Santander, February 19th-22nd 2008 - Aranzadi

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ESTEBAN ÁLVAREZ-FERNÁNDEZ, E. & DIANA CARVAJAL-CONTRERAS
inhabitants at the Vestibule of Nerja Cave (Jorda et
al.), Tell Aswad (Alarashi), Balma Guilanyà
(Martinez-Moreno et al.), the cave of Mazaculos II
(Gutiérrez and González), Oronsay, Colonsay, and
other locations in Scotland (Hardy), Can Roqueta
(Oliva), Cingle Vermell and Roc del Migdia (Oliva
and YII). Shell remains were also used to reconstruct
the dynamics of palaeoenvironmental conditions
at Adak Island-Aleutian Islands (Antipushina)
From the Late Neolithic and Chalcolithic to the
Bronze Age, further studies confirm continuity in the
exploitation of shells as ornaments and tools production,
in specialized craft contexts at Pyrgos-
Mavroraki (Carannante) and Vera Basin (Maicas
and Vidal). Later in time, allometry and actuallistic
studies suggests that during Roman times there
was evidence of oyster management at the site of
Winchester (Campbell).
The study of archeomalacological remains from
the Middle ages in Europe, based on taxonomic,
biometric and taphonomic analyses, shows that the
exploitation of shell remains at Beauvoir-sur-Mer
(Dupont), Seville (Bernáldez and García) and
Pontevedra (Álvarez-Fernández and Castro) was a
specialized activity not only in the selection of specific
niches for exploitation but also in the methods
of collection and massive extraction of shell flesh.
Furthermore, moving to the Americas, specifically
in Mesoamerica from Formative to Postclassic
contexts, marine and freshwater shell remains have
been the subject of taxonomic, typological and
technological analysis in conjunction with experimental
archaeology and use wear with Scanning
Electron Microscopy to demonstrate that different
tools and techniques were employed in shell production
and exchange networks from the Pacific to
the Caribbean Sea at Oxtankah (de Vega and
Melgar), Xochicalco (Melgar), Teopantecuanitlan
(Solis and Martinez) and Pezuapan (Solis and
Monterrosa).
In the southern portion of the American Continent,
at archaeological sites dated from the Late Holocene
to the nineteenth century, malacological remains
were subjected to taxonomic, technological, taphonomic,
and spatial studies, in combination with lithic
micro-wear analyses, written records and experimental
archaeology. These studies show that people
used shells as building material at Tunel VII-Argentina
(Verdún), and as tools, containers and personal
adornments at Patagonian sites (Zubimendi) and
Low Paraná’s wetland (Buc et al.).
Shell habitat availability, human foraging practices
and the use of shells as tools and ornaments
variadas para manipular los restos de concha, que se
explotaron diferentes ambientes y que se establecieron
diferentes redes sociales de intercambio en el
vestíbulo de la Cueva de Nerja (Jorda et al.), en Tell
Aswad (Alarashi), en Balma Guilanyà (Martinez-
Moreno et al.), en Mazaculos II (Gutiérrez y González),
en Oronsay, Colonsay y otros sitios escoceses, así
como en Can Roqueta (Oliva), Cingle Vermell y Roc
del Migdia (Oliva e Yll). Los restos de conchas fueron
utilizados para reconstruir el paleoambiente en yacimientos
de las Islas Aleutianas (Antipushina).
Del Neolítico tardío y Calcolítico a la Edad de
Bronce, estudios adicionales confirmaron la continuidad
en la explotación de conchas como adornos y en
la producción de herramientas, en contextos de especialización
artesanal, como en Pyrgos-Mavroraki
(Carannante) y en los sitios de la Cuenca del Vera
(Maicas y Vidal). Estudios alométricos y actualísticos
sugieren que en tiempos de la ocupación Romana
hubo evidencia de control de la ostra en el yacimiento
de Winchester (Campbell).
Los estudios de restos arqueomalacológicos de
la Edad Media en Europa se basan en análisis taxonómicos,
biométricos y tafonómicos, mostrando que
en Beauvoir-sur-Mer (Dupont), en sitios de Sevilla
(Bernáldez y García) y en Pontevedra (Álvarez-
Fernández y Castro) la explotación de moluscos fue
una actividad especializada, no solo por la selección
de diferentes nichos ecológicos, sino también por el
empleo de técnicas de recolección y de extracción
de su carne.
Además, trasladándonos al continente americano,
específicamente a la región mesoaméricana en contextos
del periodo Formativo al periodo Postclásico,
las conchas marinas y de agua dulce han sido objeto
de análisis taxonómicos, tipológicos y tecnológicos,
experimentales y de huellas de uso, utilizando el microscopio
electrónico de barrido. Gracias a las investigaciones
llevadas a cabo en Oxtankah (de Vega y Melgar),
Xochicalco (Melgar), Teopantecuanitlan (Solis y
Martínez) y Pezuapan (Solis y Monterrosa) se ha
demostrado que fueron empleadas diferentes herramientas
y técnicas en la producción de objetos de concha
y que se constatan redes de intercambio entre el
Océano Pacifico y el Mar Caribe. En Suramérica, los
sitios arqueológicos se ubican desde el Holoceno
tardío al S. XIX. Los restos malacológicos fueron
objeto de análisis similares. Éstos demostraron que
los grupos humanos usaron las conchas como material
constructivo en el Tunel VII-Argentina (Verdún), y
como instrumentos, contenedores y adornos personales
en sitios Patagónicos (Zubimendi) y de los
humedales del Bajo Paraná (Buc et al.). En las Islas,
fueron investigadas la disponibilidad de ambientes
MUNIBE Suplemento - Gehigarria 31, 2010
S.C. Aranzadi. Z.E. Donostia/San Sebastián