Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
transformó luego <strong>en</strong> lo secular y, con la d<strong>en</strong>ominación<br />
«Tercer Reich», llega hasta <strong>el</strong> nazismo.<br />
H<strong>en</strong>ri de Lubac escribió dos grandes volúm<strong>en</strong>es sobre<br />
las consecu<strong>en</strong>cias de Joachim. Ahí muestra también cómo<br />
esa idea, a través de una parte d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to franciscano<br />
que se opuso al papado secularizado como la auténticam<strong>en</strong>te<br />
santa nueva iglesia espiritual, provocó <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos<br />
teológicos notables. Aquí desde luego también se<br />
evid<strong>en</strong>ció que no existe ese triple paso de la historia. La<br />
historia <strong>en</strong>tera es, sin excepción, la época de <strong>Dios</strong> uno y trino.<br />
La Iglesia, <strong>en</strong> cuanto tal, es la última palabra de <strong>Dios</strong><br />
<strong>en</strong> la historia porque Cristo es la palabra definitiva. La<br />
Iglesia es capaz de ciertos progresos, pero no habrá algo difer<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> <strong>el</strong> futuro. A <strong>el</strong>la le está realm<strong>en</strong>te prometido:<br />
«Yo estaré <strong>en</strong> vosotros, con esta Iglesia, hasta <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong><br />
<strong>mundo</strong>». Todo lo demás sería obra de un aficionado, obra<br />
humana que se crea y se desvanece.<br />
16. SOBRE EL CARISMA<br />
SOBRE LA IGLESIA PRIMITIVA<br />
Un mesías ap<strong>en</strong>as puede dejar a sus seguidores una hipoteca<br />
mayor que Jesús. El se deja humillar, torturar y finalm<strong>en</strong>te<br />
matar. Y nada sucede. Ningún comando de liberación<br />
lo arranca de las manos de sus torturadores, ni<br />
<strong>el</strong> supuesto Hijo de <strong>Dios</strong> baja de la cruz. Y tampoco todo<br />
<strong>el</strong> <strong>mundo</strong> cree la noticia de su resurrección. Ahora sus discípulos<br />
están <strong>en</strong> Jerusalén. Viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> parte de donativos.<br />
Aunque dic<strong>en</strong> que <strong>en</strong>tre los primeros cristianos reinaba <strong>el</strong><br />
espíritu d<strong>el</strong> amor y de la fraternidad: «Todos eran un solo<br />
corazón y una sola alma. Entre <strong>el</strong>los no había necesitados».<br />
¿Cómo imaginarnos esa Iglesia primitiva? ¿Era una<br />
especie de comuna?<br />
La comparación con la comuna se ha utilizado <strong>en</strong> numerosas<br />
ocasiones. Es desacertada <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que no se trata<br />
de una organización estatal obligatoria, sino de una comunidad<br />
que se forma a partir de la íntima libertad de la fe,<br />
de la misión <strong>en</strong>com<strong>en</strong>dada a los apóstoles <strong>en</strong> P<strong>en</strong>tecostés.<br />
La historia de los apóstoles nos describe cómo esa palabra<br />
p<strong>en</strong>etra <strong>en</strong> <strong>el</strong> corazón de las personas, conmoviéndolas<br />
y transformándolas. Percib<strong>en</strong> que están <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia<br />
de algo realm<strong>en</strong>te nuevo, algo que esperamos; hemos<br />
de cambiar, convertirnos. Nos cu<strong>en</strong>tan que <strong>en</strong> un solo<br />
día bautizaron a tres mil personas. Y así surge esa primera<br />
Iglesia primitiva que vive todavía d<strong>el</strong> <strong>en</strong>tusiasmo original<br />
d<strong>el</strong> Espíritu Santo, d<strong>el</strong> contacto directo con <strong>el</strong> día de<br />
P<strong>en</strong>tecostés.<br />
345