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EL FINAL DE UN PONTIFICADO / LOS PRECEDENTES<br />
¿De qué mueren<br />
los papas?<br />
A lo largo de la Historia, muchos<br />
pontífices han fallecido por enfermedad,<br />
martirio, accidente o asesinato<br />
JOSE MANUEL VIDAL<br />
Enviado especial<br />
ROMA.– El parte médico oficial de<br />
Juan Pablo II reza así: «El Papa ha<br />
muerto de un shock séptico y de<br />
una parada cardiovascular irreversible».<br />
En la cama de sus aposentos<br />
apostólicos. A lo largo de la Historia,<br />
los papas han muerto de las<br />
formas más serenas y tranquilas y<br />
también de las más truculentas:<br />
víctimas de todo tipo de enfermedades,<br />
homicidios, martirios, accidentes<br />
e, incluso, asesinatos. Más<br />
de una docena de papas fueron envenenados.<br />
Lucio II (1144) murió de una pedrada<br />
lanzada al azar, mientras pasaba<br />
revista a sus tropas. A Juan<br />
XXI le mató la biblioteca que se le<br />
desplomó encima. Varios papas<br />
murieron víctimas de la peste. A<br />
otros les consumió la gota o la malaria.<br />
Inocencio VIII (1484-1492)<br />
sufría graves trastornos gástricos.<br />
Como si fuese un niño, su estómago<br />
sólo admitía leche de mujer, que<br />
cada día varias amas de cría romanas<br />
ofrecían en el Vaticano.<br />
A Calixto III (1455-1458) se le<br />
hinchaban las piernas como bombos<br />
y murió de hidropesía. Pío III<br />
(1503) sufría unos dolores de gota<br />
tan terribles que tuvieron que suprimir<br />
parte de la ceremonia de su<br />
coronación y murió sólo diez días<br />
después de la misma. San Pío V<br />
murió aquejado de «mal de vejiga».<br />
Gregorio XIV (1590-1591) fue víctima<br />
de los tratamientos de sus médicos,<br />
que le sometieron a la administración<br />
de oro molido.<br />
ALBERTO MELLONI<br />
Corriere della Sera / EL MUNDO<br />
El paso de un Pontificado a otro<br />
es, para los católicos, el tránsito fisiológico<br />
del luto a la regeneración,<br />
determinado por normas severas<br />
cuyos orígenes se remontan<br />
a la Historia de la Iglesia. Ritos que<br />
fascinan a una opinión pública<br />
huérfana de misterio, pensados<br />
para garantizar la solidez de un<br />
proceso electoral que, en tiempos,<br />
se refería a la totalidad de los obispos.<br />
Normas muchas veces medievales<br />
y retocadas por los distintos<br />
papas. En el año 800, las normas<br />
de elección sufrieron adaptaciones<br />
de emergencia para poner freno<br />
a la intromisión de los Estados<br />
revolucionarios y modernos.<br />
Pío IX dispone en varias bulas<br />
que la mayoría de los cardenales<br />
romanos regule la sede y las formas<br />
de la elección con libertad,<br />
para que los odiados Saboya, des-<br />
Alejandro VII estaba tan consumido<br />
que, cuando murió, parecía<br />
un esqueleto viviente. A Gregorio<br />
XV le mató el mal de la piedra. Clemente<br />
XIV (1769-1774) fue víctima<br />
de una crisis maníaco depresiva,<br />
que le hacía ver asesinos hasta en<br />
sus propios cardenales. Clemente<br />
XII perdió por completo la memoria<br />
e Inocencio XIII pasó los tres últimos<br />
años de su Pontificado, de<br />
1721 a 1724, postrado en su cama.<br />
Un forúnculo obligó a Pío VIII a<br />
mantener su cabeza inclinada hacia<br />
un lado, lo que convirtió los dos<br />
años últimos de su Papado en una<br />
gran tortura física y psíquica. Y<br />
Gregorio XVI murió en 1846, a los<br />
81 años, con el rostro desfigurado<br />
por un cáncer.<br />
Los últimos días de los papas del<br />
siglo XX tampoco estuvieron exentos<br />
de enfermedades y largas agonías.<br />
San Pío X (1903-1914) padeció<br />
una crisis bronquial complicada<br />
