24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La expectación carnal entre ambos no para de crecer. Él es muy bueno en<br />

eso. En hacerme esperar. En preparar la situación. Entre bocados, coloca la mano<br />

sobre su muslo, muy cerca de la mía, pero sin tocarme, solo para incitarme más.<br />

¡Cabrón! Por fin me termino la comida y dejo el tenedor y el cuchillo en el<br />

plato.<br />

—Buena chica —murmura, y esas dos palabras suenan muy prometedoras.<br />

Le miro con el ceño fruncido.<br />

—¿Ahora qué? —pregunto con un pellizco de deseo en el vientre.<br />

Oh, cómo ansío a este hombre.<br />

—¿Ahora? Nos vamos. Creo que tiene usted ciertas expectativas, señorita<br />

Steele. Las cuales voy a intentar complacer lo mejor que sé.<br />

¡Uau!<br />

—¿Lo… mejor… que sabes? —balbuceo.<br />

Dios santo.<br />

Él sonríe y se pone de pie.<br />

—¿No hemos de pagar? —pregunto, sin aliento.<br />

Él ladea la cabeza.<br />

—Soy miembro de este club, ya me mandarán la factura. Vamos, Anastasia,<br />

tú primero. —Se hace a un lado y yo me levanto para salir, consciente de que no llevo<br />

bragas.<br />

Él me contempla con su turbia e intensa mirada, como si me desnudara, y yo<br />

me regodeo en resultarle sensual. Este hombre guapísimo me desea: eso hace que me<br />

sienta tan sexy… ¿Disfrutaré siempre tanto con esto? Me paro deliberadamente delante<br />

de él y me aliso el vestido por encima de los muslos.<br />

Christian me susurra al oído:<br />

—Estoy impaciente por llegar a casa.<br />

Pero sigue sin tocarme.<br />

Al salir le murmura algo sobre el coche al jefe de sala, pero yo no estoy<br />

escuchando; la diosa que llevo dentro arde de expectación. Dios, podría iluminar todo<br />

Seattle.<br />

Mientras esperamos el ascensor, se unen a nosotros dos parejas de mediana<br />

edad. Cuando se abren las puertas, Christian me coge del codo y me lleva hasta el<br />

fondo. Yo echo un vistazo alrededor: estamos rodeados de espejos negros con los<br />

vidrios ahumados. Cuando entran las otras parejas, un hombre con un traje marrón muy<br />

poco favorecedor saluda a Christian.<br />

—Grey —asiente educadamente.<br />

Christian le devuelve el saludo, pero sin decir nada.<br />

Las parejas se sitúan delante de nosotros de cara a las puertas del ascensor.<br />

Es obvio que son amigos: las mujeres charlan en voz alta, animadas y alborotadas<br />

después de la cena. Me parece que están un poco achispadas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!