Draeger_ES_gesamt_netto_72
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las anfetaminas, el LSD, la heroína y la<br />
cocaína. En último término, depende de<br />
la práctica legal. ¿Combate el Estado realmente<br />
lo que quiere combatir? En realidad<br />
no es la embriaguez, sino la adicción.<br />
El Dr. Clemens Veltrup, psicoterapeuta<br />
director de la clínica especializada de<br />
Freudenholm-Ruhleben en Schleswig-<br />
Holstein, ve una contradicción entre el<br />
tratamiento legal de las diferentes drogas<br />
y sus verdaderos riesgos. Los 1,3 millones<br />
de adictos a las pastillas que hay en Alemania<br />
prácticamente no reciben tratamiento<br />
clínico para la adicción. «En 2012 apenas<br />
unos 700 ingresaron en una clínica»,<br />
afirma. En el ámbito de la ayuda contra la<br />
drogadicción con sustancias ilegales, por<br />
el contrario, se ha creado una infraestructura<br />
enorme con el paso de los años. Pero<br />
las leyes también conllevan riesgos y efectos<br />
secundarios.<br />
Los pragmáticos saben que no existe<br />
la legislación ideal. Pero sí ámbitos de<br />
actuación en los que se puede mejorar.<br />
En el tráfico, por ejemplo, el consumo<br />
de medicamentos completamente legales<br />
puede suponer riesgos considerables;<br />
en particular, los tranquilizantes que se<br />
¿Qué puede prohibir el<br />
Estado a sus ciudadanos? Las<br />
cuestiones que discuten los<br />
juristas tienen repercusiones<br />
concretas en la práctica<br />
toman de forma adictiva. No obstante, los<br />
riesgos para otras personas es al mismo<br />
tiempo el pilar más fuerte para una futura<br />
política de prevención. Con la protección<br />
de los no fumadores ya ha tenido éxito:<br />
incluso los daños personales del tabaquismo<br />
están disminuyendo.<br />
Todo en su justa medida<br />
En 1994 la Corte Constitucional permitió<br />
expresamente al poder legislativo excepciones<br />
a las prohibiciones. Sin embargo,<br />
los jueces limitaron a las autoridades en<br />
su afán de persecución con su tercer «no»:<br />
no todo al que se pille con una pequeña<br />
cantidad de hachís tiene que ir a juicio.<br />
Principio central: «La imposición de sanciones<br />
penales a consumidores ocasionales<br />
de pequeñas cantidades de derivados<br />
del cannabis puede tener un efecto sobre<br />
el infractor que conlleve unos resultados<br />
más bien negativos, inapropiados y de prevención<br />
especial».<br />
Por tanto, la embriaguez no es un derecho.<br />
No obstante, en la lucha contra la adicción<br />
debe respetarse el principio de proporcionalidad:<br />
el Derecho no permite una<br />
política de mano férrea. Silke Umbach<br />
REVISTA DRÄGER 8 | <strong>ES</strong>PECIAL<br />
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