11.05.2013 Views

Dios en el mundo

Dios en el mundo

Dios en el mundo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

gría. De típicas naciones católicas como Italia o España se<br />

dice, no sin razón, que pose<strong>en</strong> una ligereza interna.<br />

Quizás <strong>en</strong> algunas zonas de la cristiandad haya habido<br />

también una cierta educación deformada donde lo aterrador,<br />

lo oneroso, lo severo t<strong>en</strong>gan primacía, pero eso no es<br />

auténtico catolicismo. En mi opinión, <strong>en</strong> las personas que<br />

viv<strong>en</strong> la fe de la Iglesia predomina <strong>en</strong> última instancia la<br />

conci<strong>en</strong>cia de la salvación: ¡<strong>Dios</strong> no nos abandonará!<br />

¿Existe un l<strong>en</strong>guaje que <strong>Dios</strong> use para decirnos a veces de<br />

forma muy concreta: «Sí, hazlo». O: «¡Alto, último aviso!<br />

¡Será mejor que no lo hagas!» ?<br />

El l<strong>en</strong>guaje de <strong>Dios</strong> es sil<strong>en</strong>cioso. Pero nos ofrece numerosas<br />

señales. Si lanzamos una ojeada retrospectiva, comprobaremos<br />

que nos ha dado un empujoncito mediante amigos,<br />

un libro, o un supuesto fracaso, incluso mediante<br />

accid<strong>en</strong>tes. En realidad, la vida está ll<strong>en</strong>a de estas mudas<br />

indicaciones. Despacio, si permanezco alerta, a partir de<br />

todo esto se va conformando <strong>el</strong> conjunto y empiezo a percibir<br />

cómo <strong>Dios</strong> me guía.<br />

Para usted, que habla personalm<strong>en</strong>te con <strong>Dios</strong>, ¿es tan natural<br />

como hablar por t<strong>el</strong>éfono?<br />

En cierto modo, es una posible comparación. Yo sé que Él<br />

está siempre ahí. Y Él sabe sin duda alguna quién y qué<br />

soy. De ahí que aum<strong>en</strong>te la necesidad de llamarle, de comunicarme,<br />

de hablar con Él. Con Él puedo intercambiar<br />

tanto lo más s<strong>en</strong>cillo e íntimo, como lo más agobiante y<br />

trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tal. Para mí, <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido, es normal t<strong>en</strong>er la<br />

posibilidad de hablarle <strong>en</strong> la vida cotidiana.<br />

Entonces, ¿<strong>Dios</strong> se muestra siempre ll<strong>en</strong>o de respeto o<br />

también manifiesta humor?<br />

12<br />

Personalm<strong>en</strong>te creo que ti<strong>en</strong>e un gran s<strong>en</strong>tido d<strong>el</strong> humor. A<br />

veces le da a uno un emp<strong>el</strong>lón y le dice: «¡No te des tanta<br />

importancia!». En realidad, <strong>el</strong> humor es un compon<strong>en</strong>te de<br />

la alegría de la creación. En muchas cuestiones de nuestra<br />

vida se nota que <strong>Dios</strong> también nos quiere impulsar a ser un<br />

poco más ligeros; a percibir la alegría; a desc<strong>en</strong>der de nuestro<br />

pedestal y a no olvidar <strong>el</strong> gusto por lo divertido.<br />

Y <strong>en</strong> ocasiones, ¿se <strong>en</strong>fada usted con <strong>Dios</strong> sin poder evitarlo?<br />

Naturalm<strong>en</strong>te, de vez <strong>en</strong> cuando pi<strong>en</strong>so: «¿Por qué no me<br />

ayudará más?». A veces también me resulta <strong>en</strong>igmático. En<br />

los casos que me <strong>en</strong>fado percibo su misterio, su naturaleza<br />

ignota. Pero <strong>en</strong>fadarse directam<strong>en</strong>te con <strong>Dios</strong> significaría<br />

rebajarlo demasiado. Muchas veces la culpa de un <strong>en</strong>fado<br />

la ti<strong>en</strong><strong>en</strong> cuestiones muy evid<strong>en</strong>tes. Y cuando <strong>el</strong> <strong>en</strong>fado<br />

está realm<strong>en</strong>te justificado, uno ha de preguntarse siempre<br />

si tal vez no le habrá comunicado algo importante a través<br />

de él y de las cosas y de las personas que le irritan. Con<br />

<strong>Dios</strong> mismo, yo no me <strong>en</strong>fado jamás.<br />

¿Cómo comi<strong>en</strong>za usted <strong>el</strong> día?<br />

Antes de levantarme rezo primero una breve oración. El<br />

día parece difer<strong>en</strong>te cuando uno no se ad<strong>en</strong>tra directam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> él. Después vi<strong>en</strong><strong>en</strong> todas esas actividades que se<br />

realizan temprano: lavarse, desayunar. A continuación, la<br />

santa misa y <strong>el</strong> breviario. Ambos son para mí los actos fundam<strong>en</strong>tales<br />

d<strong>el</strong> día. La misa es <strong>el</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro real con la pres<strong>en</strong>cia<br />

de Cristo resucitado, y <strong>el</strong> breviario, la <strong>en</strong>trada <strong>en</strong><br />

la gran plegaria de toda la historia sagrada. Aquí los salmos<br />

son la pieza es<strong>en</strong>cial. Aquí se reza con los mil<strong>en</strong>ios y<br />

se oy<strong>en</strong> las voces de los Padres. Todo eso le abre a uno la<br />

puerta para iniciar <strong>el</strong> día. A continuación vi<strong>en</strong>e <strong>el</strong> trabajo<br />

normal.<br />

13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!