-¡Ah! con que es él; ya era hora que diera algo, tiene tanto, tanto,tanto. Qué bueno que es generoso Huachusey. Dios le dé más.<strong>De</strong> cada cosa que le l<strong>la</strong>maba <strong>la</strong> atención, preguntaba Timoteo por el dueño,y todos le contestaban igual: Huachusey.Las <strong>la</strong>rgas caminatas iban haciendo más y más f<strong>la</strong>co al burro <strong>de</strong> Timoteo. Sise le hubiera caído el cuero, habría quedado en los puros huesos. Un día,Timoteo le dijo a su burro: «Vámonos, mi f<strong>la</strong>cucho, a nuestro pueblo LasÁnimas, ya tenemos mucho que p<strong>la</strong>ticar».Al cruzar por un pueblo muy gran<strong>de</strong> que se l<strong>la</strong>ma Chicago, Timoteo notó unrevuelo <strong>de</strong> mucha gente. Se acercó y vio a mujeres y a hombres llorando muyafligidos. En <strong>la</strong> calle yacían muertos a ba<strong>la</strong>zos muchachos y muchachas quesangraban. Timoteo le preguntó a un policía que parecía estatua <strong>de</strong>concreto, que si quién los había matado.-What'd you say? -dijo el guardián.-Qué raro -pensó Timoteo- tan rico este hombre y anda <strong>de</strong> matón. Si no loviera no lo creería. A unos les da y a otros los mata. Huachusey...Por tanto trajín y <strong>de</strong>svelos, Timoteo se tornó preocupado y sombrío.Huachusey se le había convertido en un dilema, que por más y más quemeditaba no podía compren<strong>de</strong>r. «Qué raro hombre es este Huachusey: rico,generoso y a veces cruel...».<strong>De</strong>spués <strong>de</strong> muchos días <strong>de</strong> caminar, pasaba Timoteo por un pueblo l<strong>la</strong>madoSan Antonio, rumbo a Las Ánimas. A su burro ya no le quedaba cuero y se lehabía acabado <strong>la</strong> carne. Timoteo volvía montado en un esqueleto. Fue allíen San Antonio, don<strong>de</strong> Timoteo se topó con un funeral don<strong>de</strong> marchaban enprocesión gentes <strong>de</strong> todos lugares y <strong>de</strong> todos los tiempos. Oía cánticos yrezos y el l<strong>la</strong>nto apagado que <strong>la</strong>s pisadas le arrancan a <strong>la</strong> tierra, camino<strong><strong>de</strong>l</strong> cementerio.Timoteo vio que iba hacia él una mujer alta y <strong>de</strong>scarnada que pisaba másarriba <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra y se cubría con velo <strong>de</strong> te<strong>la</strong>raña.-¿Sabes quién murió?- le preguntó a <strong>la</strong> mujer, y antes <strong>de</strong> que el<strong>la</strong> hab<strong>la</strong>ra,Timoteo agregó- es él, Huachusey. <strong>De</strong>spertó sonriendo y haciendo p<strong>la</strong>nes. Lehabían llevado un gran <strong>de</strong>sayuno a <strong>la</strong> cama. Quiso <strong>de</strong>cir algo y se le quedóentre los dientes una pa<strong>la</strong>bra conge<strong>la</strong>da. Ya Huachusey, duerme, duerme, tumañana será ayer.Timoteo abrió los brazos en cruz y rezó, los ojos llenos <strong>de</strong> lágrimas.Luego enfiló rumbo a su pueblo, sin darse cuenta que recién se lo habíanborrado <strong><strong>de</strong>l</strong> mapa.Han pasado muchos años y todavía se recuerda esta historia a través <strong>de</strong> lospueblos <strong>de</strong> Aztlán. Hay quienes <strong>la</strong> cuentan en versos que oyeron <strong>de</strong> susabuelos:Cruzando bosques y pueblospor allá va un mexicanotrota que trota en su burro f<strong>la</strong>cose ríe <strong>de</strong> los <strong>de</strong>siertosy no le importa el invierno.¿Y <strong>de</strong> quién es ese hotel?
Amigo, es <strong>de</strong> Huachusey¿<strong>De</strong> quién los caminos pavimentados?Pos son <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo pe<strong>la</strong>o el mentado Huachusey¡Ah, qué rico <strong>de</strong>be ser!Es dueño <strong>de</strong> Disney<strong>la</strong>nd.Oiga, el puente ese <strong>de</strong> quién es,Pos diga a cuál puente pues.El que cruza aquel chamaco¿Ud. dice el Gol<strong>de</strong>n Gate?Pos <strong>de</strong> quién <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> sersino <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo gabachoal que nombran Huachusey.¿Y <strong>de</strong> quién son estos camposque cruzan estos caminos?Son <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo dueño, amigo¡Ay, qué rico es ese gringo!Por allá va el mexicanocruzando por Nueva York.Que no se me raje el burroquiero ver a ese señor.Todos los barcos son <strong>de</strong> ély también los aerop<strong>la</strong>nostiene tiendas y cantinasy muchos miles <strong>de</strong> carros.¡Ah, qué hombre ese Huachuseytan rico y tan afamado!Ya me voy para mi tierratengo hambre y estoy cansadoya me duelen mis tripitas.¡Ay qué rico americano!Paloma <strong>de</strong> <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>s negraspos qué es aquello que veo.Están enterrando a un hombreallá en aquel cementerio.
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