24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

2<br />

Me lleva a un restaurante pequeño e íntimo.<br />

—Habrá que conformarse con este sitio —refunfuña Christian—. Tenemos<br />

poco tiempo.<br />

A mí el local me parece bien. Sillas de madera, manteles de lino y paredes<br />

del mismo color que el cuarto de juegos de Christian —rojo sangre intenso—, con<br />

espejitos dorados colocados arbitrariamente, velas blancas y jarroncitos con rosas<br />

blancas. Ella Fitzgerald se oye bajito de fondo, cantándole a esa cosa llamada amor.<br />

Es muy romántico.<br />

El camarero nos conduce a una mesa para dos en un pequeño reservado, y<br />

yo me siento, con aprensión, preguntándome qué va a decir.<br />

—No tenemos mucho tiempo —le dice Christian al camarero cuando nos<br />

sentamos—, así que los dos tomaremos un solomillo al punto, con salsa bearnesa si<br />

tienen, con patatas fritas y verduras, lo que tenga el chef; y tráigame la carta de vinos.<br />

—Ahora mismo, señor.<br />

El camarero, sorprendido por la fría y tranquila eficiencia de Christian,<br />

desaparece. Christian pone su BlackBerry sobre la mesa. Madre mía, ¿es que no puedo<br />

escoger?<br />

—¿Y si a mí no me gusta el solomillo?<br />

Suspira.<br />

—No empieces, Anastasia.<br />

—No soy una niña pequeña, Christian.<br />

—Pues deja de actuar como si lo fueras.<br />

Es como si me hubiera abofeteado. Le miro y pestañeo. De modo que será<br />

así, una conversación agitada, tensa, aunque en un escenario muy romántico, pero sin<br />

flores ni corazones, eso seguro.<br />

—¿Soy una cría porque no me gusta el solomillo? —murmuro, intentando<br />

ocultar que estoy dolida.<br />

—Por ponerme celoso aposta. Es infantil hacer eso. ¿Tan poco te importan<br />

los sentimientos de tu amigo como para manipularle de esa manera?<br />

Christian aprieta los labios, que se convierten en una fina línea, y frunce el<br />

ceño mientras el camarero vuelve con la carta de vinos.<br />

Me ruborizo. No había pensado en eso. Pobre José… Desde luego, no<br />

quiero darle esperanzas. De repente me siento avergonzada. Christian tiene parte de<br />

razón: fue muy desconsiderado hacer eso. Examina la carta de vinos.<br />

—¿Te gustaría escoger el vino? —pregunta y arquea las cejas, expectante,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!