con una uremia. Benedicto XV<br />
(1914-1922) se fue en cuatro días, a<br />
los 67 años, víctima de una gripe,<br />
que degeneró en broncopulmonía.<br />
Pío XI (1922-1939) estaba gravemente<br />
enfermo del corazón. Su<br />
muerte, acaecida el 10 de febrero<br />
de 1939, dio pábulo a todo tipo de<br />
especulaciones, entre ellas la de<br />
que murió por una inyección letal<br />
que le administró el doctor Petacci,<br />
padre de la amante de Mussolini.<br />
El Papa Pacelli sufría la afección<br />
de un hipo insistente e irreductible,<br />
adelgazaba cada vez más, rechazaba<br />
la comida y no podía dormir. En<br />
1954, padeció una grave crisis y,<br />
LA HISTORIA DE LOS CONCLAVES<br />
de 1870 dueños incluso de Roma,<br />
no impusieran su sucesor.<br />
El Papa, de hecho, rechaza las<br />
garantías ofrecidas por el Gobierno<br />
y da al camarlengo los poderes<br />
que antes pertenecían a la Policía.<br />
Desde entonces, es éste quien sellará<br />
los apartamentos y cerrará<br />
los portones para impedir la rapiña<br />
del palacio y la invasión del populacho<br />
enfurecido y excluir cualquier<br />
intromisión de los usurpadores<br />
de Roma.<br />
El 7 de febrero de 1878, a la<br />
muerte de Pío IX el colegio tiene,<br />
pues, que decidir cosas. En la primera<br />
reunión 234 cardenales, incluido<br />
Pecci, el camarlengo, votan<br />
para que se traslade el Cónclave a<br />
un lugar más seguro, ocho por seguir<br />
en Roma y tres en blanco. Al<br />
día siguiente, otro cardenal vota<br />
por ir a Mónaco, dos a Malta, cinco<br />
a España, y 32 por permanecer en<br />
el Vaticano... Entre otras cosas<br />
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005<br />
MUNDO<br />
para superarla, se sometió a una<br />
cura consistente en practicarle inyecciones<br />
de células vivas. Se recuperó<br />
bastante bien, hasta que, cuatro<br />
años después, el 6 de octubre de<br />
1958, encontrándose en Castelgandolfo,<br />
comenzó su agonía, que duró<br />
dos días y dos noches. Pero el<br />
drama de la muerte de Pío XII se<br />
convirtió en un espectáculo públi-<br />
El cardenal Pecci, convertido<br />
en León XIII en dos días<br />
Un ayudante vaticano retira una sábana del trono vacío de Juan Pablo II. / REUTERS<br />
porque, más que Italia, son las coronas<br />
católicas las que ejercen el<br />
derecho a veto o lo intentan.<br />
Los cardenales de Budapest y<br />
Viena entran en el Cónclave con la<br />
orden de oponerse en nombre del<br />
emperador a la elección de Giovanni<br />
Battista Franzelin o del polaco<br />
Mieczyslaw Ledochowski.<br />
Francia quería impedir la elección<br />
de Luigi Bilio. Ninguno de los vetos<br />
fue efectivo porque los cardenales<br />
a los que iban dirigidos no<br />
logran los votos del Cónclave.<br />
A diferencia de lo que sucederá<br />
en el siglo XX, se conservan cartas,<br />
diarios y relatos de los que se<br />
desprende la franqueza responsabledelospríncipes<br />
de la Iglesia.<br />
Cuando sale el nombre del pío cardenal<br />
Martinelli, Domenico Bartolini<br />
se levanta para decir que es<br />
«tontito, por las calles las mujeres<br />
le ponen los cuernos. Ustedes se<br />
equivocaron al hacerlo cardenal y<br />
co. Su arquiatra (médico pontificio)<br />
tomó toda una serie de fotografías<br />
(que después vendería a<br />
una revista francesa), en las que el<br />
Sumo Pontífice aparecía privado<br />
de cualquier indumento que identificara<br />
su categoría, cubierto con<br />
sábanas arrugadas y sudadas y con<br />
el rostro descompuesto por los espasmos<br />
de la agonía. En alguna de<br />
León XIII. / EL MUNDO<br />
¿ahora quieren hacerlo Papa? Por<br />
favor, no introduzcamos el fatalismo<br />
en la Iglesia».<br />
