11.05.2013 Views

Dios en el mundo

Dios en el mundo

Dios en el mundo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tas personas s<strong>en</strong>cillas, bondadosas, a las que la fe ha hecho<br />

bu<strong>en</strong>as, demuestran que la fe produce efectos muy positivos.<br />

Pi<strong>en</strong>so sobre todo <strong>en</strong> las personas ancianas de parroquias<br />

muy normales que han madurado gracias a la fe hasta<br />

alcanzar una <strong>en</strong>orme bondad. En los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros con<br />

<strong>el</strong>las se percibe calidez, una especie de brillo interior.<br />

Y al revés: también hemos de constatar que la sociedad,<br />

con la evaporación de la fe, se ha vu<strong>el</strong>to más dura, más viol<strong>en</strong>ta,<br />

más mordaz. El ambi<strong>en</strong>te, esto lo ha dicho hasta un<br />

teólogo tan crítico como Vorgrimler, no ha mejorado, sino<br />

que se ha tornado más irritable y maligno.<br />

LO MISTERIOSO<br />

El <strong>mundo</strong> de los cristianos es un <strong>mundo</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> que lo invisible<br />

es tan natural como lo visible. Los cristianos están rodeados<br />

de áng<strong>el</strong>es y áng<strong>el</strong>es custodios. Pued<strong>en</strong> contar con<br />

la ayuda d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Pued<strong>en</strong>, si lo desean, pedir<br />

consu<strong>el</strong>o y ayuda a la Virg<strong>en</strong> María. El gran int<strong>el</strong>ectual católico<br />

Romano Guardini dice que incluso podría hacerse<br />

visible lo espiritual y misterioso. El método es coger cosas<br />

o ejercicios sagrados y conc<strong>en</strong>trar todos los p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos,<br />

todo <strong>el</strong> espíritu, <strong>en</strong> estos signos. Entonces uno puede percibir<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> acto su poder santificador. Para los no católicos<br />

esto desde luego su<strong>en</strong>a extraño, e incluso muy ing<strong>en</strong>uo.<br />

No debemos analizar esto desde una óptica superficial y,<br />

<strong>en</strong> definitiva, supersticiosa. Como si viviéramos <strong>en</strong> un cosmos<br />

de poderes auxiliadores que nos arrebatan media<br />

vida. Lo cierto es que <strong>en</strong> la fe percibimos una realidad según<br />

la cual no exist<strong>en</strong> únicam<strong>en</strong>te las cosas palpables. De<br />

hecho, los grandes santos sigu<strong>en</strong> vivos. Esa gran familia<br />

está ahí, y percibirla significa que estoy rodeado de at<strong>en</strong>ción<br />

y de amor.<br />

48<br />

Para apr<strong>en</strong>der correctam<strong>en</strong>te estas cosas como las formuló<br />

Guardini, t<strong>en</strong>go que <strong>en</strong>cariñarme con ese hecho<br />

desde d<strong>en</strong>tro y asumirlo y compr<strong>en</strong>derlo -y <strong>en</strong>tonces yo<br />

también distinguiré una ori<strong>en</strong>tación-. No se trata de un recurso<br />

cómodo, de apartar la mitad de mi vida, sino de una<br />

indicación.<br />

Reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, aquí, <strong>en</strong> Italia, <strong>en</strong> las noticias, apareció<br />

una mujer que habló de su caso. Esperaba un hijo y la operación<br />

de corazón que t<strong>en</strong>ía que afrontar conllevaba un<br />

gran riesgo. Al periodista le contó, con ánimo muy alegre,<br />

que le había dicho s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te al padre Pío: «Padre Pío,<br />

ayúdame a mí y a mi hijo», y <strong>en</strong>tonces supo que no le ocurriría<br />

nada. A lo mejor eso es muy infantil e ing<strong>en</strong>uo, pero refleja<br />

la confianza original que se le brinda a uno cuando<br />

sabe que ti<strong>en</strong>e hermanos <strong>en</strong> <strong>el</strong> otro <strong>mundo</strong>. Ellos están próximos,<br />

me pued<strong>en</strong> ayudar, y yo recurriré a <strong>el</strong>los ll<strong>en</strong>o de<br />

confianza.<br />

Sin embargo, cada vez m<strong>en</strong>os personas parec<strong>en</strong> conocer los<br />

misterios de la fe. ¿Cómo ha sucedido esto?<br />

Acaso algo <strong>en</strong> nuestra fe se había vu<strong>el</strong>to demasiado mecánico.<br />

A lo mejor también existía demasiada ali<strong>en</strong>ación, demasiada<br />

poca p<strong>en</strong>etración íntima, tal como manifiestan las<br />

palabras de Guardini.<br />

La fe ti<strong>en</strong>e que ser revivida y re<strong>en</strong>contrada <strong>en</strong> cada g<strong>en</strong>eración.<br />

Y a la inversa: cuando una g<strong>en</strong>eración ya no percibe<br />

la fe cristiana y sus poderes auxiliadores, empr<strong>en</strong>de<br />

otro tipo de búsqueda, <strong>en</strong> ámbitos esotéricos, donde uno<br />

int<strong>en</strong>ta procurarse ayuda con piedras y qué sé yo con qué<br />

cosas más. Es decir, se buscan nuevas formas de convocar<br />

a poderes invisibles porque <strong>el</strong> ser humano si<strong>en</strong>te que podría<br />

o debería t<strong>en</strong>er otros auxiliadores. En ese s<strong>en</strong>tido, nosotros,<br />

los católicos, y sobre todo aqu<strong>el</strong>los que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> responsabilidad<br />

d<strong>en</strong>tro de la Iglesia, hemos de preguntarnos y<br />

49

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!