Excodra XXX: La danza

chiquilla. Y que ese olor quedará por encima del olor de la pólvora y de
la sangre.
«Un disparo suena a un ritmo espiritual. Todo el mundo sangra con el
blues del Bosón de Higgs».
Esa es mi misión. Matar a ese cabrón al que no sé por qué motivo
quieren matar. Lo imagino en su mansión. En el jardín de su gran mansión
tumbado sobre una hamaca de madera de sequoia. Lo imagino con
una camisa muy cool, con unos pantalones de bermudas supercool, con
sus mocasines blancos megacool de piel de Koala apoyados sobre el mullido
césped de hierba de bahía cortado a navaja. Lo imagino fumando
un gran Habano y bebiendo un gin­tonic de Nolet's dry gin, con hielo de
la empresa Gläce Luxury Ice Co., extraído virgen de un glaciar y tallado
a mano cubito a cubito, servido en una gran copa que parece un puto
florero. Quizá su Oráculo no haya favorecido a mis pagadores con sus
juicios y por eso quieran matarlo. A mí me da exactamente igual. Yo
soy un simple ejecutor que no hace preguntas y al que no le importan
las razones.
Sólo sé que tengo que matar a ese tipo, cuyos valores no son más
que aquellos que se cuentan por fajos de papel moneda. Esa es toda su
espiritualidad. Todo es vacío. Quizá en eso nos parezcamos. No como
Cindy, que es mejor que nosotros. Ella es una bailarina que cree en
Dios y que está segura de que tras esta vida alcanzará un mundo mejor.
Cada uno tiene su misión en este valle de lágrimas y cada uno espera
su recompensa final. Ella espera esa recompensa espiritual, al igual que
sé que yo me encuentro en un momento de colapso espiritual, por lo
que ahora sólo espero una recompensa terrenal. Muy terrenal.
Y esa es la actual misión de Cindy. Consiste únicamente en bailar y
llevarme al éxtasis con sus labios y con su lengua. Y apunto estoy de subir
el último peldaño que lleva hasta la cima de la Gloria cuando vuelvo
a cerrar los ojos y reaparece la impresión de sentir mi cuerpo en llamas.
«¿Puedes sentir el latido de mi corazón? ¿Puedes sentir el latido de mi
corazón?».
Siento claramente la tensión elástica de mis músculos y de mis labios,
que me avanzan que estoy muy próximo a alcanzar el orgasmo. A
Excodra XXX 20 La danza