01.09.2020 Views

El Alto | Queer: Gender Sexuality and the Arts in the Americas

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El Alto 244 Susy Shock

245

RECLAMANDO

MI BELLA

“MONSTRUOSIDAD”

Una conversación entre Susy Shock y Carla Morales Rios,

artista y activista travesti

Cover of album / Tapa del álbum Traviarca (2019) © Marieta Vazquez

Carla Morales Ríos (CM): ¿A qué apuesta tu canto?

Susy Shock (SS): Mi canto intenta un relato propio,

dar cuenta desde dónde, como persona trans, como

sudaka, miro y entiendo este mundo. Yo de niña

empecé bailando el folclore de mi país y al crecer

y empezar a cantarlo, me fui dando cuenta que

nunca estaba yo representada en las zambas, en

las chacareras, en las coplas, que sólo eran relatos

binarios y estrictamente heterosexuales. Entonces fue

surgiendo la necesidad de contarme desde las letras,

desde esa voz propia, cómo miro yo a ese amor, a ese

desamor, qué es lo que me enoja, me apasiona, en

qué no estoy de acuerdo, cuáles son mis sueños…

CM: ¿Qué pensás de lxs que dicen que no pueden

cantar? No profesionalmente, sino como parte de

la vida.

SS: Y ahí se nos mete esta cultura… no hay infancia

que no cante, no hay niño o niña que no lo haga,

y sin embargo crecemos y dejamos de hacerlo,

solxs o en comunidad, no importa. Ahí manda ese

“ser adultxs”, que a cambio de crecer, te quita lo

lúdico, te censura el placer de escucharte y ese

vibrar colectivamente. No es que tengas que ser

“cantante”, es que simplemente cantes. No es que

hagas una profesión del cantar, porque la excusa

que siempre se pone es que se desafina, o no se

tiene técnica para hacerlo, y estamos hablando sólo

del placer de cantar, sentir el ritual de tu voz, la

información que trae tu propio sonido, que vino a este

mundo con vos, con nadie más. Inclusive perdemos el

enorme placer de darnos cuenta que cuando se canta

acunando a un o a una bebe, o lo hacemos entre

muchxs, por ejemplo, nunca se desafina…

CM: Hablemos de estx “monstruo” que querés

reivindicar en vos: ¿Cuáles son sus fortalezas y

cuáles sus debilidades?

SS: Mi reivindicarme monstruo, mi reivindicar mi

bella monstruosidad, es mi fortaleza primera,

ya que he hecho mucho desde ahí, desde esa

diferencia que amo. Es ese empoderar todo lo

abyecto, los bordes que hay en mí, con respecto a

este mundo, siempre con mi ritmo, con mi propia

agenda, desde nuestras cuevas y con nuestra

gente. El no haber puesto nunca el acento en

pertenecer a ningún lado y sus lógicas de mercado,

que en mi caso, esa sería hoy mi gran debilidad,

claramente, porque de no haberlo hecho podría

haber llegado a otros lados. No digo que otrxs no

puedan manejar ese equilibrio, esa negociación; yo

no pude, pertenezco a quienes deseaban cantar,

actuar, encontrarse, no a salir a buscar los espacios

que nos permitieran hacerlo, el rinconcito en el que

nos dejen jugar, sino que buscábamos armar esos

espacios para realizar nuestros deseos antes que

nada. Por eso reivindico también la autogestión, que

parte del propio deseo. Yo soy mi primer objeto de

arte creado, como diría otra trava, Marlene Wayar.

Empecé en este mundo del arte a los 14 años, hoy a

los 50 ya estoy y sigo deformada así (ríe).

CM: De toda tu producción literaria, musical y

artística, ¿qué es lo que más llevás en el corazón?

SS: Yo soy esencialmente un artista de escena:

en el escenario sucede todo, no importa dónde

y frente a quienes. Todo lo escrito, lo creado, lo

cantando, lo pensado, lo macerado en un estudio o

en soledad, sucede ahí. Y con otrxs.

CM: “Nos rebelamos a la naturaleza…” ¿Qué hay de

natural en vos?

SS: Mi voz antes que todo, y cuando hablo de voz,

hablo de mi propio sonido.

CM: ¿Considerás que la belleza puede ser una

estrategia de lucha?

SS: Sí, entendiendo la belleza no solamente como

algo estético, sino pensándolo desde una ética

marica trava: una belleza como lo opuesto a todo lo

horrible de este mundo y sus lógicas, como impulso

para construir algo nuevo, un mundo bello donde,

por ejemplo, no hayan chicxs con hambre.

CM: ¿Para quiénes cantás?

SS: Para mis propios deseos, para el futuro, para

mi tribu.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!