24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Cuando se cierran las puertas, Christian se agacha un momento a mi lado<br />

para anudarse el zapato. Qué raro: no lo tiene desatado. Discretamente me pone una<br />

mano sobre el tobillo, sobresaltándome, y cuando se levanta hace que esa mano<br />

ascienda rápidamente por mi pierna, deslizándola de un modo delicioso sobre mi piel<br />

—uau— hasta arriba. Y cuando la mano llega a mi trasero, tengo que reprimir un jadeo<br />

de sorpresa. Christian se coloca detrás de mí.<br />

Ay, Dios. Me quedo boquiabierta mirando a las personas que tenemos<br />

delante, contemplando la parte de atrás de sus cabezas. Ellos no tienen ni idea de lo<br />

que estamos a punto de hacer. Christian me rodea la cintura con el brazo libre,<br />

colocándome en posición mientras sus dedos, me exploran. ¡Madre mía…!, ¿aquí? El<br />

ascensor baja con suavidad y se para en el piso cincuenta y tres para que entre más<br />

gente, pero yo no presto atención. Estoy concentrada en cada movimiento que hacen sus<br />

dedos. Primero en círculo… y luego avanzando, buscando, mientras nos ponemos en<br />

marcha otra vez.<br />

Cuando sus dedos alcanzan su objetivo, reprimo otra vez un jadeo. Me<br />

retuerzo y gimo. ¿Cómo puede hacer esto con toda esa gente aquí?<br />

—Estate quieta y callada —me advierte, susurrándome al oído.<br />

Estoy acalorada, ardiente, anhelante, atrapada en un ascensor con siete<br />

personas, seis de ellas ajenas a lo que ocurre en el rincón. Desliza el dedo dentro y<br />

fuera de mí, una y otra vez. Mi respiración… Dios, resulta tan embarazoso. Quiero<br />

decirle que pare… y que continúe… que pare. Y me arqueo contra él, y él tensa el<br />

brazo que me rodea, y siento su erección contra mi cadera.<br />

Nos paramos en el piso cuarenta y cuatro. ¿Oh… cuánto va a durar esta<br />

tortura? Dentro… fuera… dentro… fuera. Sutilmente, me aferro a su dedo persistente.<br />

¡Después de todo este tiempo sin tocarme, escoge hacerlo ahora! ¡Aquí! Y eso me hace<br />

sentir tan… lujuriosa.<br />

—Chsss —musita él, con aparente indiferencia cuando entran dos personas<br />

más.<br />

El ascensor empieza estar abarrotado. Christian nos desplaza a ambos más<br />

al fondo, de modo que ahora estamos apretujados contra el rincón; me coloca en<br />

posición y sigue torturándome. Hunde la nariz en mi cabello. Si alguien se molestara en<br />

darse la vuelta y viera lo que estamos haciendo, estoy segura de que nos tomaría por<br />

una joven pareja de enamorados haciéndose arrumacos… Y entonces desliza un<br />

segundo dedo en mi interior.<br />

¡Ah! Gimo, y agradezco que el grupo de gente que tenemos delante siga<br />

charlando, totalmente ajeno.<br />

Oh, Christian, qué estás haciendo conmigo… Apoyo la cabeza en su pecho,<br />

cierro los ojos y me rindo a sus dedos implacables.<br />

—No te corras —susurra—. Eso lo quiero para después.<br />

Pone la mano abierta sobre mi vientre, aprieta ligeramente, y sigue con su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!