Draeger_ES_gesamt_netto_72
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ADICCION<strong>ES</strong><br />
AYUDA<br />
«Mi desmesura me<br />
salvó la vida»<br />
Maren S. ha bebido durante la mitad de su vida y no quería<br />
reconocer la gravedad de su problema. Ni siquiera yendo a<br />
terapia. Lo que verdaderamente le abrió los ojos se muestra<br />
en este protocolo de su lucha personal contra la adicción.<br />
La trabajadora social se ocupó de mi terapia<br />
clínica, que duró 16 semanas. Tuve<br />
que informar a mi superior, que se quedó<br />
pasmado. Comencé la terapia. El problema<br />
era que lo hice por mi jefe, mi terapeuta,<br />
mi familia y mis amigos, ¡no por<br />
mí! Tras diez semanas de tratamiento,<br />
regresé a casa. En el plazo de un fin de<br />
semana en casa, me emborraché. Y eso<br />
significó que se interrumpió la terapia.<br />
Después de que hubiera tirado por<br />
el retrete mis expectativas al llegar a<br />
casa, dos días más tarde, me presenté<br />
ante mi superior, que se había enterado<br />
de la interrupción de la terapia y no<br />
me dejó volver a trabajar.<br />
Entonces tuve ante mí muchísimo<br />
tiempo. Bebía casi todos los días hasta<br />
perder el sentido. Y al final, esa desmesura<br />
fue lo que me salvó la vida. Alcancé mi<br />
punto más bajo, quería ponerle fin a mi<br />
vida. Ya había elegido hasta el árbol del<br />
que colgarme. Lo único que quería era<br />
encontrarme con mi terapeuta. Ella se<br />
dio cuenta rápidamente de qué era lo que<br />
me pasaba e hizo lo que no había hecho<br />
antes con ningún otro paciente: me confesó<br />
que ella misma era exalcohólica y<br />
que sabía exactamente cómo me sentía.<br />
He pasado treinta años borracha<br />
y, durante ese tiempo, he estado<br />
a punto de quemar mi piso tres<br />
veces. He estrellado mi coche contra un<br />
muro por ir borracha, me he caído de<br />
cabeza por las escaleras y en el baño<br />
me he caído de lo alto de una escalerilla,<br />
arrancando el lavabo de su anclaje.<br />
¡Y ay de aquellos que me hablaran de mi<br />
problema con el alcohol!<br />
En el trabajo, nadie se dio cuenta.<br />
Trabajaba en el departamento de personal<br />
de una gran empresa y nunca<br />
bebía antes del trabajo. Durante el día<br />
solía encontrarme tan mal que temblaba<br />
y sudaba. De todos modos, tenía diabetes<br />
y pude tirar con todo. En algún<br />
momento, hablé con mi médico, que<br />
quiso enviarme a hacer desintoxicación<br />
del alcoholismo en el hospital, para que<br />
pudiera volver a aclararme. A regañadientes,<br />
acepté, me tomé unos días de<br />
vacaciones y me fui diez días a un hospital<br />
psiquiátrico. Después me cegué, y<br />
me compré una botella de licor de vuelta<br />
a casa. En el hospital, conocí a una<br />
trabajadora social experta en alcohol y<br />
drogas. Ella me aconsejó que me apuntara<br />
a terapia ambulatoria y buscara<br />
asesoramiento individual. Hice ambas<br />
cosas. Y seguí bebiendo.<br />
El jefe se quedó<br />
pasmado<br />
«Quería hacer algo<br />
por mí misma»<br />
Aquel fue un momento crucial para mí.<br />
Allí tenía a una persona que me entendía<br />
y que me dejó claro que el alcoholismo<br />
era una enfermedad. Una enfermedad<br />
que no tiene cura, pero que uno<br />
puede conseguir poner en jaque, aunque<br />
solo por sus propios medios. Finalmente,<br />
logré reconocer que era alcohólica.<br />
Ahora que estaba convencida a<br />
hacer algo por mí misma, pude terminar<br />
las seis semanas restantes de terapia<br />
en la clínica.<br />
Posteriormente, pasé por una terapia<br />
ambulatoria y acudo desde entonces<br />
cada semana a un grupo de autoayuda<br />
de Alcohólicos Anónimos, sin el<br />
cual no habría podido conservar la<br />
estabilidad. No puedo decir si voy a volver<br />
a beber la semana o el año que viene,<br />
pero sí hablar por hoy: y sé que hoy<br />
no voy a beber. Y llevo diciéndolo 14<br />
años». Protocolo: Isabell Spilker<br />
40<br />
REVISTA DRÄGER 8 | <strong>ES</strong>PECIAL