11.05.2013 Views

Dios en el mundo

Dios en el mundo

Dios en el mundo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

eflexionar por qué no somos capaces de proclamar la fe<br />

de manera que responda a los interrogantes actuales. Que<br />

las personas vu<strong>el</strong>van a ver y s<strong>en</strong>tir que esta fe atesora precisam<strong>en</strong>te<br />

lo que <strong>en</strong> realidad pret<strong>en</strong>demos con nuestros<br />

afanes.<br />

¿ESTÁ YA TODO ESCRITO?<br />

Existe una expresión árabe que int<strong>en</strong>ta <strong>en</strong>unciar un gran<br />

misterio de este <strong>mundo</strong>: Maktub. Traducido, significa más<br />

o m<strong>en</strong>os: 'Está escrito'. A lo mejor realm<strong>en</strong>te está ya todo<br />

escrito, la historia global d<strong>el</strong> <strong>mundo</strong>, la historia de mi nacimi<strong>en</strong>to<br />

y de mi muerte. En una misa escuché una vez:<br />

«Bi<strong>en</strong>av<strong>en</strong>turados los que ya están anotados <strong>en</strong> <strong>Dios</strong>, concretam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> gran libro de la vida». ¿Acaso <strong>Dios</strong> señala<br />

previam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> camino que debe recorrer cada persona<br />

de forma que yo sólo he de percatarme de lo que está anotado<br />

para mí?<br />

Creo que <strong>en</strong> este punto -a pesar de no ser un especialista <strong>en</strong><br />

<strong>el</strong> islam- existe una verdadera oposición <strong>en</strong>tre <strong>el</strong> islamismo<br />

y la fe cristiana. El islam parte de una idea de la predestinación<br />

muy rígida; las cosas están predestinadas, y yo vivo<br />

<strong>en</strong> esa red firmem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>samblada. La fe cristiana, por <strong>el</strong><br />

contrario, introduce de ll<strong>en</strong>o <strong>en</strong> <strong>el</strong> cálculo <strong>el</strong> factor libertad.<br />

Es decir, por una parte <strong>Dios</strong> lo abarca todo. Lo conoce<br />

todo. Dirige la historia. Y sin embargo la ha diseñado de<br />

tal forma que ti<strong>en</strong>e cabida la libertad. Es decir, la posibilidad<br />

de desviarme de lo que Él t<strong>en</strong>ía previsto para mí.<br />

¿Podría explicarlo con más exactitud?<br />

Es muy misterioso y difícil. También <strong>en</strong> <strong>el</strong> cristianismo se<br />

ha desarrollado <strong>en</strong> numerosas ocasiones la d<strong>en</strong>ominada teoría<br />

de la predestinación. Según dicha teoría, unos predesti-<br />

5°<br />

nados irán al infierno y los demás al ci<strong>el</strong>o, porque así estaba<br />

fijado desde siempre. La fe de la Iglesia siempre ha rechazado<br />

esa idea. Porque p<strong>en</strong>sar que, <strong>en</strong> cuanto individuo,<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> fondo nada puedo hacer -si soy carne d<strong>el</strong> demonio<br />

pues lo soy, y si estoy destinado al ci<strong>el</strong>o, <strong>en</strong>tonces también<br />

es así-, no se corresponde con la fe.<br />

<strong>Dios</strong> ha creado la verdadera libertad y también permite<br />

desbaratar sus planes (aunque lo hace de una forma que<br />

siempre vu<strong>el</strong>ve a crear algo nuevo). La historia lo pone de<br />

manifiesto. Primero t<strong>en</strong>emos <strong>el</strong> pecado de Adán, que derriba<br />

<strong>el</strong> proyecto de <strong>Dios</strong>. Y <strong>Dios</strong> responde <strong>en</strong>tregándose con<br />

más fuerza aún <strong>en</strong> la persona de Cristo.<br />

Es, por así decirlo, <strong>el</strong> ejemplo por antonomasia. Además,<br />

hay muchos más. Tomemos al pueblo de Isra<strong>el</strong>. T<strong>en</strong>ía<br />

que ser una teocracia, un ord<strong>en</strong> sin monarcas humanos,<br />

sólo con jueces que aplicarían <strong>el</strong> derecho divino. Pero<br />

los isra<strong>el</strong>itas también deseaban un rey. Querían ser como los<br />

demás. Y derriban <strong>el</strong> plan. <strong>Dios</strong> cede. Les da a Saúl, luego<br />

a David, y a partir de ahí recrea <strong>el</strong> camino hacia Cristo,<br />

hacia <strong>el</strong> rey que invierte toda realeza muri<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la<br />

cruz.<br />

T<strong>en</strong>emos aquí mod<strong>el</strong>os <strong>en</strong> los que las Escrituras nos permit<strong>en</strong><br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der cómo, por un lado, <strong>Dios</strong> acepta pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te<br />

la libertad, y por otro, cómo después se <strong>en</strong>grandece, y a<br />

partir d<strong>el</strong> fracaso, de la destrucción, ti<strong>en</strong>e la posibilidad de<br />

iniciar un nuevo punto de partida que, <strong>en</strong> cierto modo, superará<br />

incluso al anterior y resultará mejor y más grande.<br />

El hecho de que <strong>Dios</strong> lo sepa todo y sin embargo sean posibles<br />

otros proyectos es algo que ha traído de cabeza a los<br />

más grandes filósofos y teólogos. En algún lugar terminan<br />

nuestras posibilidades, pues no somos <strong>Dios</strong>, y nuestro horizonte<br />

es, <strong>en</strong> definitiva, muy limitado.<br />

Pero pi<strong>en</strong>so que podemos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo inmediato: <strong>Dios</strong><br />

ti<strong>en</strong>e la historia <strong>en</strong> la mano, me ti<strong>en</strong>e a mí <strong>en</strong> la mano, pero<br />

me deja la libertad de convertirme personalm<strong>en</strong>te y de ver-<br />

51

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!