La Caída del Dragón y del Águila - World Center of Humanist Studies
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invierte – según se vea) el primero absoluto en la lista y depredador máximo, el <strong>Águila</strong><br />
norteamericana, quien gasta la sideral suma de 661 billones, es decir más de 6 veces<br />
más, presupuesto que representa el 43% <strong>del</strong> gasto mundial total en armamentos. Pero ya<br />
nos ocuparemos pr<strong>of</strong>usamente de las filosas garras en próximas páginas, por lo que<br />
volvamos al caso chino.<br />
En relación a su PBI, China exhibe gastos militares correspondientes al 2%,<br />
porcentaje que se ha mantenido casi constante en los últimos veinte años. Sin embargo,<br />
esta estaticidad es aparente y la ingenuidad desaparece cuando tomamos en cuenta – una<br />
vez más - el enorme crecimiento en las finanzas de la potencia oriental. De este modo,<br />
vemos que en esos mismos veinte años, entre 1989 y 2009, el presupuesto militar se ha<br />
sextuplicado, pasando de “sólo” 16.3 billones a la ya citada centena billonaria. Esta<br />
suma a su vez, representa ya el 6.6 % <strong>del</strong> gasto mundial global. Por otra parte, no<br />
podemos olvidar que China sostiene el mayor ejército <strong>del</strong> mundo en número de<br />
efectivos, totalizando 2,2 millones en servicio activo.<br />
Si además damos crédito a fuentes bien informadas que nos hablan de un fuerte<br />
esfuerzo en la modernización de las Fuerzas Armadas de aquel país, sobre todo en el<br />
campo tecnológico, informático y logístico, se vuelve algo incomprensible tanto<br />
discurso pacifista.<br />
Continuando con la característica ambigüedad que poco a poco comienza a sernos<br />
familiar, ha sido notable el esfuerzo chino por apaciguar disputas territoriales con sus<br />
vecinos, intentando saldar los veintitrés diferendos pendientes incluso con importantes<br />
concesiones.<br />
Yendo más allá de esta política tendiente a disminuir toda tensión fronteriza - que<br />
según vimos anteriormente ha sido fuente de permanente zozobra y preocupación <strong>del</strong><br />
poder en toda la historia china – el <strong>Dragón</strong> ha elegido firmar la mayor parte de los<br />
tratados de control y no proliferación de armamentos. Por otra parte, la participación en<br />
misiones de las Naciones Unidas se ha multiplicado por veinte entre 2000 y el 2008. En<br />
Noviembre de ese año, 1949 chinos sirven en 9 distintas misiones de paz, la mayoría de<br />
ellas en África. Estos números, si bien relativamente pequeños, muestran junto al<br />
contexto anterior como China intenta mostrarse como una potencia “responsable” o<br />
“confiable”, ganándose el beneplácito de otros países y mostrando una contracara de<br />
“poder suave” ante la conocida arrogancia y agresividad norteamericanas. Pero ese<br />
mensaje también va dirigido a contrarrestar cierta imagen en la misma sociedad<br />
estadounidense, tratando de disolver cualquier sensación existente allí acerca de un<br />
supuesto “peligro chino”.<br />
En la misma dirección expansiva de matices suavizados, va la instalación de más de<br />
300 Institutos Confucio en el extranjero, con la idea de promover la cultura tradicional<br />
china. Según dos artículos <strong>del</strong> Asian Survey (Vol. 48 – Mayo-Junio 2008, Young &<br />
Jong y Wang & Lu – citados por Samuel Kim) la Oficinal Nacional para la Enseñanza<br />
de Chino como idioma extranjero, está aplicando un presupuesto millonario para lograr<br />
cuadriplicar el número de estudiantes foráneos de chino, intentando que esta cifra llegue<br />
a los cien millones hacia el año 2010.<br />
Todo ello nos va dando ya una pauta <strong>del</strong> tipo de relación con el mundo al que aspira<br />
el <strong>Dragón</strong>. Conciente de su renovada fuerza y conciente además de que los demás<br />
comienzan a reconocer esta fortaleza, China intenta minimizar su figura agigantada,