Mario luna -PSICOLOGIA DEL EXITO -

Porque, como has visto, requiere frenar el impulso que te suministra
MIA y poner a trabajar a Conslenta.
Pollo: Señora, creo que usted y yo no hacemos buenas
migas.
Conslenta: Es falta de hábito, joven. ¡Debe usted usarme
más!
Pollo: ¿Y qué puedo hacer? Si es que me vienen las respuestas
equivocadas sin proponérmelo…
Efectivamente, lo primero te viene a la mente de forma automática,
como un resorte. En cambio, para llegar a la respuesta correcta
sientes que has de accionar —casi a fuerza de manivela— el pesado
engranaje de Conslenta.
En otras palabras, has de esforzarte.
Excusator: Bueno, pero es sólo esfuerzo mental…
Borregator: Sí, eso no cuenta.
Otro topicazo falso.
¿Recuerdas lo que aprendiste en el capítulo “Administra tu ganasolina”?
Oliva: Sí. Que energía sólo hay una.
Exacto.
Por eso, dicho esfuerzo mental es tan real como los procesos fisiológicos
que lo acompañan.
Si puedes medirlos, comprobarás que durante esos momentos
incómodos ocurren cambios en tu cuerpo. Tus pupilas se dilatan,
se produce un aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial,
y se activan las glándulas sudoríparas.
Pollo: Se os ha olvidado decir lo del humo.
Tu Mejor Tú: ¿Cómo?
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