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ELPMUNDOEDICION:

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28<br />

EL FINAL DE UN PONTIFICADO / LOS PRECEDENTES<br />

¿De qué mueren<br />

los papas?<br />

A lo largo de la Historia, muchos<br />

pontífices han fallecido por enfermedad,<br />

martirio, accidente o asesinato<br />

JOSE MANUEL VIDAL<br />

Enviado especial<br />

ROMA.– El parte médico oficial de<br />

Juan Pablo II reza así: «El Papa ha<br />

muerto de un shock séptico y de<br />

una parada cardiovascular irreversible».<br />

En la cama de sus aposentos<br />

apostólicos. A lo largo de la Historia,<br />

los papas han muerto de las<br />

formas más serenas y tranquilas y<br />

también de las más truculentas:<br />

víctimas de todo tipo de enfermedades,<br />

homicidios, martirios, accidentes<br />

e, incluso, asesinatos. Más<br />

de una docena de papas fueron envenenados.<br />

Lucio II (1144) murió de una pedrada<br />

lanzada al azar, mientras pasaba<br />

revista a sus tropas. A Juan<br />

XXI le mató la biblioteca que se le<br />

desplomó encima. Varios papas<br />

murieron víctimas de la peste. A<br />

otros les consumió la gota o la malaria.<br />

Inocencio VIII (1484-1492)<br />

sufría graves trastornos gástricos.<br />

Como si fuese un niño, su estómago<br />

sólo admitía leche de mujer, que<br />

cada día varias amas de cría romanas<br />

ofrecían en el Vaticano.<br />

A Calixto III (1455-1458) se le<br />

hinchaban las piernas como bombos<br />

y murió de hidropesía. Pío III<br />

(1503) sufría unos dolores de gota<br />

tan terribles que tuvieron que suprimir<br />

parte de la ceremonia de su<br />

coronación y murió sólo diez días<br />

después de la misma. San Pío V<br />

murió aquejado de «mal de vejiga».<br />

Gregorio XIV (1590-1591) fue víctima<br />

de los tratamientos de sus médicos,<br />

que le sometieron a la administración<br />

de oro molido.<br />

ALBERTO MELLONI<br />

Corriere della Sera / EL MUNDO<br />

El paso de un Pontificado a otro<br />

es, para los católicos, el tránsito fisiológico<br />

del luto a la regeneración,<br />

determinado por normas severas<br />

cuyos orígenes se remontan<br />

a la Historia de la Iglesia. Ritos que<br />

fascinan a una opinión pública<br />

huérfana de misterio, pensados<br />

para garantizar la solidez de un<br />

proceso electoral que, en tiempos,<br />

se refería a la totalidad de los obispos.<br />

Normas muchas veces medievales<br />

y retocadas por los distintos<br />

papas. En el año 800, las normas<br />

de elección sufrieron adaptaciones<br />

de emergencia para poner freno<br />

a la intromisión de los Estados<br />

revolucionarios y modernos.<br />

Pío IX dispone en varias bulas<br />

que la mayoría de los cardenales<br />

romanos regule la sede y las formas<br />

de la elección con libertad,<br />

para que los odiados Saboya, des-<br />

Alejandro VII estaba tan consumido<br />

que, cuando murió, parecía<br />

un esqueleto viviente. A Gregorio<br />

XV le mató el mal de la piedra. Clemente<br />

XIV (1769-1774) fue víctima<br />

