ELPMUNDOEDICION:

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Ocio
Parte del equipo del musical ‘Sancho Panza’, que se estrena próximamente en el Nuevo Apolo. / BEGOÑA RIVAS
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005
M2
Un ‘Quijote’ diferente
Teatro. La obra de Cervantes cambia de protagonista. Sancho Panza es
el eje de un musical para toda la familia lleno de luz, color y sorpresas
MARÍA LUISA TORIBIO
Es cierto que éste es el año de
El Quijote, pero también lo
es el de Sancho. El personaje
que acompaña campo a través a su
señor ha decidido, cuatro siglos
después, que ya va siendo hora de
tomar la voz cantante y contar la
historia desde su propio punto de
vista.Yyapuestos,lomejoreshacerlo
con música.
Ángel Savín es Sancho Panza;
Manuel Elías, Don Quijote, y Geno
Machado (que participó en el concurso
televisivo OT) encarna a Dulcinea
en un musical cien por
cien color y movimiento, en
el que los personajes secundarios
alzan la voz para contar
la historia desde su punto
de vista.
El espectador vivirá momentos
de El Quijote conocidos
de sobra, pero distintos.
Verá cómo Sancho sale de su
aldea y llega a gobernar su
soñada ínsula, y la lección
que saca de ello. El guión se
ha diseñado para que en la
primera parte los protagonistas
sean Don Quijote y Sancho,
y en la segunda, ya sólo
Sancho.
Pero elaborar esta versión
no ha sido tan fácil como hace
imaginar el resultado. Inma
González, coguionista de la
obra, se ha leído las aventuras
del Ingenioso Hidalgo una y
otra vez hasta dar con una secuencia
de escenas que resulten
divertidas y a la vez conecten
entre sí. El resultado es,
según José Luis Morán, el
otro guionista y director del
musical, «un guión espléndido»
en el que actores que cantan
y cantantes que actúan
llevan a buen puerto mediante el trabajo
duro — se empezó a ensayar hace
ocho meses y todavía están con lo
últimos retoques— y enormes dosis
de ilusión.
«Estoy como un niño con zapatos
nuevos. Hacer este Sancho Panza
es un bombón», declara Ángel
Savín, Sancho. Y aclara por qué:
«Es imposible explicar lo que supone
para un actor que lleva años trabajando
llegar cada día al ensayo
como si llegase a la escuela».
Sus compañeros están tan entusiasmados
como él: «Cada mañana
Geno Machado, caracterizada de Dulcinea. / EL MUNDO
me levanto dando gracias a Dios
por formar parte de esto», cuenta
Geno Machado. Manuel Elías, Don
Quijote, coincide: «Es muy difícil
que ocurra lo que está pasando
aquí: que las energías de toda la
compañía confluyan».
Como telón de fondo a sus trabajos,
una escenografía organizada a
base de módulos en los que se proyectan
imágenes. Parece elemental,
pero se consigue que cada escena se
desarrolle en un ámbito diferente.
Además, efectos especiales inesperados
surgen por todas partes.
Hay caballos que hablan, molinos
que bailan, actores que
vuelan y fuegos artificiales
que conseguirán que todos,
desde el espectador más pequeño
al más veterano, salgan
encantados. Este espectáculo
blanco se ha creado para
divertir a toda la familia y su
fin es que todos salgan del
teatro con una sonrisa.
«El Quijote siempre es tan
serio...», aventura Elías. «Nosotros
vamos a darle otro enfoque».
Savín está de acuerdo:
«Que la función haga ver
quenoesunladrillo».
Pero esto no es lo único
que el equipo de Sancho Panza
quiere transmitir. Querrían
mover a los niños a la risa y a
los adultos a la reflexión, dejar
un mensaje de inocencia,
de alegría, de libertad; «decir
al mundo que, a pesar de todo,
existe la alegría».
Sancho Panza. A partir del día 9
en el Teatro Nuevo Apolo. De martes
a jueves a las 20.00 h., viernes a
las 22.00h., sábados a las 19.00 y
22.00 h. y domingos a las 20.00 h.
Entradas de 12 a 30 euros.
