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Xesús Ferro Ruibal e e Xacinta Varela Martínez: Fraseoloxía e e paremioloxía galega nos nos escritos do do P. P. Martín Sarmiento (1695-1772)
pronunciando la x sibilante, a la gallega, pronunciábamos esa voz efesia, cuxueiren.
Puesto después en Madrid, y acordándome de la palabra cuxueiren, jamás pude penetrar
su significado, y menos su origen. (§ 4878) Pasé muchos años después a Galicia.
Pregunté allí a algunos gallegos, literatos y advertidos que nunca habían salido del
reino, si se acordaban del dicho juego de los niños, que comenzaba: “Manda o rey
cuxueiren”. Dijeron que sí. Pregunteles: “¿Y qué significa cuxueiren” Respondieron
que no lo sabían, ni aun por conjetura. Y así me quedé tan ignorante como antes. Por
acaso, oí después a una rústica gallega que usó de la voz xoeira, o joeyra. Díjome que
era una como criba con que se limpiaba el trigo del joyo, y que a eso llamaban joeirar.
Al punto descubrí el hilo para poner aquí el discurso que dije sería instructivo. De vuelta
a Madrid quise ver en el padre Bluteau si había pasado de Galicia a Portugal aquella
voz, y de hecho trae joyo, joeyra y joeyrar. La voz joyo la pone en el contexto, pero no
en los diez tomos de su Vocabulario, o porque se olvidó o porque no sabía lo que era, ni
su latín puro. (§ 4879) La voz lolium, de pura latinidad, significa en gallego ‘el joyo’, y
en castellano ‘joyo’ —con jota fuerte—, en la Rioja lluego (de lolio), en griego aera, y
en griego, latín y castellano, zizaña. Es la planta que nace entre los trigos, por
corrupción, y cuyo grano, mezclado con el trigo o centeno, hace la harina de malas
cualidades. Por eso es preciso joeyrar el grano con la joeyra, para expelerle el joyo. El
cribo con que los romanos separaban el lolium, o joyo, se llama en Columela (libro VIII,
capítulo 5) cribro loliario, y al otro, con que separaban las alverjas, o alverjana (creo
que mejor sería arverjana, de ervilium), le llama cribro viciario, del latín vicia —que
hoy se conserva en Galicia en la voz veza y guiza. (§ 4880) Dice Columela, del siglo de
Augusto, que así que nazcan los pollitos de gallina se pongan sobre un cribo, y que allí
se sahúmen con poleo, para que no padezcan la pepita, o pituita: “Cribro viciario, vel
etiam loliario, qui iam fuerit in usu, pulli superponantur. Deinde surculis pulei,
fumigentur. Ea res videtur prohibere pituitam [de aquí la pipita] quae celerrime teneros
interficit”. No sé si las mujeres usan de este remedio precautorio. Yo usaría de él, y
poco se perdería en sahumar a los niños recién nacidos con el poleo, por si acaso el
humor pituitoso concurre para excitar en los niños la alferecía. (§ 4881) Voy ya al juego
de cuxueiren. Diríase en el principio Manda o rey, que joeyren, y esto se corrompió en
cu-joeiren, o con la analogía, qu’joeyren. Esta es la primera expresión que vocea el de
en medio, y que repiten los niños del círculo. La segunda es Que peneiren, la tercera
Que amasen, y la última Que se abracen. En esto hay el orden de separar el joyo,
separar los salvados y amasar la harina. El verbo peneyrar no tiene dificultad, pero no
todos saben el origen de la voz peneyra, que es el instrumento, o sedazo, con que se
cierne la harina. Digo que el origen es de pura latinidad. Pollis, pollinis, que según
Vosio viene de pollen, significa ‘la flor de la harina’, y el instrumento que sirve para eso
se llama pollinare cribrum. Y a imitación de loliaria, joeyra, se formó pollinaria,
peneyra; y de esta el verbo peneyrar. Verbigracia, de pollinaria, perdida la l, por
analogía, poinaria, penaria y peneira. Y del mismo polline, polienta en castellano. (§
4882) Noten aquí los gallegos lo que se encierra de latín aun en el vulgar de sus niños.
Noten los castellanos el origen de su polienta. Y note el portugués, con su Bluteau, que
el latín de joeyra no es ventilabrum, sino cribrum loliarium, de pura latinidad. A este
tenor podría poner aquí otros muchos ejemplos instructivos, pero no quiero molestar
aquí con los materiales que tengo y podrían servir para un glosario gallego-latino,
castellano y portugués sin necesitar de libros impresos sino para impugnarlos. Aquí solo
hablo de la república de los niños. (SARMI-660:4877-4881; Monteagudo:4, 106-107).
TFG. Non figura.
Cadernos de Fraseoloxía Galega 14,2012, 99-163. ISSN ISSN 1698-7861
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