Psiquiatria - Faculdade de Medicina - UFMG
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cidio se aprecia la imagen recurrente <strong>de</strong>l hombre que mantiene la<br />
luz encendida <strong>de</strong> noche en un vano intento <strong>de</strong> escapar a los horrores<br />
<strong>de</strong> la nada. Los talentos <strong>de</strong> Hemingway se habían agotado.<br />
También es posible suponer que su muerte haya sido el castigo<br />
calculado <strong>de</strong> Hemingway a aquel aspecto <strong>de</strong> su personalidad<br />
que lo había abandonado en el momento preciso. Como su po<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> creación fue su principal recurso en la lucha por alcanzar un<br />
pequeño trozo <strong>de</strong> inmortalidad, la muerte se había dirigido como<br />
puntería infalible contra el culpable <strong>de</strong> la ofensa, es <strong>de</strong>cir contra<br />
el po<strong>de</strong>r mismo <strong>de</strong> creación.<br />
No obstante, la actitud <strong>de</strong> H. frente al suicidio es ambivalente.<br />
En casi todas sus obras el suicidio aparece como un directo<br />
atentado contra las reglas <strong>de</strong>l juego, rememorando la rabia<br />
contra su padre.<br />
Finalmente es posible suponer, <strong>de</strong> acuerdo con Rovit, que la<br />
muerte hubiera sido el último acto <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong> Hemingway en<br />
sus continuos cambios <strong>de</strong> personalidad.2 Malabarista por excelencia,<br />
al verse en peligro ya que su mundo se <strong>de</strong>smoronaba,<br />
hecho añicos a sus pies, <strong>de</strong>snudo ya sin po<strong>de</strong>r evitarlo, el último<br />
ensayo <strong>de</strong> una nueva y <strong>de</strong>finitiva máscara pondría un toque triunfal<br />
en su fantástica carrera. Des<strong>de</strong> esta perspectiva nos parece<br />
posible suponer -prosigue Rovit- que si algún hombre podría<br />
encontrar algún sentido al morir, ese hombre podría ser<br />
Hemingway.2<br />
Obra y patología<br />
Una <strong>de</strong> las característica más importante <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong><br />
Hemingway y <strong>de</strong> su extraordinaria popularidad lo constituyen,<br />
sin duda, la personalidad carismática <strong>de</strong>l autor y la enorme<br />
proximidad existente entre su vida y su producción literaria, la<br />
que forma una unidad indivisible basada en su vida pública y en<br />
todas sus aventuras y protagonismos.<br />
En relación a los procesos anímicos <strong>de</strong> Hemingway, llama la<br />
atención las características estéticas y narrativas <strong>de</strong> su obra.<br />
Hemingway exhibe un <strong>de</strong>seo lírico <strong>de</strong> proyectar en el lector su<br />
visión personal <strong>de</strong>l mundo, sugiriendo que esta visión personal<br />
pue<strong>de</strong> llegar a reemplazar al mundo objetivo. Hemingway tien<strong>de</strong><br />
a expresarse como si fuera la naturaleza misma la que hablara. Si<br />
la naturaleza y Hemingway se llegaran a i<strong>de</strong>ntificarse <strong>de</strong>l todo,<br />
uno u otro habría ganado una victoria. En esta expresión literaria<br />
queda <strong>de</strong> manifiesto una actitud <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za continua frente al<br />
mundo y a su existencia.<br />
En Hemingway la verdad, la bondad y la belleza se basan en<br />
un suspenso continuo, en un hombre consciente <strong>de</strong> su propia<br />
soledad y predispuesto a atacar tras sus múltiples máscaras.<br />
Hemingway se diferenciaba, <strong>de</strong> acuerdo a muchos autores,<br />
por una <strong>de</strong>ficiencia en la capacidad <strong>de</strong> amar, <strong>de</strong> involucrarse con<br />
los otros. El no podía negar el placer esencial que experimentaba<br />
con la acción física, siempre individual, pero nunca logró complementarla<br />
con los otros. Entien<strong>de</strong> que toda relación amorosa<br />
pue<strong>de</strong> exponer al hombre al influjo <strong>de</strong> la arrolladora personalidad<br />
<strong>de</strong> su pareja, con lo que justifica la presencia <strong>de</strong> barreras,<br />
tanto en sus personajes como en su propia vida, con que todo<br />
hombre <strong>de</strong>be proteger su propio yo. Así por ejemplo, los amantes<br />
en la obra <strong>de</strong> Hemingway, como Robert Jordán, Harris Morgan o<br />
Fre<strong>de</strong>rik Henri se conmueven sinceramente con el placer y la<br />
