Mario luna -PSICOLOGIA DEL EXITO -

Escribía por necesidad, era una terapia. La literatura fue
sólo un pretexto.
Si no lo hubiese expresado, estoy convencido de que
todo habría terminado muy mal. Dejé de escribir porque
algo cambió en mí: una disminución en la intensidad de
la emoción…
¿Y ahora —inquirió el entrevistador— está curado?
No estoy curado: estoy cansado. Me he aburrido de
calumniar al universo.
Pero ¿de verdad puede una obra como la suya, que es una descarnada
y constante exposición de la inutilidad y el sinsentido de la
vida, acabar resultando terapéutica?
Como él mismo confesó, verbalizar la desesperación nos da conciencia
de esta. Y eso le resta poder.
Lo que es formulado se degrada en intensidad. Se hace más tolerable.
Por lo tanto:
La expresión es el medicamento.
Excusator: ¿Y dónde quedó aquello de la dieta mental?
Mario Luna: Limitar la lluvia de mensajes negativos a la
que nos vemos sometidos no es lo mismo que darle
la espalda a tus demonios.
No. Como ya te dijimos en “Sé científico”:
Al demonio hay que cogerlo por los cuernos.
Borregator: Era al toro.
Tu Mejor Tú: La idea es la misma.
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