SOCIEDAD DOPAJE PARA EL CEREBRO Dilema moral Suena tentador: una simple pastilla y uno se vuelve más listo. Los adeptos a la MEJORA COGNITIVA creen que funciona. Pero, ¿es cierto? Y ¿a qué precio? ¿Se puede dopar la materia gris como se dopan los músculos? 58 REVISTA DRÄGER 8 | <strong>ES</strong>PECIAL
De donde no hay, no pueden sacar nada los medicamentos para aumentar el rendimiento, pero sí pueden acceder al conocimiento existente más rápido FOTOGRAFÍAS: IMAGE SOURCE / CORBIS; ISTOCKPHOTO S upongamos que un participante gana el millón: encuentra respuesta a todas las preguntas del concurso sin importar qué tema se trate. Interpreta cada movimiento del presentador y cautiva los corazones de los espectadores con su perspicacia. El país festeja su victoria. Y, entonces, confiesa: «¡Me he dopado!». La admiración da paso a la decepción y la indignación, al igual que con Lance Armstrong, exciclista profesional con suspensión de por vida. Doparse es jugar sucio y un fraude ¿verdad? En los deportistas de élite, el efecto de las sustancias que aumentan el rendimiento es fácil de explicar: más oxígeno en sangre, más resistencia en competiciones de larga distancia. Reprimir el dolor supone aumentar la capacidad de aguante. Pero ¿cómo se traduce el efecto del dopaje sanguíneo en nuestra cabeza? ¿Por qué hace tiempo que la Agencia Mundial Andidopaje (WADA) prohíbe y controla la presencia de sustancias químicas en los torneos de ajedrez? ¿De qué sustancias se sospecha que pueden abusar los aspirantes a la mente más brillante? Trabajar toda la noche Entran en consideración toda una serie de modos de acción. Para aprender hechos de forma tenaz se requiere máxima concentración. El Ritalín, famoso medicamento para la hiperactividad infantil, podría ser útil. Pero si es el cansancio el que le impide aplicarse, con el neuroestimulante modafinilo podrá trabajar toda la noche. Y para interpretar los movimientos del presentador mejor de lo que le gustaría a los competidores: oxitocina, la hormona social, a la venta como espray nasal. Esta es la idea generalizada del dopaje cerebral. La ciencia desprecia este término por ser una típica consigna popular. Objetivamente, reciben el nombre de «potenciadores cognitivos» o «medicamentos para mejorar la capacidad cognitiva». Se estudian con urgencia. «Demencia», por ejemplo, es una de las palabras clave para fomentar su investigación. Si la farmacología consiguiera detener a largo plazo el deterioro mental causado por el alzhéimer sería un descubrimiento comparable al de los antibióticos. Al igual que estos últimos, se puede dar por sentado que los potenciadores cognitivos se distribuirán a muchas más personas de las estrictamente necesarias. Y este es el dilema moral del dopaje cognitivo. ¿Es útil el dopaje para la sociedad? Si se abusa de los antibióticos se puede causar un daño generalizado, ya que las bacterias se vuelven más resistentes. Pero ¿cómo puede dañar a los demás alguien que solo mejora su memoria o potencia su atención? ¿No se beneficia la sociedad incluso del aumento de su productividad? En 2008, un grupo de investigadores británicos y estadounidenses defendieron esta opinión en la revista científica Nature, entre ellos, el neurocientífico Michael Gazzaniga, el profesor de Derecho de Standford Henry Greely y la neuroética Martha Farah. Su fórmula: «La mejora cognitiva tiene muchas ventajas, tanto para el individuo como para la sociedad, y la respues- > Los candidatos ¿Qué sustancias se supone que afinan el intelecto? u Los fármacos clásicos para mejorar el rendimiento intelectual son los psico es timulantes, como las anfetaminas. No solo se empleaban de forma ilegal, sino casi oficial para mantener despiertos y alerta a pilotos y soldados. En medicina, se susti tuyeron principalmente con sustancias del tipo de las anfetaminas (p. ej. Ritalín). Aumentan la atención, pero también pueden llevar a sobreestimar las propias habilidades. Las drogas duras ilegales son la cocaína y sus derivados, aún más peligrosos. u El cansancio se puede combatir de forma efectiva con modafinilo, recetado en casos de narcolepsia o «adicción al sueño». u También se ha experimentado ya con medicamentos para la demencia, como los inhibidores de la acetilcolinesterasa y memantina. u Los antidepresivos se utilizan para rendir más mejorando el ánimo. Estos son los más mencionados en los estudios. Además, también se emplean numerosas vitaminas junto a sustancias derivadas de las anteriores y otras per mitidas, como el café o la nicotina. Otros enfoques más exóticos incluyen desde hormonas, como la oxicitina (se supone que incrementa la inteligencia social), hasta derivados del cannabis para borrar de la memoria experiencias que impidan el es tudio. No obstante, hasta la fecha las sustancias más fuertes tienen pocos beneficios y toda una serie de efectos secundarios serios que deben considerarse. REVISTA DRÄGER 8 | <strong>ES</strong>PECIAL 59