11.05.2013 Views

Dios en el mundo

Dios en el mundo

Dios en el mundo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cho de nubes, también <strong>el</strong> muerto manti<strong>en</strong>e otra r<strong>el</strong>ación<br />

con la materia. La r<strong>el</strong>ación de <strong>Dios</strong> con <strong>el</strong> espacio material<br />

es precisam<strong>en</strong>te una r<strong>el</strong>ación de imperio total. Cuando<br />

hablábamos de los niv<strong>el</strong>es de cercanía a <strong>Dios</strong>, que no están<br />

condicionados por <strong>el</strong> espacio, decíamos que <strong>el</strong> alma, <strong>el</strong><br />

principio espiritual d<strong>el</strong> ser humano, tampoco se fija <strong>en</strong> un<br />

punto, <strong>en</strong> un órgano determinado, sino que constituye una<br />

forma de determinar <strong>el</strong> conjunto. De manera parecida, <strong>el</strong><br />

muerto también participa <strong>en</strong> la otra refer<strong>en</strong>cia espacial de<br />

<strong>Dios</strong>, que me es imposible determinar según categorías geográficas.<br />

Algunos han llegado incluso a decir que los muertos se<br />

manti<strong>en</strong><strong>en</strong> cerca de la tumba, cosa que a mí me parece un<br />

tanto espantosa. No, <strong>el</strong>los han salido de esa forma de localización<br />

material para <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> otra refer<strong>en</strong>cia espacial<br />

que es compartida por la superioridad espacial de <strong>Dios</strong>.<br />

A veces se puede ver a personas capaces de conmoverse internam<strong>en</strong>te<br />

al meditar <strong>en</strong> la inm<strong>en</strong>sidad d<strong>el</strong> océano. Así<br />

podemos percibir algo de esa superioridad espacial, de ese<br />

otro niv<strong>el</strong> de espacialidad, de la cercanía espiritual concretam<strong>en</strong>te.<br />

En cualquier caso, deberíamos desembarazarnos<br />

de la idea de que <strong>el</strong> fallecido t<strong>en</strong>dría que ser fijable <strong>en</strong> un<br />

punto geográfico. En lugar de <strong>el</strong>lo, sería preferible decirnos:<br />

«Está con <strong>Dios</strong>», es decir, de una forma nueva <strong>en</strong> la<br />

realidad d<strong>el</strong> universo y, de ese modo, también cerca de mí.<br />

Los seres humanos somos curiosos, y nos gustaría un poquito<br />

saber cómo es <strong>el</strong> paraíso. ¿Nos informan las Escrituras<br />

de lo que allí nos espera?<br />

Las Escrituras sólo pued<strong>en</strong> hablar de <strong>el</strong>lo con imág<strong>en</strong>es. Int<strong>en</strong>tan<br />

manifestarlo, por ejemplo, con la imag<strong>en</strong> de la liturgia<br />

c<strong>el</strong>estial. El nuevo espacio es, según eso, <strong>el</strong> éxtasis de<br />

la auténtica liturgia, y también <strong>el</strong> cantar y volar aparec<strong>en</strong><br />

como símbolos.<br />

414<br />

Pero todo esto también es susceptible de ser malinterpretado.<br />

Conocemos la historia d<strong>el</strong> bávaro que llega al paraíso<br />

y después ya no resiste los eternos cantos y al<strong>el</strong>uyas.<br />

Me parece importante que <strong>en</strong> esta otra situación no sólo<br />

cambie la forma d<strong>el</strong> espacio, sino también la temporalidad.<br />

Si nos imaginamos <strong>el</strong> paraíso como un tiempo infinito, se<br />

impondrá la idea de que <strong>en</strong> algún mom<strong>en</strong>to se hará demasiado<br />

largo. Pero ser arrancados de nuestro curso temporal<br />

normal, de hora <strong>en</strong> hora, de día <strong>en</strong> día, que a su vez están<br />

vinculados a la rotación de los astros, para <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> una<br />

nueva forma de pres<strong>en</strong>cia personal, significa también que<br />

esa forma de sucesión eterna se extingue -y que es un único<br />

gran instante de alegría-. Por eso deberíamos imaginarnos<br />

la eternidad más bi<strong>en</strong> como un mom<strong>en</strong>to de pl<strong>en</strong>itud<br />

situado más allá d<strong>el</strong> tiempo.<br />

¿Es usted donante de órganos?<br />

Sí, aunque supongo que mis viejos órganos ya no serán<br />

muy demandados.<br />

Una idea emocionante: un africano musulmán <strong>en</strong> París con<br />

<strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong> card<strong>en</strong>al Ratzinger...<br />

...Podría ser.<br />

La investigadora de la muerte Elisabeth Kübler-Ross t<strong>en</strong>ía<br />

una opinión terminante sobre la cuestión de si se debe prolongar<br />

artificialm<strong>en</strong>te la vida. He aquí sus palabras: «Rotundam<strong>en</strong>te<br />

no. No hay que acortar ni alargar la vida. Hay<br />

un mom<strong>en</strong>to adecuado para cada persona, <strong>el</strong> tiempo de<br />

morir». Esto también estaba r<strong>el</strong>acionado con ciertos asuntos<br />

sin resolver. Y, además, no dep<strong>en</strong>día tanto de las personas,<br />

porque al fin y al cabo «había un jefe todavía más<br />

importante que t<strong>en</strong>ía algo que decir».<br />

41*

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!