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I BUDISMO - Web del Profesor

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Budismo y dzogchén 30<br />

verdadera naturaleza fluya ininterrumpidamente a través de él, no será obstruido por la<br />

autoconciencia aunque le observen los testigos más exigentes, críticos, respetados y<br />

temibles, y podrá realizar obras maestras ante la mirada de éstos. Así, pues, no es sólo la<br />

felicidad, sino también el consumado manejo de la vida práctica, lo que es impedido por el<br />

error llamado avidya o marigpa.<br />

La acción intencional y autoconsciente es lo que se conoce como karma. El<br />

budismo clasifica los karmas en buenos, malos y neutros; ahora bien, independientemente<br />

de su tipo, el karma afirma y mantiene el error en la raíz <strong>del</strong> samsara. En tanto que un<br />

individuo no pueda ir más allá <strong>del</strong> karma, debe esforzarse por evitar la creación de karmas<br />

negativos, que en el futuro serán fuente de vivencias desagradables; sin embargo, en la<br />

medida en que los karmas positivos también mantienen el samsara, que significa «rueda»,<br />

y puesto que cualquier punto de una rueda que suba tendrá luego que bajar, evitar los malos<br />

karmas y realizar sólo los buenos no podría representar una solución definitiva a nuestros<br />

problemas. Estos sólo se superarán definitivamente cuando superemos la ilusión de agencia<br />

separada y por ende el karma mismo, poniendo así fin a los giros de la rueda <strong>del</strong> samsara.<br />

«Delusión» significa «percepción distorsionada de la realidad». Tal como alguien<br />

con una percepción distorsionada de los puntos cardinales que crea estar dirigiéndose hacia<br />

el Norte, podría en un momento dado descubrir que está yendo hacia el Sur, el error<br />

humano esencial (avidya o marigpa) produce una mecánica invertida que nos hace lograr<br />

con nuestros actos lo contrario de lo que nos proponemos producir. 62 Y a hemos visto<br />

que, en nuestras vidas cotidianas, nuestros intentos por obtener placer, felicidad y seguridad<br />

constantemente resultan en dolor, infelicidad e inseguridad. Es precisamente esta mecánica<br />

<strong>del</strong> efecto invertido la que se encuentra en la raíz de la crisis ecológica actual: intentando,<br />

como los arquitectos de Babel, alcanzar el paraíso por medio de la construcción de una estructura<br />

material, hemos producido un infierno y llegado al borde de nuestra extinción.<br />

De hecho, según los científicos independientes más importantes <strong>del</strong> planeta, de<br />

seguir todo como va, la crisis ecológica pondría fin a la vida en el planeta antes de la mitad<br />

<strong>del</strong> próximo siglo. 63 La forma de vida imperante sacrifica a las generaciones futuras en su<br />

62 Ya el Te-tao ching o Tao-te ching de Lao-tse se ocupó de esta mecánica invertida, que en nuestro siglo Alan Watts<br />

designó como «ley <strong>del</strong> efecto invertido» o «ley al revés» y describió con gran acierto en su libro The Wisdom of Insecurity<br />

(Nueva York, Pantheon Books). Quien esto escribe también se ocupó de dicha ley en su librito de circulación restringida<br />

The Source of Danger is Fear. Paradoxes of the Realm of Delusion and Instructions for the Practice of the Dzogchen<br />

Upadesha (1989, Mérida, Editorial Reflejos).<br />

Con respecto a Watts, cabe señalar que en su obra se encuentran numerosas imprecisiones y algunos errores de<br />

fondo que pueden incluso haber conducido a algunos por falsos senderos. (A modo de ejemplo: en The Joyous<br />

Cosmology, Watts llegó incluso a afirmar que las drogas psicodélicas podían producir la vivencia <strong>del</strong> estado de<br />

Iluminación que persiguen el ch’an o zen y otras «vías de liberación» <strong>del</strong> Oriente, cuando lo característico de dicha<br />

vivencia es que, siendo incondicionada, ella no puede ser producida. Afirmaciones como las de Watts impulsaron el<br />

hedonismo psicodélico que caracterizó a los hippies en la década de los mil novecientos sesenta y cuyos resultados fueron,<br />

de manera inmediata, frecuentes psicosis y suicidios, y de manera mediata, una reacción dialéctica conservadora y<br />

represiva que se manifestó en el auge de grupos espirituales basados en el dominio y el engaño, en la popularización de<br />

drogas ilegales altamente tóxicas que estimulan el ego y que son fisiológica y/o psicológicamente adictivas y en una<br />

reacción política que tiende hacia la extrema derecha. Este hedonismo es algo, pues, que los jóvenes de hoy que aspiren a<br />

transformar la conciencia y la sociedad deberán evitar.) Sin embargo, Watts jugó un papel inestimable en la educación y la<br />

inspiración de una buena parte de aquellos miembros de la generación de quien esto escribe que luego abordaron una u<br />

otra de las vías budistas.<br />

63 Pero ¿estará justificado afirmar que nuestro proyecto científico-tecnológico ha producido resultados tan horribles?<br />

Aunque las predicciones de los científicos raramente se han cumplido con precisión, cabe recordar que el conocido<br />

manifiesto A Blueprint for Survival (equipo editorial de la revista The Ecologist, 1971; reproducido en versión ampliada<br />

por Pelican Books, Harmondsworth, U.K.), apoyado en un documento por muchos de los científicos más notables <strong>del</strong>

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