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Budismo y dzogchén 59<br />
La escuela «antigua» o ñingmapa posee además un vehículo tántrico interno<br />
conocido como anuyogatantra que no tiene equivalente entre los «nuevos» o sarmapa y que<br />
se considera superior, tanto al mahayogatantra de los ñingmapa, como al anuttarayogatantra<br />
de los sarmapa —pero que, al igual que éstos, contiene dos senderos, que son<br />
el <strong>del</strong> método y el de la liberación—. 141 En el sendero <strong>del</strong> método <strong>del</strong> anuyogatantra, tal<br />
como en el <strong>del</strong> mahayogatantra de los «antiguos» o ñingmapa y el <strong>del</strong> anuttarayogatantra<br />
de los «nuevos» o sarmapa, existen un «estadio de generación o creación» y un «estadio de<br />
perfección o completud». Ahora bien, en estos dos últimos vehículos la transformación<br />
correspondiente al estadio de generación o desarrollo es gradual, pues la visualización se va<br />
desarrollando paso a paso; <strong>del</strong> mismo modo, una vez que se ha generado la visualización,<br />
es de la mayor importancia estar consciente de todos sus detalles, lo cual implica que en<br />
este nivel de tantra el énfasis está en la claridad; finalmente, en dichos vehículos es indispensable<br />
disolver la visualización al final de la práctica. En cambio, en el anuyogatantra<br />
la transformación es instantánea y lo importante no son los detalles de la visualización, sino<br />
la sensación de ser la deidad, lo cual significa que el énfasis está en la sensación y no en la<br />
claridad; <strong>del</strong> mismo modo, al final de la práctica, el individuo no disuelve la visualización,<br />
sino que «permanece indivisible de la deidad». Si, para transformar una pasión en la vida<br />
diaria, tuviésemos que desarrollar paso por paso la visualización de nosotros mismos como<br />
la deidad, luego mantener la conciencia de todos los detalles de la visualización y finalmente<br />
disolver dicha visualización y permanecer en un estado de vacuidad libre de<br />
características, nos sería imposible usar en la vía de transformación las pasiones que se<br />
manifiestan en nuestra experiencia cotidiana. En consecuencia, el anuyogatantra es más<br />
efectivo que el mahayogatantra para aplicar la vía de transformación en la vida diaria.<br />
Cabe señalar que, por lo general, entre los tantras internos de los ñingmapa se<br />
incluye también el atiyogatantra, correspondiente al dzogchén en tanto que vehículo con<br />
escuelas «nuevas» o sarmapa. Sin embargo, si se hace imperativo comparar los tantra exclusivos <strong>del</strong> mahayoga con los<br />
<strong>del</strong> anuttarayoga, tenemos que concluir, como Namkhai Norbu (cfr. Norbu, Namkhai, italiano 1988, Un’introduzione allo<br />
Dzog-chen. Risposte a sedici domande. Arcidosso, Grosseto, Shang Shung Edizioni), que el principio de aquéllos es más<br />
bien semejante al de los anuttarayogatantra no-duales. Ahora bien, convendría tener en cuenta que algunos maestros —<br />
como por ejemplo Chögyam Trungpa Rinpoché (cfr. Trungpa, Chöguîam, 1981, Journey Without Goal. Boulder, Prajña<br />
Press)— han señalado que el principio de los mahayogatantra que no tienen equivalente entre los anuttarayogatantra de<br />
los sarmapa es «superior» al de todos estos últimos.<br />
Para terminar, es necesario advertir que, en el caso de los mahayogatantra de los ñingmapa que corresponden a<br />
anuttarayogatantra de los sarmapa, las traducciones tibetanas ñingmapa difieren ampliamente de las traducciones<br />
sarmapa, pues mientras que en las primera se tomó en cuenta el sentido, las segundas se basaron en la letra. Ello hace que<br />
a menudo se aprecien diferencias significativas de sentido entre unas y otras traducciones; cuando ello sucede, el sentido<br />
es mucho más correcto y «elevado» en las traducciones ñingmapa o «antiguas».<br />
141 En el anuyogatantra el sendero <strong>del</strong> método recibe el mismo nombre que en los mahayogatantra de los ñingmapa y en<br />
los anuttarayogatantra de los sarmapa, que en consecuencia es universal: tab-lam (thabs-lam). Por su parte, el sendero de<br />
la liberación recibe el mismo nombre que en el mahayogatantra de los ñingmapa, que, como vimos, es dröl-lam (grollam).<br />
Cabe señalar que en el sendero <strong>del</strong> método o tab-lam <strong>del</strong> anuyoga hay —como en el <strong>del</strong> mahayoga— dos<br />
posibles entrenamientos, que son el de las «puertas superiores» en el cual uno trabaja con los cuatro o seis chakra a fin de<br />
hacer que se manifieste gradualmente la sabiduría o gnosis innata, y el entrenamiento con las puertas inferiores, que<br />
consiste en la unión con la pareja, que hace que la sabiduría innata se manifieste instantáneamente. En la segunda hay dos<br />
aspectos, que son la Contemplación (<strong>del</strong>) sentido (don), que consiste en la Contemplación (de la) talidad más allá de todo<br />
pensamiento interpretativo, y la Contemplación (de los) signos o características, que es la que consiste en la<br />
transformación súbita en la deidad de meditación (devata o îidam).<br />
Por último, en el anuyoga la totalidad de las apariencias fenoménicas son Samantabhadra, el aspecto masculino<br />
<strong>del</strong> estado primordial, que es el mandala espontáneo de deidades, mientras que la naturaleza vacía de toda la existencia<br />
fenoménica es Samantabhadri, el aspecto femenino <strong>del</strong> estado primordial, que es la mandala de la talidad primordial. La<br />
esencia de ambos es el gran hijo gozoso, la naturaleza de la mismidad que es el mandala de la mente iluminada.