ELPMUNDOEDICION:

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El presidente del Congreso, según
fuentes consultadas, dio tres posibilidades:
hacer una declaración
institucional, nombrar una comisión
parlamentaria para visitar al
nuncio de Su Santidad en España
o guardar un minuto de silencio
antes de iniciar el pleno de ayer
martes.
Fue esta última posición la
acordada de forma unánime por
los portavoces parlamentarios, no
sin que el dirigente de ERC en este
órgano, Joan Tardá, advirtiera
en la reunión que la iniciativa no
le gustaba. «Un minuto me parece
excesivo», afirmó.
No obstante, como Tardá confirmó
a EL MUNDO más tarde, su
grupo decidió apoyar la propuesta
por respeto, «pero sin sumisión,
porque somos radicalmente laicos,
lo que no quita que nos sumáramos
a este acuerdo», manifestó.
Llegó la hora del minuto de silencio,
a las cuatro de la tarde, y
cuando Marín convocó al Pleno y
al minuto de silencio e invitó a los
diputados a ponerse en pie, saltó
la sorpresa: no todos los parlamentarios
se levantaron de su escaño.
Cuatro diputadas socialistas
–tres del PSC y una del PSOE:
Lourdes Muñoz, Elisenda Malanet,
Montserrat Coldeforns y María
Escudero– optaron por permanecer
sentadas.
Del grupo de ERC, sólo se levantaron
dos diputados: Joan
Puig y Josep Andreu; el resto permaneció
sentado.
Tardá confirmó posteriormente
a este diario que la posición del
grupo era de respeto, por lo que
decidieron permanecer sentados
como posición de esta fuerza política,
«pero claro que respetamos
la libertad de conciencia, ¡faltaría
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005
ESPAÑA
Diputados del PSOE, IU y ERC no se levantan en
el homenaje silencioso por la muerte del Papa
Joan Tardá, en la Junta de Portavoces, ante la propuesta de Marín: «Un minuto me parece excesivo»
más!», dijo, en referencia a los
dos diputados independentistas
que optaron por levantarse.
De Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya Verds, todo el grupo
presente en el Hemiciclo permaneció
sentado: Joan Herrera,
Angel Pérez y Carmé García.
Gaspar Llamazares, oficialmente,
no pudo acudir a tiempo al pleno,
aunque algunas fuentes aseguran
que no quiso acudir. Isaura
Navarro, miembro de la Mesa del
Congreso, sí decidió levantarse.
La polémica estaba servida. Y
un tema de conciencia y muy personal
provocó todo un debate político
por la tarde.
La pregunta en el Congreso era:
«¿Tú te has levantado con lo del
Papa?». Y las respuestas eran variopintas.
En el Grupo Socialista había
malestar generalizado por la iniciativa
aprobada, aunque los más
laicistas optaron por la disciplina
de grupo.
Llamativos fueron los casos de
Victorino Mayoral –uno de los promotores
de la Plataforma por una
Sociedad Laica– y del miembro de
la Ejecutiva Federal Alvaro Cues-
ta, otro laicista radical. Ambos, se
levantaron en el minuto de silencio.
También Alfonso Guerra.
Otros, como Llamazares, no
«pudieron» acudir a tiempo, por
las múltiples tareas parlamentarias
que les ocupaban, aunque curiosamente
todos ellos ya sabían
porlamañanacómoibaaempezar
el pleno parlamentario.
La pregunta a los diputados
suscitaba todo tipo de respuesta:
«Yo me he levantado por respeto a
la muerte de un jefe de Estado»,
dijo el diputado socialista Oscar
López, acostumbrado a preparar y
dar respuestas políticamente correctas
en situaciones difíciles.
José Blanco, el secretario de Organización
del PSOE, tuvo menos
problemas, y reivindicó su condición
de cristiano, lo que lleva haciendo
desde que empezaron los
conflictos entre la Iglesia y el Gobierno.
En fuentes socialistas también se
destacó que, pese al acuerdo de la
Junta de Portavoces, había libertad
de conciencia para levantarse, sentarse
o no acudir al pleno, y en todo
momento consideraron lo ocurrido
un tema menor y muy minoritario.
Eso sí, algunas fuentes no tardaron
en apuntar que hayan sido especialmente
las mujeres del PSOE
las que hayan protagonizado el
pequeño plante.
En lo que sí hubo unanimidad
de todas las fuerzas es en el respeto
a todos los diputados ya
acudieran o no, se levantaran o
no. «Esto sólo pertenece al ámbito
personal», dijo un parlamentario
que se negó a contestar si se
había levantado.
Aspecto del hemiciclo del Congreso de los Diputados ayer al comienzo del Pleno, con la mayoría de los parlamentarios en pie y varios de los grupos de izquierda sentados en sus escaños. / FERNANDO ALVARADO / EFE
C. REMIREZ DE GANUZA
MADRID.– Un sector del
Grupo Parlamentario Popular
ha puesto un interés especial
en hacer visible su
respeto y simpatía hacia la
Iglesia y ha logrado, tras varios
días de negociación directa
con la Secretaría de
Estado del Vaticano, un hueco
significativo en las exequias
de Juan Pablo II.
Serán siete los diputados
que compondrán la delegación
oficiosa, dos miembros
más de la que, con carácter
oficial, y en lugar mucho
más destacado, encabezarán
los Reyes de España, y
en la que participará el presidente
del PP, Mariano Rajoy,
junto al presidente del
Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, y el ministro
de Asuntos Exteriores, Miguel
Angel Moratinos.
El agente intercesor del
«milagro» diplomático ha sido
el secretario general del
Grupo Parlamentario en el
Congreso, y antiguo secretario
de Estado para las Relaciones
con las Cortes, Jorge
Fernández. Los buenos oficios
de este diputado catalán
cerca de la Curia y su probado
entusiasmo en organizar
expediciones parlamentarias
a Roma desde el Jubileo
de 2000, han servido para lograr
los siete pases del Vaticano,
con los que los populares
podrán ocupar sus asientos
entre el público asistente
al funeral.
La lista de los elegidos
–en cuyo borrador figura un
eurodiputado– aún está por
confirmar. Varios parlamentarios
han mostrado interés
personal en el viaje y algu-
Dos diputados de ERC
optaron por levantarse,
en contra de la posición
del grupo parlamentario
Un grupo de políticos del PP planea asistir al funeral
nos, por el contrario, han cedido
ya sus puestos por problemas
de agenda. Ningún
miembro de la cúpula del
partido formará, en todo caso,
parte del grupo, ya que
se le quiere dar un carácter
privado.
En los escaños del Congreso,
los populares criticaron
ayer la «incoherencia»
de los socios del Gobierno
por visualizar su «falta de
respeto» al Papa después de
no haber objetado nada en
la Mesa ni en la Junta a que
se realizara un minuto de silencio,
y se ratificaron en la
necesidad de viajar a Roma.
No son los únicos. La portavoz
del Gobierno vasco,
Miren Azkarate, y el comisionado
del lehendakari para
las Relaciones Internacionales,
José María Muñoa,
también asistirán a los funerales
del Papa.
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