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Draeger_ES_gesamt_netto_72

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LÍMIT<strong>ES</strong> DE ALCOHOLEMIA<br />

TRÁFICO<br />

Entonces se produce una especie de anestesia: las pupilas se<br />

dilatan, y todos los demás problemas mencionados se agravan. El<br />

afectado puede perder repentinamente el conocimiento y padecer<br />

un shock. Si se sigue bebiendo, hay riesgo de coma y muerte: ya sea<br />

por insuficiencia circulatoria, supresión del reflejo respiratorio o<br />

un sobreenfriamiento, porque la temperatura cae de forma constante.<br />

ILUSTRACIÓN: PICFOUR<br />

Sobriedad: en el simulador de conducción se puede comprobar cómo<br />

se ve el mundo de la calle en diferentes estados de alcoholismo<br />

1953, el tribunal federal determinó que<br />

esa cifra se podía fijar en 1,5. En 1966,<br />

conforme a un dictamen de la antigua<br />

oficina federal de salud, el valor descendió<br />

a 1,3: los médicos constataron que a<br />

1,1, ninguna de las personas estudiadas<br />

lograba cumplir los requisitos de conducción.<br />

El tribunal concedió el beneficio de<br />

la duda con un margen de seguridad de<br />

0,2 en el umbral superior. Finalmente, a<br />

partir de 1990, la «zona absoluta» se inicia<br />

en 1,1: los acusados conforme al artículo<br />

316 del código penal no pueden presentar<br />

ninguna contraprueba si se demuestra<br />

que tenían una tasa de 1,1 o más en sangre.<br />

No importa si esa persona iba conduciendo<br />

perfectamente. Será condenada.<br />

En cambio, la incertidumbre de conducción<br />

relativa se da cuando existe cierta<br />

cantidad de alcohol en sangre o hay síntomas<br />

de conducción alcoholizada. Ese<br />

sería el caso cuando los conductores van<br />

«haciendo eses». El aspecto negativo de<br />

los estrictos requisitos de prueba es que<br />

no importa si la concentración de alcohol<br />

en sangre presentada está por debajo<br />

de 0,5. Tras un accidente, una tasa de<br />

0,3 puede ser objeto de severas multas.<br />

Dado que estos límites simplemente ofrecen<br />

una indicación, es decir, un intervalo<br />

para imponer o no una condena, se les<br />

denomina límites indicativos. Y como su<br />

importancia es decisiva, existen normas<br />

muy estrictas que definen cómo se miden.<br />

Un «soplido» en la calle proporciona<br />

el indicio de sospecha. Jurídicamente, son<br />

decisivas las muestras de aire espirado con<br />

una precisión analítica muy fiable –en Alemania,<br />

se emplea únicamente el alcoholímetro<br />

autorizado Dräger Alcotest 7110 Evidential–<br />

o un análisis de sangre, que se exige<br />

siempre que hay un 1,1 o más. La toma de<br />

muestras depende del meticuloso cumplimiento<br />

de los procedimientos. Por eso, entre<br />

otras cosas, se estipula que la lleve a cabo<br />

un médico. Si este desea ceder la responsabilidad,<br />

por ejemplo, a una enfermera, será<br />

necesario el consentimiento del sospechoso.<br />

Además, los fallos en el procedimiento son<br />

un riesgo: un abogado ingenioso podría utilizarlos<br />

para conseguir la absolución.<br />

Cambio de mentalidad<br />

El tribunal superior de justicia de Coblenza,<br />

en una decisión judicial de 2010, aclaró<br />

los diferentes planteamientos jurídicos:<br />

la retirada del permiso de conducir<br />

en un procedimiento civil se utiliza como<br />

defensa preventiva del peligro que representa<br />

para los demás usuarios de la vía un<br />

conductor claramente incompetente. En<br />

cambio, en los procedimientos penales,<br />

se juzgan posteriormente las infracciones<br />

penales. Si se prosigue con esta interpretación,<br />

queda la pregunta de si se incurre<br />

en una «infracción penal» cuando un conductor<br />

con 1,1 o más llega sano y salvo a<br />

su destino. Concretamente, si no ha herido<br />

a nadie; sin embargo, la ley dice que sí:<br />

el peligro sigue existiendo, como cuando<br />

alguien manipula explosivos inadecuadamente<br />

en una zona peatonal.<br />

Según una encuesta realizada por<br />

encargo de Dekra en 2012, para los alemanes,<br />

el límite tendría que ser definitivamente<br />

cero: el 78 % de los encuestados<br />

estaban a favor. También muchos expertos<br />

lo consideran razonable, bien fundado<br />

y quizás incluso posible algún día gracias<br />

a un cambio de la mentalidad general:<br />

antes se aceptaba que alguien se vanagloriara<br />

de que no lo sorprendieran: «Imagínate:<br />

¡borracho como una cuba y no me<br />

han pillado!» Si hoy alguien dice eso, los<br />

demás lo censurarán: «¿¡Y eso te parece<br />

bonito!?».<br />

Silke Umbach<br />

FOTOGRAFÍA: FOERST GMBH<br />

REVISTA DRÄGER 8 | <strong>ES</strong>PECIAL<br />

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