de</strong> nosotros.-¿Está loco, compadre, o se me está volviendo?Los compadres y socios, Cheto y Lolo, se volvieron a Nogales, Arizona, ymientras caía el sol se <strong>de</strong>dicaron a recorrer tiendas. Parecían chamacostraviesos en vísperas <strong>de</strong> Halloween. Lolo se compró una peluca con peinadoa <strong>la</strong> C<strong>la</strong>rk Gable con raya en un <strong>la</strong>do y unos bigotes enormes. Se los puso yluego le tocó <strong>la</strong> espalda a Cheto, volteó éste, vio a su compa y tanto secarcajeó que hasta le salieron lágrimas. <strong>De</strong> allí fueron a una tienda quevendía ropa usada. Cheto se compró un traje negro <strong>de</strong> una tal<strong>la</strong> grandísimay una corbata <strong>de</strong> moño. Tuvo <strong>la</strong> humorada <strong>de</strong> probárselos y esta vez fue Loloel que se sacudió <strong>de</strong> risa hasta dob<strong>la</strong>rse.-¿Cuánta <strong>la</strong>na nos queda todavía, compa?-¡Uh! pos apenas unos 40 do<strong>la</strong>ritos.-Bueno, pos ya tenemos el pan, el tequi<strong>la</strong>, <strong>la</strong> navaja rasuradora. Ya estátodo listo. ¿No se me ha rajado, compa?-Por mí, ya le estamos dimos dando.Oscurecía cuando Cheto y Lolo estacionaron su carcacha a un <strong>la</strong>do <strong><strong>de</strong>l</strong>highway. Se bajaron y fueron con mucho sigilo a don<strong>de</strong> el marrano. Todo losfavorecía, los granjeros y sus familias ya se habían refugiado en sushogares a salvo <strong><strong>de</strong>l</strong> frío que empezaba a ca<strong>la</strong>r. Cenaban unos, otros veíantelevisión, chil<strong>la</strong>ban los niños, gritaban <strong>la</strong>s mamás, en fin, todo estuvo<strong>de</strong> parte <strong>de</strong> ellos.-Qué buena casa tiene este marrano, compa.-Pos sí es fino, compadre, cochi rico, qué quiere.-Toma otro panecito, lindo, cuchi, cuchi, cuchi.-Híjole le gustó <strong>la</strong> sopa.-Ya éste dobló <strong>la</strong>s patas, volteó los ojos y torció el rabo.-Ni siquiera es domingo y ya se puso cuete.Sudaban <strong>la</strong> gota gorda los compadres para transportar al cochino, unoasiéndolo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s patas <strong>de</strong> atrás y el otro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>de</strong><strong>la</strong>nteras. Así y todo seallegaron hasta el foringo y con mucha perseverancia lo subieron a <strong>la</strong>
caja, seguido montaron ellos y <strong>de</strong> allí fueron hasta un bosquecillo <strong>de</strong>mezquites. Ni cortos ni perezosos, se dieron a <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong> arreg<strong>la</strong>r elchancho. Por lo pronto le rasuraron muy bien <strong>la</strong> cara, hasta <strong>de</strong>járse<strong>la</strong>lisita, lisita.-Se mira hasta más chulo que usté, compadre.-Ora sí fregó, compáreme con el cochi, pues.-No <strong>la</strong> vamos a pegar, compa, con los ce<strong>la</strong>dores.-¿Por qué, oiga?-Pos este amigo se ve muy b<strong>la</strong>nco, van a creer que es gringo.-Pos entonces hay que quemar papeles y tiznarle un poco <strong>la</strong> cara. Acuér<strong>de</strong>seque al pasar <strong>la</strong> aduana mexicana, el pe<strong>la</strong>do éste va a ser su tío.-¿Que no habíamos quedado en que va a ser su 'apá?