de una crisis maníaco depresiva,<br />

que le hacía ver asesinos hasta en<br />

sus propios cardenales. Clemente<br />

XII perdió por completo la memoria<br />

e Inocencio XIII pasó los tres últimos<br />

años de su Pontificado, de<br />

1721 a 1724, postrado en su cama.<br />

Un forúnculo obligó a Pío VIII a<br />

mantener su cabeza inclinada hacia<br />

un lado, lo que convirtió los dos<br />

años últimos de su Papado en una<br />

gran tortura física y psíquica. Y<br />

Gregorio XVI murió en 1846, a los<br />

81 años, con el rostro desfigurado<br />

por un cáncer.<br />

Los últimos días de los papas del<br />

siglo XX tampoco estuvieron exentos<br />

de enfermedades y largas agonías.<br />

San Pío X (1903-1914) padeció<br />

una crisis bronquial complicada<br />

con una uremia. Benedicto XV<br />

(1914-1922) se fue en cuatro días, a<br />

los 67 años, víctima de una gripe,<br />

que degeneró en broncopulmonía.<br />

Pío XI (1922-1939) estaba gravemente<br />

enfermo del corazón. Su<br />

muerte, acaecida el 10 de febrero<br />

de 1939, dio pábulo a todo tipo de<br />

especulaciones, entre ellas la de<br />

que murió por una inyección letal<br />

que le administró el doctor Petacci,<br />

padre de la amante de Mussolini.<br />

El Papa Pacelli sufría la afección<br />

de un hipo insistente e irreductible,<br />

adelgazaba cada vez más, rechazaba<br />

la comida y no podía dormir. En<br />

1954, padeció una grave crisis y,<br />

LA HISTORIA DE LOS CONCLAVES<br />

de 1870 dueños incluso de Roma,<br />

no impusieran su sucesor.<br />

El Papa, de hecho, rechaza las<br />

garantías ofrecidas por el Gobierno<br />

y da al camarlengo los poderes<br />

que antes pertenecían a la Policía.<br />

Desde entonces, es éste quien sellará<br />

los apartamentos y cerrará<br />

los portones para impedir la rapiña<br />

del palacio y la invasión del populacho<br />

enfurecido y excluir cualquier<br />

intromisión de los usurpadores<br />

de Roma.<br />

El 7 de febrero de 1878, a la<br />

muerte de Pío IX el colegio tiene,<br />

pues, que decidir cosas. En la primera<br />

reunión 234 cardenales, incluido<br />

Pecci, el camarlengo, votan<br />

para que se traslade el Cónclave a<br />

un lugar más seguro, ocho por seguir<br />

en Roma y tres en blanco. Al<br />

día siguiente, otro cardenal vota<br />

por ir a Mónaco, dos a Malta, cinco<br />

a España, y 32 por permanecer en<br />

el Vaticano... Entre otras cosas<br />

EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005<br />

MUNDO<br />

para superarla, se sometió a una<br />

cura consistente en practicarle inyecciones<br />

de células vivas. Se recuperó<br />

bastante bien, hasta que, cuatro<br />

años después, el 6 de octubre de<br />

1958, encontrándose en Castelgandolfo,<br />

comenzó su agonía, que duró<br />

dos días y dos noches. Pero el<br />

drama de la muerte de Pío XII se<br />

convirtió en un espectáculo públi-<br />

El cardenal Pecci, convertido<br />

en León XIII en dos días<br />

Un ayudante vaticano retira una sábana del trono vacío de Juan Pablo II. / REUTERS<br />

