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confundía realidad y sueño constituían una región nebulosa donde todo era posible.<br />
¿Habría hecho daño a alguien durante aquellos días? Quiso creer que no, su<br />
personalidad sana y fuerte tenía que haber resistido bien los embates de la terapia.<br />
Hugo miró sus manos.<br />
No, yo no he hecho daño a nadie.<br />
Luego estaba el enigma de la participación de Álvaro en el experimento. ¿De<br />
verdad no había hecho las pruebas de selección? ¿Entonces por qué había sido<br />
convocado?<br />
Si, tal como Álvaro había llegado a insinuarle, el proyecto del profesor Vidal solo<br />
era una tapadera… ¿qué oscuro secreto los vinculaba a todos?<br />
Esther, Héctor, Cristian, Andrea, Álvaro, Jacobo, Diana y él. Ocho vidas tan<br />
distintas con el único nexo común del instituto donde estudiaban. ¿Y qué papel<br />
desempeñaba en todo aquello el profesor?<br />
Incógnitas, incógnitas…<br />
Entonces su memoria, de pronto, ató cabos.<br />
Fue como un chispazo, un centelleo que le inundó por dentro.<br />
No lo buscaba pero sucedió así, de modo accidental. Sin previo aviso.<br />
Simplemente las piezas, unas piezas que había tenido en su cabeza desde el principio,<br />
encajaron. Casi percibió el chasquido del engranaje en su cerebro.<br />
Sí, hay algo que todos los participantes en el experimento tenemos en común más<br />
allá del centro en el que estudiamos.<br />
Hugo se había quedado quieto, paralizado ante la impactante deducción que<br />
acababa de generar su mente.<br />
Tenía sentido. Por primera vez, algo tenía sentido.<br />
Su impresión era tan fuerte que atenuó por un momento el dolor que empezaba a<br />
alojarse dentro de él ante las implicaciones de su idea.<br />
En ocasiones la ignorancia servía de refugio. La verdad podía ocultar terribles<br />
secretos.<br />
A veces es mejor no saber.<br />
Hugo se levantó. Llegó hasta la puerta de su habitación y la abrió para asomarse<br />
al pasillo. Algún ruido brotaba desde la planta de abajo. Diana continuaba en la<br />
cocina, donde habían quedado en juntarse de nuevo.<br />
Hugo salió al corredor con los movimientos precarios de un sonámbulo. Llegaba<br />
el momento de comprobar su corazonada.<br />
Quiso equivocarse.<br />
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