24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Están en la suite Cascade, señor Taylor, piso once. Nuestro botones les<br />

ayudará con el equipaje.<br />

—No hace falta —dice Christian cortante—. ¿Dónde están los ascensores?<br />

La ruborizada señorita se lo indica, y Christian vuelve a cogerme de la<br />

mano. Echo un breve vistazo al vestíbulo, suntuoso, impresionante, lleno de butacas<br />

mullidas y desierto, excepto por una mujer de cabello oscuro sentada en un acogedor<br />

sofá, dando de comer pequeños bocaditos a su perro. Levanta la vista y nos sonríe<br />

cuando nos ve pasar hacia los ascensores. ¿Así que el hotel acepta mascotas? ¡Qué<br />

raro para un sitio tan majestuoso!<br />

La suite consta de dos dormitorios y un salón comedor, provisto de un<br />

piano de cola. En el enorme salón principal arde un fuego de leña. Por Dios… la suite<br />

es más grande que mi apartamento.<br />

—Bueno, señora Taylor, no sé usted, pero yo necesito una copa —murmura<br />

Christian mientras se asegura de cerrar la puerta.<br />

Deja mi maleta y su bolsa sobre la otomana, a los pies de la gigantesca<br />

cama de matrimonio con dosel, y me lleva de la mano hasta el gran salón, donde brilla<br />

el fuego de la chimenea. La imagen resulta de lo más acogedora. Me acerco y me<br />

caliento las manos mientras Christian prepara bebidas para ambos.<br />

—¿Armañac?<br />

—Por favor.<br />

Al cabo de un momento se reúne conmigo junto al fuego y me ofrece una<br />

copa de brandy.<br />

—Menudo día, ¿eh?<br />

Asiento y sus ojos me miran penetrantes, preocupados.<br />

—Estoy bien —susurro para tranquilizarle—. ¿Y tú?<br />

—Bueno, ahora mismo me gustaría beberme esto y luego, si no estás<br />

demasiado cansada, llevarte a la cama y perderme en ti.<br />

—Me parece que eso podremos arreglarlo, señor Taylor —le sonrío<br />

tímidamente, mientras él se quita los zapatos y los calcetines.<br />

—Señora Taylor, deje de morderse el labio —susurra.<br />

Bebo un sorbo de armañac, ruborizada. Es delicioso y se desliza por mi<br />

garganta dejando una sedosa y caliente estela. Cuando levanto la vista, Christian está<br />

bebiendo un sorbo de brandy y mirándome con ojos oscuros, hambrientos.<br />

—Nunca dejas de sorprenderme, Anastasia. Después de un día como el de<br />

hoy… o más bien ayer, no lloriqueas ni sales corriendo despavorida. Me tienes<br />

alucinado. Eres realmente fuerte.<br />

—Tú eres el motivo fundamental de que me quede —murmuro—. Ya te lo<br />

dije, Christian, no me importa lo que hayas hecho, no pienso irme a ninguna parte. Ya<br />

sabes lo que siento por ti.<br />

Tuerce la boca como si dudara de mis palabras, y arquea una ceja como si

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!