ELPMUNDOEDICION:
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ISABEL LONGHI-BRACAGLIA<br />
lava esos ojos azules sabiendo que se le<br />
observa y, claro, la vista ajena se concen-<br />
tra en lo que él quiere. Armas de actor con<br />
atractivo oficial y evidente que él dice no utilizar,<br />
pero... Por lo demás, como se lo imaginan:<br />
derroche de encanto, buen humor, mejor conversador<br />
y tendencia a ponerse trascendente.<br />
Si quieren verlo de cerca, de miércoles a domingo<br />
en el teatro Fígaro porque ha vuelto con<br />
Art. La primera vez estuvo seis meses y ahora<br />
se queda, en principio, hasta el 22 de mayo.<br />
Pregunta.— Qué rollo hacer tanto tiempo<br />
la misma obra...<br />
Respuesta.— No, hay muchas otras cosas<br />
que uno hace durante muchísimo tiempo y<br />
tiene que buscarle la vuelta para no aburrirse,<br />
la vida es así.<br />
P.— ¿Qué repite mucho en su vida?<br />
R.— No sé si es el momento para contarlo.<br />
P.— Sin duda es el momento…<br />
R.— Sufro, tengo placeres, adicciones…<br />
P.— Por partes, ¿qué le hace sufrir?<br />
R.— La estupidez generalizada.<br />
P.— ¿Qué le provoca placer?<br />
R.— La gente sencilla, la buena comida, el<br />
buen vino, los amigos y el amor.<br />
P.— ¿Y a qué es adicto?<br />
R.— A mi mujer y a mis hijos.<br />
P.— ¿Desmiente su fama de conquistador?<br />
R.— La fama es sólo eso, fama. Siempre<br />
pregunto si hay testigo ocular y nunca lo hay.<br />
P.— Mejor olvidarse de pretenderlo…<br />
R.— Sí, hombres, abstenerse, jajaja.<br />
P.— ¿Y mujeres?<br />
R.— Lo podemos discutir.<br />
P.— Puaj, tiene pinta de rajarse en el momento<br />
de la verdad…<br />
R.— De salir corriendo… El coqueteo no<br />
es fácil, hay que saber pararlo.<br />
P.— ¿Usted sabe?<br />
R.— Trato de aprender. Pero no hay nada<br />
menos seductor que tener artimañas.<br />
P.— Dé pistas, ¿cómo se le conquista?<br />
R.— Frescura, poca pintura, sin artilugios,<br />
me deslumbra la sencillez y el buen humor.<br />
P.— Por cierto, si quiere cambiar de repertorio,<br />
están haciendo un casting para Queen…<br />
R.— No me daría el color de la voz.<br />
P.— ¿Qué le canta a usted?<br />
R.— Tantas cosas, no sé.<br />
P.— Es argentino ¿con alma de psicoanalista,<br />
de existencialista o de sex symbol?<br />
R.— Lamentablemente, y no por mi voluntad,<br />
soy una mezcla de todas esas asime-<br />
EL MUNDO, MIERCOLES 6 DE ABRIL DE 2005<br />
M2<br />
CON MUCHA CARA / «El coqueteo no es fácil, hay que saber pararlo» / «Nada más patético<br />
que creerse sex symbol y ejercer» / «Soy caótico cuando no trabajo» / «Tenía un amigo que<br />
cantaba canciones con pedos, pero yo no aprendí» / Los chicos que dan tarjetas de bares siempre<br />
son argentinos: «Porque recuerdan el nombre de las chicas. Potencian un don por la necesidad»<br />
RICARDO DARÍN / ACTOR<br />
‘Hay que estar muy atento con el ego’<br />
C<br />
A Darín le encanta reír y se presta a bromear sobre la tendencia al psicoanálisis de los argentinos. / BEGOÑA RIVAS<br />
Orígenes. Buenos Aires, 1956.<br />
Currículo. Debutó con ocho añitos en<br />
Argentina, pero Darín es como de casa<br />
desde que triunfó aquí con Nueve Reinas.<br />
Después cautivó con El hijo de la novia, El<br />
mismo amor, la misma lluvia, Luna de<br />
Avellaneda... Mucho teatro también en su<br />
