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La Caída del Dragón y del Águila - World Center of Humanist Studies

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De este modo, fusiones y absorciones son la modalidad actual de engullir y deglutir<br />

nuevos negocios, escapando a todo control monopólico que pudiera haber y sobre todo,<br />

oscureciendo a ojos <strong>del</strong> público la inmoral voracidad corporativa. No nos detendremos<br />

demasiado en los millones que invierten estas organizaciones en publicidad directa, que<br />

indirectamente sirven para controlar las líneas editoriales de emisoras de TV, radio o<br />

periódicos. En todas ellas, cualquier alusión al bien público en desmedro de la<br />

“iniciativa privada”, cualquier crítica a las prácticas egoístas fundamentantes <strong>del</strong><br />

sistema capitalista, serán vistas como “coercitivas de la libertad humana”, “tendencias<br />

socializantes” o “vueltas al pasado”. Así, quien quiera ser un directivo de tales medios,<br />

deberá alquilar su palabra y corazón a las tenebrosas “verdades” <strong>del</strong> individualismo y<br />

los negocios.<br />

Los grupos corporativos tampoco escatimarán esfuerzos para influir de manera<br />

directa en los asuntos políticos de cada país. Esto se produce como es sabido<br />

primariamente a través de aportes a la financiación de las campañas políticas de los<br />

candidatos que, en contrapartida se comprometerán a mantener “un buen clima” para la<br />

inversión privada y corporativa. Pero también las encuestas y las entrevistas en los<br />

medios – dominados como antes describimos por las mismas empresas – servirán para<br />

vaciar toda elección de cualquier significado democrático. <strong>La</strong> amplitud de las<br />

sociedades humanas hace hoy de los medios, aparatos casi imprescindibles para la<br />

propagación de un personaje, con lo cual la dependencia de la política de esos medios se<br />

ha convertido en factor decisivo. Para sintetizarlo en palabras sencillas: aquellos<br />

políticos que aspiran a convertirse en principales administradores de un lugar, dependen<br />

de los medios para lograrlo. Estos medios son dominados directa o indirectamente por<br />

corporaciones, las que son quienes deciden en definitiva, cuales son los candidatos más<br />

aptos para sus intereses.<br />

Digamos que este esquema general funciona más o menos bien en países<br />

“civilizados”, aunque en ocasiones el sentir y la intuición de los pueblos da por tierra<br />

con este molde tramposo en el que se desenvuelven las falsocracias actuales.<br />

Pero no será suficiente para las transnacionales con digitar candidatos y agendas<br />

políticas a ser tratadas. <strong>La</strong>s empresas han desarrollado un sistema impúdico conocido<br />

como “lobbysmo” (que veremos en detalle algo más a<strong>del</strong>ante) el cual permite, a plena<br />

luz pública, efectuar presiones sobre aquellos diputados electos encargados de dictar<br />

leyes, los cuales – según la escolar doctrina de la democracia – deberían poder legislar<br />

en nombre <strong>del</strong> bien público y alejados de toda influencia particular. Mientras tanto, esta<br />

misma corrupción hecha sistema, se rasgará las vestiduras ante “el alto nivel de<br />

corrupción existente en los países subdesarrollados”. Esta “corrupción endémica” <strong>del</strong><br />

mundo aún no tan maravilloso, será por otra parte un excelente camino para las<br />

multinacionales, quienes mediante sobornos, dádivas, apoyo político y muchos otros<br />

mecanismos influirán en las decisiones concernientes a otros pueblos. Cuando el<br />

aparato corrupto se vuelva demasiado costoso (ya que muchos se sumarán a la fila de<br />

los menesterosos de traje y corbata), se crearán organizaciones no gubernamentales para<br />

garantizar la “transparencia gubernamental” o sea, una reducción de los costos de<br />

influencia y soborno.<br />

Por último, la selección de personal en los diversos equipos de asesores (ministros y<br />

secretarios, funcionarios encargados de negociar tratados bilaterales o internacionales,

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