Logística: Matemáticas y Ejército I. - Universidad de Zaragoza
Logística: Matemáticas y Ejército I. - Universidad de Zaragoza
Logística: Matemáticas y Ejército I. - Universidad de Zaragoza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
or<strong>de</strong>narle que <strong>de</strong>stituya al Teniente<br />
Miguel Guerrero García, jefe<br />
interino <strong>de</strong>l aeródromo <strong>de</strong> Armilla,<br />
y a varios oficiales más consi<strong>de</strong>rados<br />
“peligrosos” e informarle <strong>de</strong> que el<br />
Capitán Narciso Muñoz <strong>de</strong>l Corral<br />
sería el nuevo jefe.<br />
Lunes 20 <strong>de</strong> julio.<br />
Esa misma noche <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> julio,<br />
Queipo <strong>de</strong> Llano en su alocución<br />
<strong>de</strong> radio se alegra <strong>de</strong> la adhesión<br />
<strong>de</strong> Granada al alzamiento; pero ni<br />
una sola referencia cariñosa hacia<br />
Campins que ni siquiera se refirió<br />
a él por su nombre: “Granada, cuyo<br />
Gobernador Militar anduvo un poco<br />
remiso, se ha sumado a nosotros”.<br />
Martes 21 <strong>de</strong> julio<br />
A primera hora <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong><br />
julio, el Capitán Martínez <strong>de</strong> la<br />
Victoria que se había hecho cargo<br />
<strong>de</strong>l mando <strong>de</strong>l aeródromo <strong>de</strong> Armilla<br />
informa al General Campins que<br />
tres cazas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> Getafe<br />
que <strong>de</strong>sconocían la sublevación<br />
<strong>de</strong> Granada han aterrizado en el<br />
aeródromo y que él ha or<strong>de</strong>nado su<br />
<strong>de</strong>tención y espera ór<strong>de</strong>nes. Campins<br />
le felicita y le or<strong>de</strong>na que los revise<br />
y que se dispongan a operar bajo sus<br />
directrices. A continuación llama<br />
a Sevilla para informar a Queipo<br />
<strong>de</strong> Llano. Esta buena noticia que<br />
Campins esperaba dar a su nuevo<br />
jefe, lejos <strong>de</strong> servir para aproximar<br />
distancias produjo un nuevo<br />
enfrentamiento ya que Campins se<br />
negó a ce<strong>de</strong>r estos aviones a Queipo<br />
por necesitarlos en Granada para<br />
consolidar el levantamiento. La<br />
conversación continuó por <strong>de</strong>rroteros<br />
especialmente <strong>de</strong>sagradables<br />
cuando Queipo le comentó que la<br />
tar<strong>de</strong> anterior le había llamado el<br />
Comandante Valdés para quejarse<br />
por las limitaciones que Campins<br />
imponía a su acción; así que<br />
Queipo acabó prohibiéndole que<br />
se inmiscuyera en asuntos que no<br />
fueran estrictamente militares y le<br />
cortó bruscamente.<br />
Nada más terminar esta<br />
conversación, Campins, fiel a<br />
su estilo, llamó al Comandante<br />
Valdés para repren<strong>de</strong>rle por hablar<br />
directamente con Queipo y prohibirle<br />
que volviera a hacerlo. Sin duda, esto<br />
fue “el final <strong>de</strong>l final” puesto que<br />
el Comandante, muy en su puesto<br />
<strong>de</strong> Gobernador Civil, se sintió muy<br />
indignado y en unión <strong>de</strong>l Coronel <strong>de</strong><br />
Artillería, Antonio Muñoz Jiménez, y<br />
otros Oficiales críticos con Campins<br />
(especialmente los <strong>de</strong> Aviación)<br />
<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> aprovechar el antagonismo<br />
entre este y Queipo para sacarlo <strong>de</strong>l<br />
Gobierno Militar.<br />
Valdés y Muñoz no tardan en<br />
urdir un plan y esa misma mañana <strong>de</strong>l<br />
22 <strong>de</strong> julio, aprovechando un vuelo a<br />
Sevilla para proveerse <strong>de</strong> piezas para<br />
el aeródromo <strong>de</strong> Armillas, <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n<br />
enviar a dos <strong>de</strong> los pilotos que<br />
Campins había or<strong>de</strong>nado <strong>de</strong>stituir<br />
unos días antes, para que contaran<br />
a Queipo el comportamiento <strong>de</strong><br />
Campins respecto a la sublevación<br />
en Granada. Son <strong>de</strong>signados los<br />