porque, más que Italia, son las coronas<br />

católicas las que ejercen el<br />

derecho a veto o lo intentan.<br />

Los cardenales de Budapest y<br />

Viena entran en el Cónclave con la<br />

orden de oponerse en nombre del<br />

emperador a la elección de Giovanni<br />

Battista Franzelin o del polaco<br />

Mieczyslaw Ledochowski.<br />

Francia quería impedir la elección<br />

de Luigi Bilio. Ninguno de los vetos<br />

fue efectivo porque los cardenales<br />

a los que iban dirigidos no<br />

logran los votos del Cónclave.<br />

A diferencia de lo que sucederá<br />

en el siglo XX, se conservan cartas,<br />

diarios y relatos de los que se<br />

desprende la franqueza responsabledelospríncipes<br />

de la Iglesia.<br />

Cuando sale el nombre del pío cardenal<br />

Martinelli, Domenico Bartolini<br />

se levanta para decir que es<br />

«tontito, por las calles las mujeres<br />

le ponen los cuernos. Ustedes se<br />

equivocaron al hacerlo cardenal y<br />

co. Su arquiatra (médico pontificio)<br />

tomó toda una serie de fotografías<br />

(que después vendería a<br />

una revista francesa), en las que el<br />

Sumo Pontífice aparecía privado<br />

de cualquier indumento que identificara<br />

su categoría, cubierto con<br />

sábanas arrugadas y sudadas y con<br />

el rostro descompuesto por los espasmos<br />

de la agonía. En alguna de<br />

León XIII. / EL MUNDO<br />

¿ahora quieren hacerlo Papa? Por<br />

favor, no introduzcamos el fatalismo<br />

en la Iglesia».<br />

Tommaso Maria Martinelli está<br />

tan mal visto por otros cardenales<br />

que, en 1878, según el padre Calenzio<br />

(acompañante del cardenal<br />

Pecci) sienten «miedo... o más que<br />

miedo una indignación universal<br />

por el rumor que se había extendido<br />

por el Cónclave sobre que se<br />

quería hacer Papa al cardenal Marinelli<br />

para intentar aplacar a Dios<br />

eligiendo un cardenal de vida santa,<br />

que por su unión con Dios pu-<br />

las fotos aparecía la madre Pasqualina<br />

Lenhert, la famosa gobernanta<br />

del Papa conocida en Roma con el<br />

sobrenombre de virgo potens, tomándole<br />

la mano cariñosamente al<br />

Pontífice, provocando todo tipo de<br />

habladurías.<br />

Con Juan XXIII, la muerte dejó<br />

de ser un hecho de corte en el Vaticano.<br />

El Papa bueno murió roído<br />

por un cáncer de estómago el 3 de<br />

junio de 1963 a los 81 años de edad.<br />

Su agonía fue seguida minuto a minuto<br />

por millones de personas a<br />

través de la radio.<br />

Pablo VI fue el primero que se<br />

hizo operar en el Vaticano. El Papa<br />

Montini sufría de una artrosis que<br />

Gregorio XIV fue víctima<br />

de los tratamientos de<br />

sus médicos, que le<br />

administraron oro molido<br />

constituía un serio impedimento<br />

para muchos de sus movimientos<br />

físicos. Por eso, se vio obligado a<br />

restaurar el uso de la silla gestatoria,<br />

que él mismo había suprimido,<br />

en sus comparecencias públicas,<br />

antes de las cuales era inyectado<br />

por sus arquiatras. Cumplidos los<br />

80 y cuando ya barruntaba la proximidad<br />

de su muerte, recibió un<br />

durísimo golpe con el asesinato de<br />

su amigo Aldo Moro a mano de las<br />

Brigadas Rojas. La última vez que<br />

se le vio en público fue en su entierro,<br />

en la basílica de San Juan de<br />

Letrán. Falleció en Castelgandolfo<br />

el 6 de agosto de 1978.<br />

Juan Pablo I fue encontrado<br />

muerto en su lecho el 29 de septiembre<br />

de 1978, a punto de cumplir<br />

los 66 años de edad. Las extrañas<br />

contradicciones en los relatos<br />

del hallazgo del cuerpo, así como<br />

la negativa de las autoridades vaticanas<br />

a practicarle la autopsia desataron<br />

todo tipo de especulaciones,<br />

incluida la de su envenenamiento.Pasóalahistoriacomoel<br />

Papa meteorito, porque su Pontificado<br />

duró sólo 33 días.<br />

diese atraer sobre la Iglesia la luz<br />

divina y el sostén celestial».<br />

Monseñor Cretoni dice a sus colegas<br />

que «el Papa, que a mi juicio<br />

debe superar los 65 años, debe ser<br />

el Papa y el Padre de todos, porque<br />

una edad provecta unida a la santidad<br />

de toda una vida yaunabuena<br />

inteligencia gustan a todo el<br />

mundo. Téngase en cuenta que,<br />

antes, los papas no podían superar<br />

los años de Pedro y, por eso, cualquier<br />

error podía corregirse en pocos<br />

lustros. Los fallos eran más enmendables.<br />

Pero hoy, hacer un Papa<br />

joven, excepto por divina inspiración,<br />

no me parece prudente.<br />

Los largos gobiernos fueron siempre<br />

la ruina de las repúblicas».<br />

El candidato Pecci, de 68 años,<br />

aparece pronto en las votaciones.<br />

Tras un escrutinio nulo, sale ya<br />

con 34 votos. Calenzio se da cuenta<br />

de que su cardenal, lleno de dudas<br />

y miedos, será Papa al día siguiente.<br />

En efecto, el 20 de febrero<br />

recibe 44 votos el cardenal Pecci,<br />

que es elegido Papa. El cardenal<br />

Pecci acepta y toma el nombre de<br />

León XIII. Cuando los albañiles<br />

derriban el muro que aislaba a los<br />

cardenales, la gente presente en<br />

los pasillos exclama: «Regnum<br />

doctorum transit». «Ha terminado<br />

el reino de los doctores».<br />

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