admiración que les brindan sus compañeras respectivas, pero en<br />
ningún caso parecen hallarse afectado en el circulo íntimo <strong>de</strong> sus<br />
experiencias más subjetivas.<br />
Pero, <strong>de</strong> acuerdo con varios biógrafos, en Hemingway la incapacidad<br />
para amar se compensa con su incapacidad <strong>de</strong> odiar.<br />
Pue<strong>de</strong> ser displicente, pue<strong>de</strong> sentirse asqueado y ultrajado o también<br />
muy superior. Pero Ernest carece <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro sentido<br />
<strong>de</strong> seguridad en el universo, faltándole también las bases <strong>de</strong> una<br />
sana autoestima, que son imprescindible para el surgimiento <strong>de</strong>l<br />
odio.<br />
Hemingway fue sin duda el más autobiográfico <strong>de</strong> los<br />
escritores <strong>de</strong> nuestro siglo, obsesivamente preocupado por si<br />
mismo y sus propias experiencias. En su propia personalidad<br />
adopto tantas facetas como personajes presentan sus obras,<br />
sugiriendo que el verda<strong>de</strong>ro Hemingway no se halla en la sumatoria<br />
<strong>de</strong> todas sus personificaciones sino en el centro oculto <strong>de</strong><br />
ellas. En su caso, la distinción entre la vida y la literatura fue<br />
diluyéndose y fusionándose en forma progresiva. Los rasgos <strong>de</strong><br />
heroísmo así como la convicción <strong>de</strong> que el hombre <strong>de</strong>be liberar<br />
una batalla solitaria contra las fuerzas elementales que oprimen a<br />
la humanidad pue<strong>de</strong> percibirse no solo en su obra, sino también<br />
en el recorrido <strong>de</strong> su biografía.<br />
La proximidad que el sentía entre si mismo y el universo<br />
brinda un correlato objetivo <strong>de</strong> sus emociones a través <strong>de</strong> tensiones<br />
<strong>de</strong> corte dialéctico. La acción y la reacción, la fuerza y la<br />
emoción, el <strong>de</strong>safío y la réplica son los antagonistas implacablemente<br />
enfrentados en una continua batalla a lo largo <strong>de</strong> toda la<br />
obra <strong>de</strong> Hemingway. El campo <strong>de</strong> batalla, el encierro en<br />
Pamplona o los llanos <strong>de</strong>l Serengueti son los lugares <strong>de</strong> confrontación<br />
y <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> Hemingway, reflejando<br />
con exactitud los ataques y contra ataques interiores, la ambivalencia,<br />
los actos <strong>de</strong> valentía y cobardía, las bajas y los daños<br />
irreparables.<br />
Dentro <strong>de</strong>l análisis psicológico <strong>de</strong>l Viejo y el Mar se logra<br />
apreciar la importancia <strong>de</strong> la naturaleza en la obra <strong>de</strong><br />
Hemingway. En dicha novela el mar ocupa un rol protagónico,<br />
adquiriendo un carácter omnipotente y universal, bondadoso y<br />
castigador a la vez. Esta presencia, para algunos autores, representa<br />
a la madre, <strong>de</strong>jando en evi<strong>de</strong>ncia una relación edipíca y<br />
ambivalente a lo largo <strong>de</strong> toda su obra.<br />
Cabe <strong>de</strong>stacar que el traslado <strong>de</strong> las vivencias a la obra <strong>de</strong><br />
Hemingway no fue ni estrecho ni superficial. En la totalidad <strong>de</strong> la<br />
obra <strong>de</strong>l autor existe el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> proyectar su propia situación<br />
humana en símbolos precisos. Su obra, en cierto sentido, constituye<br />
un ataque <strong>de</strong> rebeldía contra la vida. Y siendo <strong>de</strong>masiado<br />
orgulloso para aceptar la inestabilidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota y la resignación,<br />
Hemingway encuentra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí y comunica al<br />
mundo una tenaz actitud <strong>de</strong> heroísmo, positiva, sin ilusiones y<br />
eminentemente humanista.<br />
Anamnesis externa<br />
Los amigos <strong>de</strong> Hemingway, como Castillo Pouche,3 lo<br />
<strong>de</strong>scriben como un sujeto frágil que proyectaba una imagen <strong>de</strong><br />
fortaleza. “Ernesto siempre caía <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l pesimismo y le<br />
dominaba una súbita <strong>de</strong>sconfianza” <strong>de</strong>scribe Castillo Pouche.<br />
“Todo lo que era proceso racional, elaboración <strong>de</strong> pensamiento,<br />
le parecía frau<strong>de</strong> aunque surgiera en el brilante-<br />
Casos Clin Psiquiat 1999; 1(1):47-53 49