24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de ginebra y se ha incorporado muy erguida en su butaca, mirándome horrorizada.<br />

Christian vacila y su boca se convierte en una fina línea.<br />

—Hablamos, y luego la bañé. —Su voz suena ronca, y, al ver que no<br />

reacciono, se apresura a continuar—: Y la vestí con ropa tuya. Espero que no te<br />

importe. Pero es que estaba mugrienta.<br />

Por Dios santo. ¿La bañó?<br />

Qué gesto tan extraño e inapropiado… La cabeza me da vueltas y miro<br />

fijamente los macarrones que no me he comido. Y ahora esa imagen me produce<br />

náuseas.<br />

Intenta racionalizarlo, me aconseja mi subconsciente. Aunque la parte<br />

serena e intelectual de mi cerebro sabe que lo hizo simplemente porque estaba sucia,<br />

me resulta demasiado duro. Mi ser frágil y celoso no es capaz de soportarlo.<br />

De pronto tengo ganas de llorar: no de sucumbir a ese llanto de damisela<br />

que surca con decoro mis mejillas, sino a ese otro que aúlla a la luna. Inspiro<br />

profundamente para reprimir el impulso, pero esas lágrimas y esos sollozos reprimidos<br />

me arden en la garganta.<br />

—No podía hacer otra cosa, Ana —dice él en voz baja.<br />

—¿Todavía sientes algo por ella?<br />

—¡No! —contesta horrorizado, y cierra los ojos con expresión de angustia.<br />

Yo aparto la mirada y la bajo otra vez a mi nauseabunda comida. No soy<br />

capaz de mirarle.<br />

—Verla así… tan distinta, tan destrozada. La atendí, como habría hecho con<br />

cualquier otra persona.<br />

Se encoge de hombros como para librarse de un recuerdo desagradable.<br />

Vaya, ¿y encima espera que le compadezca?<br />

—Ana, mírame.<br />

No puedo. Sé que si lo hago, me echaré a llorar. No puedo digerir todo<br />

esto. Soy como un depósito rebosante de gasolina, lleno, desbordado. Ya no hay<br />

espacio para más. Sencillamente no puedo soportar más toda esta angustia. Si lo<br />

intento, arderé y explotaré y será muy desagradable. ¡Dios!<br />

La imagen aparece en mi mente: Christian ocupándose de un modo tan<br />

íntimo de su antigua sumisa. Bañándola, por Dios santo… desnuda. Un estremecimiento<br />

de dolor recorre mi cuerpo.<br />

—Ana.<br />

—¿Qué?<br />

—No pienses en eso. No significa nada. Fue como cuidar de un niño, un<br />

niño herido, destrozado —musita.<br />

¿Qué demonios sabrá él de cuidar niños? Esa era una mujer con la que tuvo<br />

una relación sexual devastadora y perversa.<br />

Ay, esto duele… Respiro firme y profundamente. O tal vez se refiera a sí

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!