haber y mucho arte, que para eso lleva<br />
desde 1998 interpretando Art. Ahora, de<br />
RETRATO<br />
nuevo, en Madrid, hasta el 22 de mayo.<br />
Aficiones. «El cine, la lectura, el tenis, el<br />
fútbol, la parrilla y la natación».<br />
Debilidades. «Mis hijos, mis sobrinos y los<br />
hijos de mis amigos... Y los animales».<br />
Virtudes. «Tengo mucha memoria y soy<br />
abierto a la discusión, incluso me gusta».<br />
Defectos. «¿Hay tiempo? Soy omnipotente,<br />
soberbio, testarudo y arrastro prejuicios».<br />
trías. Aunque lo del sex symbol corre por<br />
cuenta de los demás, nada más patético que<br />
creerse sex symbol y ejercer.<br />
P.— Si le conociéramos más allá de sus<br />
personajes ¿Nos seguiría gustando?<br />
R.— A veces tengo mis dudas, sobre todo<br />
a la mañana, cuando me miro al espejo.<br />
P.— ¿Se mira mucho?<br />
R.— Más de lo que quisiera, mucho. Ahora<br />
más porque tengo el pelo muy largo.<br />
P.— Ya puestos, sería tan amable de autodesmitificarse…<br />
R.— Sí: suelo ser testarudo, bastante menos<br />
inteligente de lo que pretendo y más<br />
egoísta de lo que digo que soy.<br />
R.— ¿Algo como dormir con calcetines?<br />
P.— No, lo lamento, no lo hago.<br />
P.— Tampoco eructa, claro…<br />
R.— Pues no (risas), pero tenía un amigo<br />
que cantaba canciones con pedos.<br />
P.— ¿Tiene esa habilidad?<br />
R.— No, trató de enseñarme, pero no<br />
aprendí. Aunque me tenía impresionado.<br />
P.— Y Madrid, ¿le impresiona?<br />
R.— Madrid es una ciudad fantástica, aunque<br />
también me parece algo agobiante. Pero<br />
tiene un ritmo que me va, me cae bien. Y me<br />
gusta el olor a tabaco que se respira perennemente<br />
en todas sus calles.<br />
P.— ¿Qué hace aquí cuando libra?<br />
R.— Es tremendo, no consigo encontrar un<br />
programa lo suficientemente satisfactorio. Soy<br />
caótico. Deambulo, o puedo tirarme todo el día<br />
en la cama, o me baño tres veces en un día. Y<br />
camino mucho, más aquí que en Buenos Aires.<br />
«Madrid tiene un ritmo que me<br />
va, me cae bien. Y me gusta el<br />
olor a tabaco que se respira<br />
perennemente en sus calles»<br />
P.— ¿Puede pasear aún en Madrid?<br />
R.— Sí, fantásticamente, la gente es muy<br />
cálida, es una gran ayuda para el ego.<br />
P.— No parece tener dolorido el ego…<br />
R.— No, pero con el tema nuestro hay que<br />
estar muy atento con el ego, uno se puede<br />
pasar de mambo y creerse un fenómeno o la<br />
última porquería, ambas cosas injustamente.<br />
P.— Dicen que conoce muy bien la juerga<br />
nocturna…<br />
R.— Sí salgo bastante de noche, pero no<br />
juerga como tal. Voy a tomar cañas, pero no<br />
a discotecas, me apabullan.<br />
P.— ¿Ha conseguido averiguar por qué todos<br />
los chicos que dan tarjetas de bares en la<br />
calle son argentinos?<br />
R.— Pues sí. Me lo explicó uno de ellos: la<br />
diferencia radica en que los chicos que hacían<br />
ese trabajo y no eran argentinos no recordaban<br />
los nombres de las chicas a las que<br />
daban tarjeta y ellos sí.<br />
P.— ¿Es cuestión de interés o un don?<br />
R.— Mezcla: potencian un don en función<br />
de una necesidad, que eso sí es muy argentino.<br />
P.— Por cierto, ¿compraría un cuadro de<br />
un color liso, como en Art?<br />
R.— Ni en pedo (borracho).<br />
Copia para 193.110.128.11