tenientes Bermú<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Castro y<br />
Peñafiel Calahorra que nada más<br />
llegar a Tablada son recibidos por<br />
Queipo quien escucha complacido<br />
las acusaciones sobre Campins:<br />
resistencia a sublevarse, obediencia<br />
al Gobierno <strong>de</strong> Madrid, organización<br />
<strong>de</strong> la columna para Córdoba,<br />
obediencia al Gobernador Civil<br />
sobre la entrega <strong>de</strong> armas al pueblo,<br />
colaboración en las <strong>de</strong>stituciones<br />
<strong>de</strong> pilotos afines al levantamiento y<br />
consecuentemente la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong><br />
material aéreo, la or<strong>de</strong>n a la Guardia<br />
Civil <strong>de</strong> Motril para no <strong>de</strong>tener a los<br />
fugitivos <strong>de</strong> Armilla, etc., etc.<br />
Queipo no necesitó más. Le<br />
bastó la acusación verbal <strong>de</strong> un<br />
Teniente para or<strong>de</strong>nar <strong>de</strong>tener a<br />
todo un General, Gobernador Militar<br />
<strong>de</strong> una Plaza, con un prestigio<br />
en el <strong>Ejército</strong> como pocos y que,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo, estaba <strong>de</strong> su parte<br />
pues había acabado sumándose al<br />
levantamiento. Ni un informe, ni<br />
un expediente, ni unas diligencias,<br />
ni siquiera escucharlo. Nada. En<br />
realidad, el informe <strong>de</strong> los Tenientes<br />
no era más que la excusa que Queipo<br />
necesitaba para acabar con un<br />
General especialmente molesto.<br />
Esa misma tar<strong>de</strong>, en el trascurso<br />
<strong>de</strong> la charla radiofónica habitual <strong>de</strong><br />
las 15,30, or<strong>de</strong>na la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong><br />
ARMAS Y CUERPOS 23<br />
Campins utilizando unos términos<br />
groseros e insultantes.<br />
Campins nada más conocer el<br />
contenido <strong>de</strong> la arenga radiofónica<br />
<strong>de</strong> Queipo llama a Sevilla indignado.<br />
Queipo no se quiere poner y lo hace<br />
en su nombre el Comandante <strong>de</strong><br />
Estado Mayor José Cuesta Monereo<br />
quien le confirma la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l<br />
General <strong>de</strong> que entregue el Mando<br />
y se consi<strong>de</strong>re arrestado.<br />
Campins, acata la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
Queipo, al que consi<strong>de</strong>ra su jefe<br />
inmediato, y llama al Coronel más<br />
antiguo, León Mestre, para hacerle<br />
entrega <strong>de</strong>l mando. A continuación,<br />
se recluye en su pabellón como<br />
arrestado. Eran poco más <strong>de</strong> las ocho<br />
<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />
Nada más hacerse cargo <strong>de</strong>l<br />
mando, el Coronel León publica un<br />
nuevo bando en sustitución <strong>de</strong>l que<br />
hacía poco más <strong>de</strong> 24 horas había<br />
publicado Campins. La simple<br />
lectura <strong>de</strong> ambos <strong>de</strong>scubre que están<br />
escritos por manos muy diferentes. El<br />
nuevo bando utiliza términos mucho<br />
más duros, agresivos y amenazantes<br />
que el firmado por Campins, con<br />
constantes alusiones a la aplicación<br />
<strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> justicia Militar,<br />
la formación <strong>de</strong> procedimientos<br />
sumarísimos o la amenaza <strong>de</strong> ser<br />
“pasados por las armas” quienes<br />
incumplan lo or<strong>de</strong>nado.<br />
Arrestado Campins, los<br />
sublevados ya no tenían ningún<br />
freno, mientras que el nuevo Bando<br />
les daba el soporte legal para<br />
imponerse libremente. A partir <strong>de</strong><br />
esa noche <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong> julio, la sangre<br />
empezó a correr en Granada. Des<strong>de</strong><br />
su reclusión, Campins contemplaba<br />
estos <strong>de</strong>smanes con pena a la vez que<br />
con la conciencia tranquila <strong>de</strong> saber<br />
que mientras él retuvo la autoridad,<br />
en Granada no se había <strong>de</strong>rramado<br />
una sola gota <strong>de</strong> sangre.