PALCO APACHE. Rainiero y su familia se
irán al otro barrio bien vividos, bien bebidos
y bien jugados / Alberto tiene la agenda
cargada de yates, bailes de la rosa y ‘footing’
Crónica de una
muerte anunciada
ÁNGEL ANTONIO HERRERA
E
ntre la muerte del Papa y el bodorrio de Camila Parking
Bowlings, que dice Sabina, está Rainiero de Mónaco,que
prácticamente ya no está. Rainiero viene siendo la crónica de una
muerte anunciada, por estos días. Parece un tema internacional, y lo
es, pero también es un tema madrileño, porque en las peluquerías del
barrio de Salamanca y en las de Vallecas no se habla de otra cosa,
entre mecha y mecha. Las peluquerías son el termómetro mejor de la
temperatura de lo que inquieta o apetece al peatonaje. Rainiero,
ausente ya, se nos ha vuelto presentísimo. Rainiero y su revuelta
familiar, claro. Raúl del Pozo ya ha metido la pluma directamente en
la llaga: «No tengo nada en contra de Rainiero, pero díganme si él y
su familia son el canon ejemplar de la Europa que soñamos».
Quiere decirse que Rainiero, hoy moribundo, y también toda su
exótica familia, se irán al otro barrio bien vividos, bien bebidos y bien
jugados. No llega a entenderse muy bien cómo el pueblo español les
llora a fondo sus penas o tragedias, salvo que sea porque se quedará
sin nada, con la muerte, aquel que con la vida lo tuvo todo. Rainiero
fue galáctico de las ruletas y disfrutaba de un sueldo anual que era
una pastizara, por encima del de la reina de Inglaterra. Su mujer, la
adorable Grace Kelly, salía de bombón rubio en Mogambo,yselió
con Gary Cooper. Las hijas, Carolina y Estefanía, han perdido a
veces la cabecita loca por gimnastas de alcoba o guardaespaldas de
piscina, y el hijo Alberto, solterón porque sí, tiene el vicio de
inmortalizarse en foto con las mejores macizas del mercado
internacional. Ahora bien, novia, lo que se dice novia, no le hemos
conocido ninguna. Ocurre lo contrario que con Andrea Casiraghi,
ese Tazio macho, que tiene una chati en cada puerto. Uno ve, ahora,
las fotos de sus vacaciones en las revistas, y parece que va a salir por
una esquina de la juerga Pocholo Martínez Bordiú.
Con esto vengo a decir que toda muerte nos concierne, porque es
diagnóstico de la muerte propia. Pero de Rainiero ha de ocuparnos
su vida, que es envidia de vividores y lujuria dura para los biógrafos,
mayormente si son biógrafos no autorizados, que son los que
molan. Eso de los jaleos sucesorios que nos traemos en todas las
tertulias no son sino el modo de ocuparnos de Alberto, o sea, de la
vida de Alberto, que tiene una agenda cargadísima de yates, bailes
de la rosa y algo de footing entre una juerga y otra juerga.
Se va Rainiero, y Mónaco pondrá luto en las banderas y en los
casinos. Su pueblo le prepara un funeral de película y aquí, donde le
conocemos mucho de foto, las peluquerías preparan la gran tertulia
de la primavera. Una tertulia para soltar una lágrima y comprobar
por el Hola lo de siempre: lo bien que le sienta el color luto a Carolina.
Estefanía, Rainiero, Alberto, Ernesto y Carolina de Mónaco. /AFP
Príncipe Felipe / Sube. Ha decidido no asistir al
bodorrio de Carlos y Camila. Y con muy buen juicio. Aquello
se promete como la última gran juerga mediática.
Leticia Sabater / Baja. Ha pasado por caja en un
programa de televisión a contar que ya ha acabado lo suyo con
Julio Aparicio. Lo suyo fueron cuatro fotos al atardecer que ella
llama noviazgo y que la prensa del colorín llamó montaje.
Marlene Mourreau / Baja. Para promocionar
a su noviete último, en vísperas del inicio de La Granja,
donde concursa el mozo, se lo llevó a Disneyland, y posaron
juntos con el hijo de ésta, Gabriel, de cuatro años. Y luego
nos piden respeto.
Copia para 193.110.128.11