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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE - Ipef

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4.6 <strong>DE</strong>MANDA NUTRICIONAL <strong>DE</strong> E. nitens EN LA ETAPA <strong>DE</strong> CIERRE <strong>DE</strong> COPAS<br />

La mayor parte de los elementos nutritivos que demanda una plantación hasta el<br />

cierre de copas provienen de la disponibilidad del suelo mineral y de aquéllos<br />

adicionados mediante fertilización. En este sentido, el T1 (fertilizado desde el<br />

establecimiento) y el T11 (sin fertilizar) representan esquemas opuestos de manejo<br />

nutricional. Al respecto, las cantidades totales de elementos nutritivos acumuladas en<br />

cada tratamiento y su distribución en la biomasa, permitieron comparar la demanda de<br />

E. nitens en un esquema sin restricciones nutritivas y un esquema supeditado a la<br />

capacidad de entrega del suelo mineral.<br />

Como ilustran las Figuras 44 y 45, la cantidad de macroelementos acumulados en la<br />

biomasa del esquema fertilizado, en general, fue superior a la del esquema sin<br />

fertilizar. Las mayores diferencias entre tratamientos se localizaron en las demandas<br />

de calcio y de magnesio. Las cantidades acumuladas en el T1, para ambos elementos<br />

nutritivos, fueron 31 % superiores respecto al T11. Las diferencias mencionadas,<br />

representaron un consumo de 120 kg ha -1 más de calcio y 10,5 kg ha -1 más de<br />

magnesio. Sin embargo, la distribución de calcio y de magnesio en los componentes<br />

de la biomasa, no evidenció diferencias importantes entre tratamientos.<br />

En cuanto a la demanda de los elementos adicionados en las fertilizaciones<br />

(nitrógeno, fósforo y potasio), las cantidades consumidas en el T1 fueron mayores a las<br />

del T11 sólo en un 9,6 %, un 3 % y un 10 % respectivamente. Las diferencias entre<br />

tratamientos, representaron un consumo de 45 kg ha -1 más de nitrógeno, 0,8 kg ha -1<br />

más de fósforo y 28 kg ha -1 más de potasio. En este sentido, las diferencias resultaron<br />

exiguas, si se considera que la productividad en biomasa aérea del T1 fue un 55 %<br />

superior a la del T11 (Figura 21a). Asimismo, las cantidades totales de nitrógeno,<br />

fósforo y potasio acumuladas en la biomasa del tratamiento sin fertilizar, destacan la<br />

buena capacidad de entrega que exhibió el suelo en cuestión.<br />

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