19.11.2019 Views

Hyde - David Lozano Garbala

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Analiza el momento de las muertes, entonces. Álvaro pudo matar a Esther<br />

acudiendo a su habitación en plena noche, e igualmente acabar con Cristian sin<br />

testigos. En cuanto a Héctor… ¿estuvo Álvaro contigo durante el primer descanso<br />

que nos permitió Vidal?<br />

De nuevo esa obsesión por atribuir todas las muertes a un mismo autor. Hugo lo<br />

comprendía: de ese modo el panorama se ofrecía menos peligroso y ellos mismos<br />

tranquilizaban sus conciencias; solo uno era el «malo». No obstante, la realidad<br />

imponía sus reglas; nada permitía confirmar esa hipótesis, podía haber tantos asesinos<br />

como cadáveres.<br />

—No —respondió—. Álvaro no estuvo conmigo.<br />

—Conmigo tampoco.<br />

—Ya sabes que es muy de ir a su rollo —justificó Hugo—. Seguramente se fue<br />

solo a explorar la casa…<br />

—Luego no tiene coartada para el asesinato de Héctor, si es que lo mataron<br />

durante ese rato. Algo que Jacobo sí tiene, por cierto.<br />

—¿Seguro?<br />

—Estuvimos en la misma sala durante el descanso. Jacobo no mató a Héctor.<br />

Hugo no se rindió:<br />

—¡Venga, Diana! ¿Esa suposición convierte a Álvaro en el asesino de Andrea?<br />

Ahora resulta que como no sabemos dónde estuvo durante ese primer descanso,<br />

Álvaro es el culpable de todos los crímenes. ¡Por favor!<br />

—Pero…<br />

—Si Álvaro pudo hacerlo —la interrumpió—, yo también. Y tú, Diana. ¡Los tres<br />

estábamos solos en el momento de la muerte de Andrea! Ninguno tenemos coartada.<br />

Ni siquiera Jacobo, en realidad…<br />

Diana le observó con detenimiento.<br />

—¿Por qué proteges tanto a Álvaro? Casi ni os conocíais antes de venir a esta<br />

casa… ¿De pronto os habéis hecho amigos?<br />

Bueno, pensó él, de pronto tú y yo nos hemos besado y eso no te ha parecido tan<br />

raro.<br />

Sin embargo, Hugo se daba cuenta de lo llamativa que resultaba su actitud. Diana<br />

tenía razón, él se resistía a considerar a su compañero como un psicópata, que era lo<br />

que insinuaba ella. Y no había un motivo para esa defensa… salvo el sincero interés<br />

que había despertado en Hugo aquel muchacho de personalidad extraña.<br />

Álvaro le interesaba, sí. Era, sin lugar a dudas, un tipo diferente que procuraba<br />

pasar desapercibido en medio de un instituto repleto de gente demasiado gris. Y él,<br />

rodeado a todas horas de sus compañeros del equipo de fútbol, no había sido capaz de<br />

darse cuenta de lo que ocultaba hasta esos días de encierro.<br />

—Tu modo tan firme de defenderle… —Diana seguía con sus deducciones—.<br />

Eso es porque, en el fondo, te planteas muy en serio que yo esté en lo cierto. Por eso<br />

te asustan mis teorías. ¿Qué ocultas, Hugo? Hay algo que te da más miedo que mis<br />

www.lectulandia.com - Página 153

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!