-No <strong>la</strong> amuele, compa, no sea gacho, su tío, al cabo que <strong>de</strong> mentiritas¿no?; ultimadamente que también sea mi 'apá.A medianoche, los compadres Cheto y Lolo cruzaron <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> Nogales,Arizona. Las calles <strong>de</strong> por sí rebozantes <strong>de</strong> autos tenían ahora escasotráfico. Lo mismo <strong>la</strong>s banquetas, <strong>de</strong> día tupidas <strong>de</strong> compradores inquietos,atisbones, regateadores, lucían abandonadas al paso <strong>de</strong> los criacochis.Cruzaron <strong>la</strong> línea ya <strong>de</strong> regreso a su pueblo e hicieron alto frente a <strong>la</strong>aduana, en territorio mexicano. Como es <strong>de</strong> rutina, se les acercaron dosoficiales, <strong>de</strong> los que se encargan <strong>de</strong> revisar <strong>la</strong>s compras hechas en EE. UU.Un ce<strong>la</strong>dor se puso a examinar <strong>la</strong> caja <strong><strong>de</strong>l</strong> camión y el otro se llegó hastaCheto, que era el conductor.-¿Qué traen?-Nada, señor, nada más dimos <strong>la</strong> vuelta.-Anduvimos curioseando, agregó Lolo, y pa' qué más que <strong>la</strong> verdad, nosechamos unas he<strong>la</strong>das.-Y el viejo ése que va en medio, ¿qué tiene que ronca tanto?-¡Ah! ¿Mi tío Mariano? se nos puso bien loco, tragó licor hasta que sebotó.-Está gordo el amigo, ¡uh! Qué elegante, <strong>de</strong> traje negro y corbata <strong>de</strong> moño.-Así es mi tío Mariano, siempre le ha gustado <strong>la</strong> buena ropa.-¿<strong>De</strong> dón<strong>de</strong> son uste<strong>de</strong>s?-<strong>De</strong> pa rumbo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Bicoca, señor.-El viejo se me hace medio raro, <strong>de</strong>spiértalo.-¡Tío Mariano!, ¡Tío Mariano!, ¡<strong>de</strong>spierte Tío Mariano! Está bien dormido,señor ce<strong>la</strong>dor. -¡Apá! ¡Apá! ¡Papacito! ¡El señor quiere hab<strong>la</strong>r contigo'apá!-Ronca muy feo, váyanse pues, porque si no voy a soñar a su tío Mariano, yDios me libre.Ni tardos ni perezosos salieron los compadres en zumba. Hasta el Foringorodaba alegre y sonaba como nuevo.El ce<strong>la</strong>dor quedó rascándose <strong>la</strong> cabeza con una mueca <strong>de</strong> extrañeza.-Oyes, Cirilo... ¿Qué pasó, qué te pica?-Qué cuete se puso el viejo bigotón ése, y qué refeo es por <strong>vida</strong> <strong>de</strong> Dios.<strong>De</strong> tan borracho que estaba hasta se puso más trompudo.-¿A cuál <strong>de</strong> ellos, oyes?-El car'ecochi que iba en medio. No sólo parecía cochi el <strong>de</strong>sgraciado,también roncaba como cochi.-¿Sabes qué? aunque yo estaba un poco apartado, como que me dio peste a
- Page 3: siempre tensa. De allí brota la ch
- Page 7 and 8: -Okey, mi bailar amigous, si querer
- Page 9 and 10: dinero. Equiparemos un pozo para re
- Page 11 and 12: ligero crispar de llamas y por últ
- Page 13 and 14: del Cid, atragantado del mezcal mal
- Page 15 and 16: esaltara sus pechos y el pubis prin
- Page 17 and 18: saliste, hecha una reina, abuelita!
- Page 19 and 20: se le ocurrió quemar viejecillos p
- Page 21: Aztlán ¡la semilla que dejaron pl
- Page 25 and 26: pensando con las tripas, buscando t
- Page 27 and 28: pesar de ser tan ñengo y canijo. C
- Page 29 and 30: simulaba una enorme sandía. De seg
- Page 31 and 32: De cuando Dios visitó a unos labri
- Page 33 and 34: carcajadas. Hasta me tumbó el somb
- Page 36 and 37: que colocó a un lado sobre el cés
- Page 38 and 39: por su parte, les había hecho acla
- Page 40 and 41: -¡Ah! con que es él; ya era hora
- Page 42 and 43: ¡Ay cómo lloran por él!Si quiere
- Page 44 and 45: como para reponer las cuotas atrasa
- Page 46 and 47: Ya amainó; se fueron las nubes de
- Page 48 and 49: agazo. Lo hacen para contentar al c
- Page 50 and 51: sonreía. ¡Qué puntadas las de su
- Page 52 and 53: «¡Mijita del alma aquí está tu
- Page 54 and 55: -Sí, y también mamá, hermanos y
- Page 56 and 57: comprar comida, una tela bonita par
- Page 58 and 59: comunidad hispana nos veían con en
- Page 60 and 61: una humanidad irredenta en continua
- Page 62 and 63: tangible con la que se diera la sí