Tommaso Maria Martinelli está<br />
tan mal visto por otros cardenales<br />
que, en 1878, según el padre Calenzio<br />
(acompañante del cardenal<br />
Pecci) sienten «miedo... o más que<br />
miedo una indignación universal<br />
por el rumor que se había extendido<br />
por el Cónclave sobre que se<br />
quería hacer Papa al cardenal Marinelli<br />
para intentar aplacar a Dios<br />
eligiendo un cardenal de vida santa,<br />
que por su unión con Dios pu-<br />
las fotos aparecía la madre Pasqualina<br />
Lenhert, la famosa gobernanta<br />
del Papa conocida en Roma con el<br />
sobrenombre de virgo potens, tomándole<br />
la mano cariñosamente al<br />
Pontífice, provocando todo tipo de<br />
habladurías.<br />
Con Juan XXIII, la muerte dejó<br />
de ser un hecho de corte en el Vaticano.<br />
El Papa bueno murió roído<br />
por un cáncer de estómago el 3 de<br />
junio de 1963 a los 81 años de edad.<br />
Su agonía fue seguida minuto a minuto<br />
por millones de personas a<br />
través de la radio.<br />
Pablo VI fue el primero que se<br />
hizo operar en el Vaticano. El Papa<br />
Montini sufría de una artrosis que<br />
Gregorio XIV fue víctima<br />
de los tratamientos de<br />
sus médicos, que le<br />
administraron oro molido<br />
constituía un serio impedimento<br />
para muchos de sus movimientos<br />
físicos. Por eso, se vio obligado a<br />
restaurar el uso de la silla gestatoria,<br />
que él mismo había suprimido,<br />
en sus comparecencias públicas,<br />
antes de las cuales era inyectado<br />
por sus arquiatras. Cumplidos los<br />
80 y cuando ya barruntaba la proximidad<br />
de su muerte, recibió un<br />
durísimo golpe con el asesinato de<br />
su amigo Aldo Moro a mano de las<br />
Brigadas Rojas. La última vez que<br />
se le vio en público fue en su entierro,<br />
en la basílica de San Juan de<br />
Letrán. Falleció en Castelgandolfo<br />
el 6 de agosto de 1978.<br />
Juan Pablo I fue encontrado<br />
muerto en su lecho el 29 de septiembre<br />
de 1978, a punto de cumplir<br />
los 66 años de edad. Las extrañas<br />
contradicciones en los relatos<br />
del hallazgo del cuerpo, así como<br />
la negativa de las autoridades vaticanas<br />
a practicarle la autopsia desataron<br />
todo tipo de especulaciones,<br />
incluida la de su envenenamiento.Pasóalahistoriacomoel<br />
Papa meteorito, porque su Pontificado<br />
duró sólo 33 días.<br />
diese atraer sobre la Iglesia la luz<br />
divina y el sostén celestial».<br />
Monseñor Cretoni dice a sus colegas<br />
que «el Papa, que a mi juicio<br />
debe superar los 65 años, debe ser<br />
el Papa y el Padre de todos, porque<br />
una edad provecta unida a la santidad<br />
de toda una vida yaunabuena<br />
inteligencia gustan a todo el<br />
mundo. Téngase en cuenta que,<br />
antes, los papas no podían superar<br />
los años de Pedro y, por eso, cualquier<br />
error podía corregirse en pocos<br />
lustros. Los fallos eran más enmendables.<br />
Pero hoy, hacer un Papa<br />
joven, excepto por divina inspiración,<br />
no me parece prudente.<br />
Los largos gobiernos fueron siempre<br />
la ruina de las repúblicas».<br />
El candidato Pecci, de 68 años,<br />
aparece pronto en las votaciones.<br />
Tras un escrutinio nulo, sale ya<br />
con 34 votos. Calenzio se da cuenta<br />
de que su cardenal, lleno de dudas<br />
y miedos, será Papa al día siguiente.<br />
En efecto, el 20 de febrero<br />
recibe 44 votos el cardenal Pecci,<br />
que es elegido Papa. El cardenal<br />
Pecci acepta y toma el nombre de<br />
León XIII. Cuando los albañiles<br />
derriban el muro que aislaba a los<br />
cardenales, la gente presente en<br />
los pasillos exclama: «Regnum<br />
doctorum transit». «Ha terminado<br />
el reino de los doctores».<br />
Copia para 193.110.128.11