Código Procesal Penal de la República del ... - Poder Judicial

EXPOSICIÓN DE MOTIVOSEn la vieja concepción del sistema inquisitivo el defensordebía más lealtad a los tribunales que al imputado porquese entendía que un sospechoso, eventualmente un culpable,no podía ser defendido sin que existiera una especie de«complicidad». Es cierto que nadie sostendría hoy unaafirmación de ese estilo, pero también es cierto que en muchasde las prácticas de los tribunales se deja traslucir queesa concepción no ha sido abandonada por completo. Noexistirá una verdadera vigencia del principio de inviolabilidadde la defensa si no se comprende con toda claridad,esta misión del defensor, ligada indisolublemente a los interesesdel imputado.103. La autodefensa está permitida en este proyecto,siempre que no perjudique su eficacia, pues el derecho a ladefensa está reconocido como un derecho subjetivo; y elinterés del Estado no puede modificar la voluntad del imputadodesconociendo este derecho. Sin embargo, se reconoceun cierto poder de vigilancia sobre la eficacia de esadefensa, ya que la indefensión no sólo afecta intereses particularesirrenunciables, sino una de las condiciones de legitimidaddel proceso y, por ende, de la intervención delEstado.104. El defensor representa al imputado en todos los actosdel procedimiento y los tribunales pueden entendersedirectamente con él, salvo cuando se trate de actos personales.Esto vale tanto para el defensor de confianza comopara el defensor público, ya que no existen diferencias entreuno y otro. Se ha liberado el nombramiento de defensorde toda formalidad, en especial para su actuación en lasprimeras fases del proceso. Es fundamental que la jurisprudenciacomprenda la importancia de no cargar el nombramientode defensor con formalidades que nunca hanservido de garantía, pero sí de obstáculo para el ejerciciode la defensa. No se ha limitado el número de defensoresque el imputado puede nombrar, pero sí los que pueden actuarsimultáneamente, por razones de orden del proceso.LXII