24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Christian parpadea y me mira, incrédulo.<br />

—Así que toda la noche de ayer, mientras yo te suplicaba una respuesta,<br />

¿ya me la habías dado?<br />

Parece consternado. Yo vuelvo a asentir e intento desesperadamente<br />

evaluar su reacción. Él se me queda mirando, estupefacto, atónito, pero entonces<br />

entorna los ojos y en su boca se dibuja un amago de ironía.<br />

—Toda esa preocupación… —susurra en un tono inquietante. Yo le sonrío<br />

y me encojo de hombros otra vez—. Oh, no intente hacerse la niña ingenua conmigo,<br />

señorita Steele. Ahora mismo, tengo ganas de…<br />

Se pasa la mano por el pelo, y luego menea la cabeza y cambia de táctica.<br />

—No puedo creer que me dejaras con la duda.<br />

Su voz susurrante está teñida de incredulidad. Su expresión cambia<br />

levemente, sus ojos brillan perversos y aparece su sonrisa sensual.<br />

Santo cielo. Me estremezco por dentro. ¿En qué está pensando?<br />

—Creo que esto se merece algún tipo de retribución, señorita Steele —dice<br />

en voz baja.<br />

¿Retribución? ¡Oh, no! Sé que está jugando… pero aun así retrocedo un<br />

poco con cautela.<br />

Christian sonríe.<br />

—¿Así que ese es el juego? —susurra—. Porque te tengo en mis manos. —<br />

Y sus ojos arden intensos, juguetones—. Y además te estás mordiendo el labio —<br />

añade amenazador.<br />

Siento cómo todas mis entrañas se contraen súbitamente. Oh, Dios. Mi<br />

futuro marido quiere jugar. Retrocedo un paso más, y luego me doy la vuelta para tratar<br />

de huir, pero es en vano. Christian me agarra con un rápido movimiento y yo grito de<br />

placer, sorprendida y sobresaltada. Me carga sobre su hombro y echa a andar por el<br />

pasillo.<br />

—¡Christian! —siseo, consciente de que José está arriba, aunque no creo<br />

que pueda oírnos.<br />

Intento tranquilizarme dándole palmaditas en la parte baja de la espalda, y<br />

de pronto, con un valeroso impulso irrefrenable, le doy un cachete en el trasero. Él me<br />

lo devuelve inmediatamente.<br />

—¡Ay! —chillo.<br />

—Hora de ducharse —declara triunfante.<br />

—¡Bájame!<br />

Me esfuerzo por parecer enfadada, pero fracaso. Es una lucha fútil, él me<br />

sujeta firmemente los muslos con el brazo, y por la razón que sea no puedo parar de<br />

reír.<br />

—¿Les tienes mucho cariño a estos zapatos? —pregunta con ironía,<br />

mientras abre la puerta del baño de su dormitorio.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!