Logística: Matemáticas y Ejército I. - Universidad de Zaragoza

Pero al hilo de nuestra profesión
castrense, no puedo dejar de
transcribir un párrafo del discurso que
pronunció nuestro general Balcázar
el día de nuestra Entrega de Sables
el 23 de septiembre de 1972:
“Si vuestra vocación es firme,
encontraréis hermosa y sublime
vuestra misión, pero si vuestro
ánimo decae, si vuestro espíritu
titubea o en vuestro corazón se
albergan sentimientos bastardos, es
mejor que no sigáis, que elijáis otra
profesión, porque un mal militar es
tan pernicioso como un traidor al
Ejército y a la Patria”.
Frase aplicable a todas las
promociones y a todos aquellos
que opten por este camino, el de la
carrera militar.
Cuando nos incorporamos a las
Academias Especiales lo hicimos
con malos presagios de que estallase
una guerra en el Sáhara Español.
Por esta razón, esta segunda fase
de nuestros estudios específicos no
duró los dos años establecidos. Tres
promociones, la anterior y posterior
a la nuestra, vimos como nuestro
tiempo de estancia académica se veía
reducido proporcionalmente para
acudir a las trincheras y alambradas
del Sáhara.
La nuestra se vio afectada en
siete meses de reducción. En lugar
de salir tenientes el mes de julio de
1975 lo hicimos en el de diciembre
de 1974. Aunque este adelanto ya no
sirvió para el propósito mencionado,
porque después de la muerte del Jefe
del Estado y la celebración de la
famosa “Marcha Verde”, el problema
político y bélico se solucionó con la
entrega del territorio.
Los componentes de la XXXI
Promoción, con nuestro sistema de
enseñanza, ya hemos escrito nuestra
historia militar con sus aciertos y
errores (y la siguen escribiendo
nuestros generales y algunos pocos
coroneles que aun siguen en activo);
hemos sido la primera promoción que
entró en la General con un sistema
de gobierno dictatorial y salimos
tenientes en tiempos de Monarquía
y de Transición a la Democracia;
hemos derramado sangre causada
por el terror de ETA en la figura de
nuestro querido compañero el coronel
Rafael Villalobos, con quien nos
sentimos plenamente identificados,
y hemos cumplido con nuestro deber
allá donde hemos estado.
Para finalizar esta pequeña
crónica de nuestra Promoción,
quiero fijarme en como finaliza
6 ARMAS Y CUERPOS
nuestro himno de la General: “…Y
unida siempre luchará hasta el fin
por España la Academia General”.
Frase que hago extensiva a todos los
componentes de la XXXI en un deseo
de que la unión y compañerismo,
nacido en las aulas y en los diferentes
campos de maniobras durante estos
40 años, siga manteniéndose en los
años venideros. Sentimiento que me
gustaría transmitir a las Promociones
LXXI (que nos acompañó en la
Rejura) y LXXII en su devenir
académico y posterior vida militar.
Es verdad que en nuestra última
formación no estuvimos todos,
pero no hubo ningún “ausente”,
estuvimos todos “presentes” o “como
presentes”; y no quiero terminar
este pequeño trabajo sin enviar
un enorme, cariñoso y nostálgico
recuerdo y abrazo a todos aquellos
que ya han emprendido el último
viaje, por actos de servicio o por
enfermedad, para que intercedan por
nosotros y por esta nuestra España,
para que se mantenga siempre unida
y en paz.