ELPMUNDOEDICION:

RAFAEL J. ALVAREZ
MADRID.– El maná antiviolencia de
género caerá con más fuerza sobre
las comunidades autónomas que
tengan más población, más denuncias,
más muertes, menos centros de
acogida.. y más extranjeros. ¿Inmigración
igual a maltrato? «No, pero
hay formas culturales de entender la
masculinidad y la feminidad que son
un riesgo. Está aumentando el número
de mujeres muertas inmigrantes,
lo que supone que hay una emulación
del comportamiento de la cultura
receptora que puede causar en
el marido una reacción violenta»
(Soledad Murillo, secretaria general
de Políticas de Igualdad).
Es decir, hay dos caminos culturales
para merodear un terrorismo de
género que, con los dos atentados de
ayer, lleva 18 víctimas en 2005: cierto
estilo de vida foráneo que ve a la mujer
como un ser inferior y cierto estilo
de las nuevas españolas que enerva
tanto a los machos a la antigua.
La justificación la dio ayer Soledad
Murillo en los pasillos del Congreso
de los Diputados, donde explicó
algunas aplicaciones concretas de
la Ley Integral contra la Violencia de
Género.
Unos minutos antes, la responsable
de políticas de Igualdad del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales
había enumerado ante sus señorías
los criterios que propondrá el
Gobierno para repartir entre las comunidades
autónomas (CCAA) los
10 millones de euros del Fondo de
Ayuda Social que establece la ley. Se
trata de dinero para servicios sociales
de atención, emergencia, apoyo,
acogida y recuperación integral.
Uno de los factores que el Gobierno
planteará a las CCAA en la Conferencia
Sectorial que se celebrará este
mes («serán las comunidades las que
tengan la última palabra», matizó
Murillo ayer) es el nivel de extranjería
que tenga cada territorio. «Eso se
explica dada la especial incidencia
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005
ESPAÑA
A más inmigrantes, más dinero
contra la violencia de género
El Gobierno repartirá también más fondos a las CCAA con mayor
población, más muertes, más denuncias y menos centros de acogida
que tiene en este colectivo la violencia
de género y, especialmente, porque
el umbral de tolerancia es muy
distinto».
En el Instituto de la Mujer saben
que muchas inmigrantes aguantan
lo que ya no aguantan las españolas
y que, cuando denuncian, provocan
en sus parejas una reacción
violenta. La policía confirma ese
comportamiento en mujeres que
sufren situaciones de maltrato y no
Una estudiante de 21 años
muere a manos de su pareja
SUSANA VILLAVERDE
MALAGA.– Una joven estudiante de Enfermería
de 21 años, María Isabel Ortuño, falleció ayer presuntamente
a manos de su compañero sentimental,
Francisco G. S., de 27 años, con quien convivía
desde hacía seis meses en su domicilio de la capital
malagueña. El suceso ocurrió en la madrugada
de ayer y fue él mismo quien telefoneó a su padre
para decirle que había cometido «una locura».
Cuando la Policía Local, que recibió el primer
aviso, llegó al domicilio de la pareja, los agentes
se encontraron con la joven inconsciente. Avisaron
al Servicio de Emergencias Sanitarias 061,
pero los médicos nada pudieron hacer por su vida,
ya que «presentaba parada cardiorrespiratoria,
estaba fallecida». Al parecer, no había restos
de sangre, por lo que se presume que pudo ser estrangulada
o asfixiada de algún modo.
Según fuentes policiales, no constan episodios
previos de malos tratos ni tampoco denuncias.
dan el paso de huir o de hacer que
el agresor desaparezca de sus vidas.
El siguiente peldaño es la reticencia
de las mujeres sin papeles a
denunciar por miedo a ser expulsadas
de España, algo que no reconoce
la policía, pero pasa.
Y, en lo que se puede medir, también
surge esta extranjerización de
la violencia de género. En números
proporcionales a la cifra total de extranjeros
empadronados en el país,
las cifras de denuncias de inmigrantes
son más altas que de españolas.
Las condiciones de vida, el veneno
de la exclusión y las culturas a las
que se refería ayer Murillo hablan de
estilos que favorecen la desigualdad,
primero, y degeneran en violencia,
después.
En su jornada parlamentaria, la
secretaria general de Políticas de
Igualdad contó que el Gobierno va a
implantar programas de rehabilita-
Mata a su madre al clavarle
un cuchillo en la cabeza
GLORIA AYUSO
VILANOVA I LA GELTRU.– La Policía Nacional
detuvo ayer a Luis García Mato, un joven de 27
años acusado de matar el lunes por la noche a su
madre, Soledad Mato, de 49 años, durante una
discusión en el domicilio familiar de la localidad
barcelonesa de Vilanova i la Geltrú. Los agentes lo
localizaron a las 15.40 horas en la calle de Gaiter de
Llobregat, cuando iba acompañado de su padre.
Este, que está separado de la víctima, aseguró que
se dirigían a la comisaría para entregar a su hijo.
El lunes, hacia las 22.30 horas, el joven escapó
del lugar del crimen saltando por la ventana del piso,
un primero. Momentos antes, los vecinos avisaron
de que se estaba produciendo una pelea. La policía
encontró la vivienda cerrada con llave por
dentro. Los bomberos abrieron la puerta por la
fuerza y hallaron el cuerpo de Soledad Mato en
medio de un charco de sangre y con un cuchillo
clavado en la cabeza.
19
ción de maltratadores en 18 centros
penitenciarios.
En una sala exclusivamente poblada
por diputadas (los dos cámaras
de TVE y el fugaz diputado que
abandonó la Comisión a media mañana
fueron la cuota masculina),
Murillo dijo que su departamento está
elaborando, junto a médicos, policías
y fiscales, el Catálogo de Situaciones
de Riesgo de Violencia de Género,
una guía práctica para los Juzgados
Especiales de Violencia, de los
que ya se han creado 16, «dos más de
los que se anunciaron».
Críticas
En este asunto, Murillo levantó la
voz. No le gustaron nada las críticas
del Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña, ese runrún de los magistrados
catalanes que no quieren saber
nada de este tipo de juzgados.
«No conozco críticas similares de
otros juzgados especializados, como
los mercantiles o los de familia. Y les
recuerdo que el destino de los jueces
no es voluntario. La grandeza de un
juez está en saber resolver conflictos
sociales, especialmente si son cuestiones
de Estado».
En medio de los elogios uniformes
de los grupos parlamentarios, Susana
Camarero, del PP, fue la única
voz disonante de la mañana. Entre
otros «retrasos» de aplicación de la
ley, la diputada popular recordó a
Murillo el «fracaso estrepitoso» del
sistema de teleasistencia para mujeres
maltratadas. «De las 20.000 posibles
beneficiarias, sólo se han acogido
al mismo 270. Y ese dato lo sacamos
de los medios de comunicación,
porque obtenerlo del Gobierno nos
resulta imposible».
Camarero terminó su turno de micrófono
con una sentencia: «El primer
año de Gobierno del PSOE ha sido
el del descontrol, la falta de previsión
y falta de apoyo a las comunidades
autónomas».
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