«¡Mijita <strong><strong>de</strong>l</strong> alma aquí está tu muñeca!».Ya da Juanrobado el primer paso en tierra <strong>de</strong> México. La emoción le perfora<strong>la</strong>s sienes a fuetazos. Llega a su turno hasta un ce<strong>la</strong>dor. El tal visteuniforme <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> c<strong>la</strong>ro con botones dorados, gorra militar a <strong>la</strong>alemana y botas resonantes. Sus gestos son enérgicos, autoritaria <strong>la</strong> voz,y sus <strong>de</strong>terminaciones tan sólidas como marrazos.-A ver, tú, ¿qué traes?-Una muñeca para mi niña, señor.-No pasa, es contrabando. Te digo que no pasa.-Pero ... señor. Es que ... es que. Por favorcito, señor, mi niña estáenfermita.-Círcu<strong>la</strong>te, pues. La ley es <strong>la</strong> ley. Ya te dije que no pasa. Pícale. ¿Quéesperas? Estos son testarudos con ganas. Qué saben <strong>de</strong> <strong>la</strong> constitución,ignorantes.Por esas calles <strong>de</strong> Dios repletas <strong>de</strong> humanidad, se fue yendo Juanrobado,lento el paso, hasta que se diluyó su figura allá en el mismo azul en quese ocultan <strong>la</strong>s esperanzas.El bolerito bilingüeAllá por los cuarenta, a <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 16 años, ya ca<strong>la</strong>ba yo <strong>la</strong> esenciahumana en los rostros ajenos y no se me escapó <strong>la</strong> honda <strong>de</strong>sdicha queembargaba al bolerito.Entre <strong>la</strong> parvada <strong>de</strong> lustrabotas que invadían <strong>la</strong> West Congress, aquí enTucsón, más o menos a <strong>la</strong> altura <strong><strong>de</strong>l</strong> cine P<strong>la</strong>za y <strong>la</strong> serie <strong>de</strong> cantinascontiguas a cuyas banquetas concurrían los precoces obreritos, podíadistinguirse a Carlitos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos, quizá porque era el más pequeño.En <strong>la</strong> memoria es fácil relegar al pretérito. Ahora mismo lo veo: es unchamaquito <strong>de</strong> algunos 7 años. Es <strong>de</strong> cuerpo esmirriado, prieto, <strong>de</strong> ojospequeños y el pelo alborotado a modo <strong>de</strong> cepillo. No, esos pantalones ya nodan para más, resentidos por el tiempo y el mucho uso. A leguas se ve quenecesitas una chamarra, Carlitos. En casa <strong>de</strong> herrero cuchara <strong>de</strong> palo:calza zapatos viejos y <strong>de</strong>steñidos. Carlitos es hab<strong>la</strong>ntín, muycomunicativo. La risa, sonora como un piano, se le refleja en los ojos.Ríe como lo haría un pájaro. Ve nomás, ¡caray!, se le achican los ojoshasta <strong>de</strong>jar dos rayas so<strong>la</strong>mente. Sin embargo, no lo veo feliz:-Shine, mister? ¿Le boleo sus zapatos señor? ¿Sí? ¡Án<strong><strong>de</strong>l</strong>e! Por un nicle selos limpio, por un dime se los <strong>de</strong>jo pintaditos como nuevos, nomás unratito, án<strong><strong>de</strong>l</strong>e... Shine, mister? I'll leave your shoes shiny like amirror. Say yes, OK? ¿Le boleo sus zapatos, señor?, ¡ah!, pos, si esusted.-Quiubo, Carlitos, cómo te trata <strong>la</strong> <strong>vida</strong>, pues.-Apenas he ganado 90 centavos. Me iré hasta que junte tres dó<strong>la</strong>res... aquíestá bien, nomás ponga el pie sobre el cajón. Ahora echo pintura en estatapa<strong>de</strong>ra.-Los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s sue<strong>la</strong>s píntalos con betún negro.-Si todos me pagaran con peseta como usted, pos, me iba temprano. Ya meduelen <strong>la</strong>s patas <strong>de</strong> tanto caminar.
