Un Final Perfecto - John Katzenbach

Recommendations

Info

emergencias es un Lobo. Karen se detuvo. Había algo que no le gustaba, pero no sabía decir exactamente qué. —No —repuso con cuidado—. Retrocede un poco y después avanza muy despacio. Volvió a ver a la familia. El marido llevaba un traje azul. Le quedaba un poco estrecho y se movía con rigidez al acercarse a la mesa y al libro de firmas. Llevaba una corbata que parecía que lo iba a estrangular y tenía un aspecto que hablaba de pérdida. La esposa, de la edad de Sarah, guapa, pero con el pelo un poco despeinado y un maquillaje que parecía que se lo había aplicado a toda prisa, llevaba un bonito vestido floreado y un abrigo y del hombro le colgaba una bolsa de bebé que indudablemente contenía biberones, pañales y sonajeros. Le costaba sujetar en brazos al bebé, que no paraba de moverse, y a la vez agarrar de la muñeca al otro niño para que no saliese corriendo. Era la típica coreografía madre-hijo tan habitual, una de las tantas obligaciones, de las tantas responsabilidades en la situación limitada en que se encontraban: un momento de adultos nada apropiado para niños pequeños. —Esto no está bien —dijo Karen. Sarah negó con la cabeza. —No, lo conozco. Quiero decir que es un hombre dedicado a su trabajo. Salva vidas. No es un asesino. —Eso no se puede saber con certeza —añadió Jordan con frustración—. El Lobo puede ser cualquiera. Eso no era lo que preocupaba a Karen sobre la imagen, pero había algo que no estaba bien. No podía estar segura de qué era, pero se inclinó hacia delante, para mirar fijamente y con atención. —Avanza lentamente —indicó. Jordan movió el ratón del ordenador. La suegra apareció en la pantalla, pero su imagen, al inclinarse sobre el libro, estaba parcialmente oculta por la esposa, el marido y los niños. —Esto no está bien —repitió Karen. —¿Qué? —preguntó Sarah. —La madre lo está pasando mal con los niños. ¿Por qué no le da uno a su madre cuando firma en el libro? Pero no lo hace. Quiero decir, ¿no es para eso para lo que les ha acompañado la suegra? ¿Para ay udarlos? Y está claro que la chica necesita… Karen se calló. Todas se inclinaron hacia delante. —No le veo bien la cara —dijo Sarah—. ¡Maldita sea, mira hacia aquí! — casi gritó a la figura que aparecía en la pantalla del ordenador. —¿Llegaste a conocer a la suegra? —preguntó de repente Karen.
—No. —Entonces no podemos estar seguras de que… Calló. Se volvió, como si el hecho de mover el cuerpo hiciese que la imagen de la mujer se viese con may or claridad. Jordan adelantó la imagen tan solo un poco y acercó su rostro a la pantalla del ordenador. —¿Sabes quién es? —preguntó Karen bruscamente. —No —contestó Sarah. Karen respiró hondo. Dio un grito ahogado al reconocerla de repente. —Yo sí —añadió. Hubo un silencio en la habitación. Pensó: « ¿<strong>Un</strong>a mujer que asiste a un funeral y no conoce al difunto?» Las tres pelirrojas oían la calefacción que silbaba en las tuberías ocultas en el techo sobre ellas. —Yo también —dijo Jordan en voz baja. En ese instante, toda su bravuconería de adolescente se había esfumado y palideció.
Page 2 and 3:
Libro proporcionado por el equipo L
Page 4 and 5:
John Katzenbach Un final perfecto (
Page 6 and 7:
que las señales de humo, las palom
Page 8 and 9:
que no solo retomaba el juego que h
Page 10 and 11:
optimismo, entonces planificar un a
Page 12 and 13:
« Y así, empieza» , pensó para
Page 14 and 15:
un centro geriátrico que ha visto
Page 16 and 17:
que la estarían esperando con entu
Page 18 and 19:
eciclaje de papel y abrió la carta
Page 20 and 21:
A veces se preguntaba por qué su v
Page 22 and 23:
quería era pasar lo más desaperci
Page 24 and 25:
del almuerzo y empezó a pelarla, p
Page 26 and 27:
—¿De qué emergencia se trata, s
Page 28 and 29:
para cualquier humorista, por retor
Page 30 and 31:
varios jugadores después del campe
Page 32 and 33:
modos. Le pareció que era una coba
Page 34 and 35:
autor de la carta se estaba burland
Page 36 and 37:
Aquello le fascinaba. Le gustaba pe
Page 38 and 39:
con dedicación.
Page 40 and 41:
arquitectura del juego, el hecho de
Page 42 and 43:
en las gradas se produce una oleada
Page 44 and 45:
claro de invierno largo. Se había
Page 46 and 47:
condujo rápidamente calle abajo. N
Page 48 and 49:
Le tendió a Karen una carpeta con
Page 50 and 51:
Los dos gatos, que a menudo desdeñ
Page 52 and 53:
la primera vez.» No se lo creía.
Page 54 and 55:
papeles sueltos. Iba a la caza de a
Page 56 and 57:
Volvió a mirar lentamente a su alr
Page 58 and 59:
procede de la expectación que va e
Page 60 and 61:
8 La señora de Lobo Feroz recogió
Page 62 and 63:
lentamente, sin dejar de observar s
Page 64 and 65:
9 Sarah Locksley estaba inquieta en
Page 66 and 67:
adelantado a él. ¿Qué coño har
Page 68 and 69:
este año para tu futuro. Te espera
Page 70 and 71:
escuela. Puedo concertar la cita si
Page 72 and 73:
la oportunidad en ese mismo instant
Page 74 and 75:
yermo, con las ramas desnudas con u
Page 76 and 77:
—Pero la policía… —Nada —l
Page 78 and 79:
Nadie a la vista. Nadie caminaba ar
Page 80 and 81:
12 Jordan tuvo que hacer un gran es
Page 82 and 83:
Por primera vez cay ó en la cuenta
Page 84 and 85:
13 El Lobo Feroz se vistió con esm
Page 86 and 87:
allá había un tramo de escaleras
Page 88 and 89:
ápidamente la comida ligera, se re
Page 90 and 91:
14 Después del anochecer, con el a
Page 92 and 93:
mirar el reloj cuando las campanas
Page 94 and 95:
de luz tenue que procedían de unas
Page 96 and 97:
—Tienes razón —reconoció lent
Page 98 and 99:
15 Desde la cuestionable seguridad
Page 100 and 101:
aire y dio bocanadas como un nadado
Page 102 and 103:
Pero se percató de que aquellas re
Page 104 and 105:
16 « Los asesinatos constan de tre
Page 106 and 107:
acometer sus muertes. Hay que expli
Page 108 and 109:
aquel tipo de comedias cinematográ
Page 110 and 111:
« Ponle nombre —se repitió—.
Page 112 and 113:
entrada, aunque ninguna de las tres
Page 114 and 115:
quién nos acosa, podemos llevar el
Page 116 and 117:
aprecie ninguna diferencia. —No l
Page 118 and 119:
un revólver cargado y colocaste el
Page 120 and 121:
estado haciendo. O sea que debiste
Page 122 and 123:
agachó hasta que le dolió la espa
Page 124 and 125:
sombras parecían caer desde los ro
Page 126 and 127:
19 El director de escena hacía se
Page 128 and 129:
compartimentos, como si su cerebro
Page 130 and 131:
deformes, ensangrentadas, despedaza
Page 132 and 133:
20 Al comienzo Sarah buscó entre l
Page 134 and 135:
extraña seguridad. Había tres com
Page 136 and 137:
de envidia ante el buen tipo de la
Page 138 and 139:
Esta palabra dejó confundidas a la
Page 140 and 141:
para sus adentros—. Yo ya estoy m
Page 142 and 143:
21 La señora de Lobo Feroz contemp
Page 144 and 145:
aprovechar su deseo, pues se mezcla
Page 146 and 147:
La mano le tembló al devolver el f
Page 148 and 149:
Lanzó un grito ahogado. Una descar
Page 150 and 151:
contacto con personas de personalid
Page 152 and 153:
simpático?» Tampoco tenía la res
Page 154 and 155:
Pelirroja Uno devolvió con lentitu
Page 156 and 157:
había fingido que dormía. Había
Page 158 and 159:
Alcanzó su bolso y sacó un trozo
Page 160 and 161:
24 Por extraño que parezca, Pelirr
Page 162 and 163:
—¿Señorita Jordan, qué pasa? [
Page 164 and 165:
—No. Pero gracias. La profesora p
Page 166 and 167:
uscando alguna señal reveladora qu
Page 168 and 169:
De nuevo silencio. —Me refiero a
Page 170 and 171:
dar un paso atrás, pero Sarah la d
Page 172 and 173:
hambre, pero ese día la ansiedad l
Page 174 and 175:
Cornwell o Linda Fairstain. Les uni
Page 176 and 177:
« Pobrecilla —pensó—. Seguro
Page 178 and 179:
Los vecinos formaron patrullas de v
Page 180 and 181:
27 Pelirroja Uno sujetaba en las ma
Page 182 and 183:
de la noche. El exterior del sobre
Page 184 and 185:
entrado en el primer equipo. Conoc
Page 186 and 187:
28 La señora de Lobo Feroz estaba
Page 188 and 189:
indignado e iracundo. La ecuanimida
Page 190 and 191:
Movía la cabeza arriba y abajo en
Page 192 and 193:
inconmensurable. En un momento hab
Page 194 and 195:
había sabido que sucedería y en m
Page 196 and 197:
29 El policía que le tomó declara
Page 198 and 199:
El policía vio que el entrenador m
Page 200 and 201:
de un resfriado común. El tipo es
Page 202 and 203:
enfermedad. Pero era lo que había
Page 204 and 205:
de las aguas del río en que había
Page 206 and 207: cuando sacaban a los submarinistas
Page 208 and 209: clara impresión de que el entrenad
Page 210 and 211: Le entregó un papel. —A las seis
Page 212 and 213: —Tal vez si me diese una receta d
Page 214 and 215: órdenes contradictorias, todas fue
Page 216 and 217: progreso, pero que el grito desespe
Page 218 and 219: —¿Qué tal ha ido? —Guay. Muy
Page 220 and 221: 32 Durante los días siguientes, el
Page 222 and 223: Cuando llegó al coche, se desplom
Page 224 and 225: lugar, tampoco disfrutaba mirando e
Page 226 and 227: interior escribió: « Feliz cumple
Page 228 and 229: —No. La verdad es que no. La dire
Page 230 and 231: Las instrucciones de Sarah eran exp
Page 232 and 233: armario o arrastrarse hasta un rinc
Page 234 and 235: —Su documentación, por favor —
Page 236 and 237: El policía miró a un lado y a otr
Page 238 and 239: imaginarios antes de bajarla al esc
Page 240 and 241: encontrar el párrafo que buscaba.
Page 242 and 243: En lugar de hacer esto, se dirigió
Page 244 and 245: objeto de bloquear el ruido de las
Page 246 and 247: « No hay que hablar mal de los mue
Page 248 and 249: 36 « Lo gracioso —pensó— es q
Page 250 and 251: impermeables. Después de cambiarse
Page 252 and 253: vampiros y no los lobos. Pelirroja
Page 254 and 255: —Triangula —dijo Karen con suav
Page 258 and 259: 37 Escribió todo lo que recordaba
Page 260 and 261: La señora de Lobo Feroz se dirigi
Page 262 and 263: moverse con rapidez por las habitac
Page 264 and 265: Se dirigió rápidamente pasillo ab
Page 266 and 267: cómo los pillan. Se dirigió a Jor
Page 268 and 269: Calló. —No tenemos ninguna prueb
Page 270 and 271: ¿Una trampa? ¿Esperamos a que int
Page 272 and 273: Hizo una pausa y susurró: —Nada
Page 274 and 275: primeros capítulos, que había le
Page 276 and 277: futuro tenía una única obligació
Page 278 and 279: —No. Dos. Negocios. No pareció d
Page 280 and 281: como un sí. No le importaba. « La
Page 282 and 283: ninguna relación con la muerte. No
Page 284 and 285: que hacer.» Nada de una cita noctu
Page 286 and 287: 41 Las tres pelirrojas esperaban en
Page 288 and 289: Poco a poco abrió la cremallera de
Page 290 and 291: saltos. Karen se dirigió a la puer
Page 292 and 293: aunque su mujer parecía tener agar
Page 294 and 295: despertarnos. El timbre del teléfo
Page 296 and 297: —Estoy muerta —repuso Sarah con
Page 298 and 299: —¿Crees que no podemos matarte?
Page 300 and 301: Lo primero que vio fueron las lágr
Page 302 and 303: 43 Karen dispuso tres objetos delan
Page 304 and 305: astoncito de algodón cogió un poc
Page 306 and 307:
puede ser un arma peligrosa.» —T
Page 308 and 309:
Epílogo. El primer capítulo Cogi
Page 310 and 311:
La noche de mi boda ignoraba que el
Page 312 and 313:
Notas
Page 314:
[2] La señora García habla siempr
show all

Un Final Perfecto - John Katzenbach

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?