DE ALGUNOS PROVERBIOS
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lOO<br />
sì la m ager de N a b a l, no hubiera Ido á templar el f-jfor de D avid<br />
con su blandura y buen regalo. La prudencia de cs*a muger<br />
Ihm ada A b igail, fue alabada de todos; é igualmente lo será quien<br />
la im ite. Es locura querer resistir al mas poderoso , y por lo mis<br />
m o , esprudencía aplacarsus iras coa regalos y hum ildad. ¿Quan-<br />
las veces por este raedlo se reconcilian los m ayores enemigos ?<br />
Q uintas veces de este m o d o ,se precaven efectos m uy disastra'<br />
d o s? Sepamos pues apagar las iras con ci regalo secreto , sin<br />
faltar i la justicia , pues el Espíritu Santo d*ce , L a dadiva del<br />
hombre ensancha cl cam in o , y le da lugar delante de los Píínci^<br />
pes. ( 1 )<br />
¡2 «; diligit epulas in egestate erit, Prov. 2 1 . v . x j i<br />
E l que ama los banquetes eo pobreza será.<br />
^ L jA experiencia bien amarga acredita todos los días esta sen4<br />
ten d a del Espíritu Santo , y no están libres de ella los mas ti-,<br />
eos y opulentos. L a suntuosidad de los banquetes crece á propro^<br />
cion , ó sin proporcion del caudal, ó vanidad de quien los dispone;<br />
V n artesano se arruina facilmente por los convites freqücntes<br />
de dos pollas , y el rico por la profusion de sus mesas y re-<<br />
frescos. N o está cl mal unicamente en los g a sto s, sino eo sus<br />
conseqü:ncias , y por esto , no solo se reprueban los convites<br />
freqücntes , de quien los dá , sino también en quien los admite.<br />
E l c,ue los dá , deslumbrado con los aplausos , se derrama<br />
m as allá de donde puede llegar con su b ra z o , pero los que<br />
los admiten , se ven obligados á coresponder coo su equlvaleoie,<br />
y unos y otros dcfcuidan de sus haciendas , se CDtrcgjo á la<br />
ociosidad, y olvidan la economia de sus casas.<br />
■„N o quieras h allarte, dice en otra parte ( 1 ) el Espíritu<br />
Santo , en ios convites de los bebedores , ni en los banquetes<br />
de aquellos que ponen en junto los manjares , por que pasando<br />
el tiempo eo beber y dar escotes consumirse h»n , y su desidia<br />
vestida será de andrajos “ O xála que la experiencia abriera los<br />
ojos de los que han v isto la ruina de iQumerablcs por sem ejantes<br />
excesos.<br />
(|i ) Prov, 18, V . l í . ( i ) Prov» 23. V . 20.