ELPMUNDOEDICION:

Es otro de los múltiples datos incluidos
en la Estrategia para la Calidad
del Aire. Estedocumentonose
considera definitivo, sólo una propuesta
de trabajo.
Se lo califica de forma insistente,
y con la intención de rebajar su contenido,
como un borrador, cuyas indicaciones
se pueden tener en cuenta
o no. Sin embargo, sí se reconoce
que está en debate.
El documento está perfectamente
editado e incluso existe una versión
reducida traducida al inglés. En
una reciente reunión importantísima
para Madrid se ha incluido dentro
de las posibles herramientas de
consulta para aportar datos sobre la
calidad del aire. Pese a todo, se insiste
en que es un borrador.
Un borrador por el que se ha pagado
y que se podría terminar arrinconando,yalqueayerseleintentó
restar importancia, quizá porque su
debate ya puede haber provocado
algún conflicto interno.
En él se plantean, junto a medidas
ya en marcha, otras de promo-
El plan calcula que para
la lucha contra los focos
de polución se requieren
85 millones de euros
ción: que se comparta el coche, que
se aumente la capacidad de los intercambiadores
de transporte público,
que se extiendan los carriles
bus-VAO...
Estas medidas implican un cambio
de mentalidad en los ciudadanos.
E inversiones millonarias.
Tal y como se recoge en el documento,
las inversiones para conseguir
la perseguida disminución de
los niveles de contaminación se cifra
en 385,43 millones de euros.
Cierto que como sólo se trata de
un borrador hecho hace unos meses
la cantidad puede haber crecido.
Algunas fuentes hablan ya de
100 millones más.
Fieles a lo que contiene el documento
interno de debate, más de la
mitad de esa inversión, en torno a
230 millones, se destinarían a lo que
han denominado Nuevos hábitos de
movilidad. Otros 85,5 se dedicarían
directamente a la reducción de emisiones
contaminante provenientes
de fuentes estáticas —es decir, las
que no están vinculadas a coches u
otros medios de transporte—, tres
millones irían a parar a programas
de educación, 0,93 a estudios y 66
a medidas adicionales que no se
determinan. Pero, parece que sólo
es un borrador.
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005
M2
Los coches causan el 76% de la polución
Ayuntamiento. La Estrategia para la Calidad del Aire propone como elemento clave de
mejora campañas de concienciación ciudadana sobre el consumo de energía y la movilidad
F. M . / C . S .
El tráfico no sólo es la obsesión
del concejal de
Movilidad, Pedro Calvo,
sino que se ha convertido
en la peor pesadilla de la edil de
Medio Ambiente, Paz González, si
quiere cumplir la normativa europea
en calidad del aire y, de paso,
uno de los objetivos que se vendió
del Madrid olímpico.
En una capital muy poco industrializada
como Madrid, respecto
a otras ciudades europeas, la principal
chimenea de contaminación
son los coches (tres cuartos de los
malos humos), sobre todo los que
se consideran como flota antigua.
Esto no quiere decir que no se
presione a las empresas contaminantes
que se reparten por el territorio
municipal. Ahí entra en acción
el consejero delegado de Economía,
Miguel Ángel Villanueva,
que tendrá que ser el encargado
de estudiar cómo se reducen las
emisiones de las plantas de combustión
industriales (responsables
del 6% de la polución) y su control.
Unas medidas que irán un poco
más allá del simple cumplimiento
de la normativa existente.
Tampoco van a quedar indemnesdelaguerra
contra la contaminación
que ha emprendido el
Ayuntamiento de Madrid, las calderas
de carbón y gasoil. Los edificios
que aún disfruten de estas reliquias
de la calefacción tendrán
que ir sustituyéndolas por combustibles
menos contaminantes.
Hasta ahora, se ha logrado eliminar
los humos de unas 2.000
instalaciones de carbón y gasoil,
lo que ha permitido que en los últimos
seis años se disminuya el SO2 en 3.500 toneladas anuales y en
800 toneladas cada año, las partículas
en suspensión, según datos
del Sistema de Información Medio
Ambiental de la Concejalía. Pero
el exterminio del hollín continúa.
27 estaciones
La Estrategia para la Calidad del
Aire, que es todavía un borrador,
según fuentes municipales, es una
iniciativa pionera en el territorio
nacional. Por ello, el Consistorio
ha optado por marcarse objetivos
ambiciosos, que además le exige
la normativa europea y obliga el
Protocolo de Kioto, como la re-
ducción, en 2007, de un 5% de las
emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta cifra vendría a completar
la mejora pretendida, después de
lograr una reducción hasta los 40
microgramos como máximo de
N0 2 en el aire de la capital para
2012, fecha mágica en la limpieza
del ambiente madrileño.
La voz de alarma del empeoramiento
de la calidad atmosférica
en Madrid la siguen dando los 27
pares de ojos que controlan el aire
en el Ayuntamiento de Madrid
desde el año 1978.
El último grito de una de estas
estaciones de medición se escuchó
durante las pasadas vacaciones
de Semana Santa. En esta ocasión
el responsable no fue el tráfico,
que en esta época desciende
como nunca en la capital, sino la
visita de un viento proveniente del
Sáhara que cargó el aire de partículas
contaminantes. Los límites
3
permitidos se superaron de forma
crítica por segunda vez en lo que
va de año.
En estos casos es muy difícil recurrir
a herramientas como reducir
el tráfico en el centro de la capital
o moderar la emisiones de las
industrias contaminantes. El problema
que se produjo en marzo
sólo se soluciona con la llegada de
las ansiadas lluvias o con un cambio
de viento, cualidades que convierten
a abril en uno de los mejores
meses para respirar. Así, sólo
quedamiraralaveletaoalhombre
del tiempo, según le toque.
Autobuses ‘verdes’
Pero el Consistorio se resiste a depender
de la climatología para poder
controlar los niveles de contaminación.
Por eso, el borrador que
se maneja en la Concejalía de Medio
Ambiente y otras recomienda
cambios importantes, como la
transformación de la enorme flota
de autobuses municipales en vehículos
ecológicos.
Movilidad ya ha dado los primeros
pasos con el hidrógeno
(tres autobuses en funcionamiento)
y con la electricidad, pero el
Gobierno de Ruiz-Gallardón estudia
ahora la compra de 200 vehículos
más impulsados por gas y
otros cinco de bioetanol, eso sí
dentro de un programa-piloto financiado
por la Unión Europea.
Esta iniciativa, que viene con el
bolsillo cargado de euros desde
Bruselas, implica también a ciudades
suecas, alemanas y británicas.
El Ayuntamiento de Madrid es
consciente de que poner autobuses
verdes o limitar zonas al tráfico
para acabar con la contaminación
no es una fórmula mágica
que cambie inmediatamente la espesa
niebla que corona a la capital
casi día sí, día no.
Para el éxito, falta la implicación
de la ciudadanía. El borrador
que pagó Medio Ambiente considera
«uno de los pilares de la estrategia»
la educación y el conocimiento
de las bondades y maldades
de los buenos aires. Y propone
la realización de campañas para
cambiar la actitud de los madrileños
en tres líneas: el consumo de
energía, la movilidad y la repercusión
de sus actividades sobre el
medio ambiente.
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