Mario luna -PSICOLOGIA DEL EXITO -

Como además hablamos de comida inerte, se junta el hambre con
las ganas de comer.
Oliva: ¿Comida inerte?
Mario Luna: Repleta de calorías “vacías”, con muy pocos
nutrientes.
Por eso, al bajón de azúcar provocado por el pico de insulina se le
une el hecho de que tu cuerpo sigue experimentando carencias
nutricionales. Y eso hará que te apetezca seguir engullendo guarradas
pese al festival de calorías que te has dado.
Si llevas mucho tiempo comiendo esa clase de porquerías, tus
deficiencias nutricionales son aún mayores. De ahí que tu estado
por defecto sea mal humor, irritación, ansiedad, insatisfacción…
Oliva: Muy interesante lo que decís.
Pollo: Ya, pero a mí me cambia la cara después de rociarme
un paquete de galletas.
Mario Luna: Sólo durante los minutos que te zampas ese
helado de litro y medio tu cerebro te recompensa con
endorfinas.
Tu Mejor Tú: Quizás ese estado de satisfacción se extienda
durante una hora o dos. Y luego…
Y luego, vuelta a empezar: montaña rusa de subidas y bajadas de
glucosa. Y síndrome de abstinencia cuando cierras el grifo.
Oliva: ¿Quieres decir que me dará el mono si me dejo las
chucherías?
Mario Luna: Seguro.
Pollo: ¿Como a un yonqui?
Tu Mejor Tú: Prueba a hacerlo una semana, y luego nos
cuentas.
Al final no es que seas feliz cuando te hinchas a chocolate. Más
bien eres infeliz todo el tiempo en que no lo haces.
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