-Oyes, oyes, los calcetines no me pintes. Y se dice pies, no patas, que yosepa no eres gato ni gallo.-¡Ay!, perdóneme, se me fue <strong>la</strong> mano.-Qué haces con lo que ganas, Carlitos, te lo <strong>de</strong>jas caer por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> <strong>la</strong>snarices <strong>de</strong> puros dulces, o lo vas juntando para cuando vayas a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>.-Tengo cuatro hermanitos. Ponga el pie bien fuerte, porque ahí le voy conel trapo.-Tu papá, Carlitos, ¿en qué trabaja?, o no tiene empleo.-A veces me voy <strong><strong>de</strong>l</strong> otro <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle Stone y me meto a <strong>la</strong>s tiendas.¡Listo!, ora suba el otro pie.-Cuando tu papá tenga un trabajo bien pagado no tendrás que cargar esecajón en <strong>la</strong> espalda. Porque si le sigues, te va a salir chica joroba yentonces te va a dar más trabajo conseguir novia.-<strong>De</strong> <strong>la</strong>s tiendas casi siempre me corren, pero a veces me va bien. Tambiénentro a <strong>la</strong>s cantinas. Un día, un señor que estaba borracho me pagó 50centavos, nomás por una trapeada.-¿Y no te corrió el cantinero?-¡No me vio! Estaba yo hincado, así como ahorita y, pos, él <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> <strong>la</strong>barra. También viejas entran a emborracharse en <strong>la</strong>s cantinas. A una lelimpié los zapatos por un veinte, ¡hijole!, traía minifalda y, pos, se lemiraban <strong>la</strong>s piernas.- Bueno, Carlos, ¿piensas pasarte <strong>la</strong> <strong>vida</strong> midiendo calles y limpiándole<strong>la</strong>s chanc<strong>la</strong>s a cuanto <strong>de</strong>sgraciado se le antoje? O qué no se te ocurre otracosa menos... como te dijera, menos tristona, pues. A ver, p<strong>la</strong>tícame, ¿quéte gustaría ser cuando seas gran<strong>de</strong>?-Pos, algo muy suave, como trabajar en un banco o en una tienda, concorbata, usté sabe, para ganar mucho dinero y comprar una casa muy bonita,pa mi áma y mis hermanitos.-Me los <strong>de</strong>jaste como nuevos, ¡mira nomás! Cómo te arrastra para dar bo<strong>la</strong>,Carlitos. ¿No te <strong>la</strong>stimas <strong>de</strong> estar tanto tiempo hincado, a pinte y pinte ytrapee y trapee?-Ya estoy impuesto. ¿Usted en qué trabaja, oiga?-Trabajo con albañiles, <strong>de</strong> peón, acarreándoles <strong>la</strong>drillos y cemento, todoel santo día.-¿Es muy duro eso?-Muy, muy duro Carlitos, y muy triste. Ahí te matan y te tratan peor que aun perro. Allí como quien dice te alqui<strong>la</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong> pescuezo para abajo; <strong>la</strong>cabeza te sirve nomás para traer el sombrero encasquetado. No te respetan.Lo que es para los contratistas y <strong>la</strong> bo<strong>la</strong> <strong>de</strong> formans <strong>la</strong>mbiscones ahí no esuno más que un burro <strong>de</strong> carga: un burro, no vayas más lejos, ya has <strong>de</strong>saber tú que un burro viene a ser en realidad un caballo analfabeto. Perosabes qué, yo también quisiera ser algo suave, como dices tú. Comotrabajar en un banco. Fíjate que no. Por favor, guárdame el secreto, no selo p<strong>la</strong>tiques a nadie, ¡por <strong>vida</strong> <strong>de</strong> tu santa madre que te parió! A mí,Carlitos, me gustaría ser escritor.-¿<strong>De</strong> esos que escriben libros?-Ya ves, hasta tú te ríes <strong>de</strong> mí. Por soñar no se paga, un sueño bonito escomo una mano que te acaricia <strong>la</strong> frente con mucha ternura.-¿Usted sí tiene papá?
- Page 3: siempre tensa. De allí brota la ch
- Page 7 and 8: -Okey, mi bailar amigous, si querer
- Page 9 and 10: dinero. Equiparemos un pozo para re
- Page 11 and 12: ligero crispar de llamas y por últ
- Page 13 and 14: del Cid, atragantado del mezcal mal
- Page 15 and 16: esaltara sus pechos y el pubis prin
- Page 17 and 18: saliste, hecha una reina, abuelita!
- Page 19 and 20: se le ocurrió quemar viejecillos p
- Page 21 and 22: Aztlán ¡la semilla que dejaron pl
- Page 23 and 24: caja, seguido montaron ellos y de a
- Page 25 and 26: pensando con las tripas, buscando t
- Page 27 and 28: pesar de ser tan ñengo y canijo. C
- Page 29 and 30: simulaba una enorme sandía. De seg
- Page 31 and 32: De cuando Dios visitó a unos labri
- Page 33 and 34: carcajadas. Hasta me tumbó el somb
- Page 36 and 37: que colocó a un lado sobre el cés
- Page 38 and 39: por su parte, les había hecho acla
- Page 40 and 41: -¡Ah! con que es él; ya era hora
- Page 42 and 43: ¡Ay cómo lloran por él!Si quiere
- Page 44 and 45: como para reponer las cuotas atrasa
- Page 46 and 47: Ya amainó; se fueron las nubes de
- Page 48 and 49: agazo. Lo hacen para contentar al c
- Page 50 and 51: sonreía. ¡Qué puntadas las de su
- Page 54 and 55: -Sí, y también mamá, hermanos y
- Page 56 and 57: comprar comida, una tela bonita par
- Page 58 and 59: comunidad hispana nos veían con en
- Page 60 and 61: una humanidad irredenta en continua
- Page 62 and 63: tangible con la que se diera la sí