24.06.2015 Views

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

segundo%20libro%20Cincuenta%20sombras%20oscuras

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Salgo con cierta dificultad del coche, limitada por la falda de tubo.<br />

Christian baja con agilidad, cómodo con su cuerpo, o al menos esa es la impresión que<br />

transmite. Mmm… alguien que no puede soportar que le toquen no puede sentirse tan<br />

cómodo con su cuerpo. Frunzo el ceño ante ese pensamiento fugaz.<br />

—No olvides que esta tarde a las siete hemos quedado con el doctor Flynn<br />

—dice, y me tiende la mano.<br />

Cierro la puerta con el mando y se la tomo.<br />

—No me olvidaré. Confeccionaré una lista de preguntas para hacerle.<br />

—¿Preguntas? ¿Sobre mí?<br />

Asiento.<br />

—Yo puedo contestar a cualquier pregunta que tengas sobre mí.<br />

Christian parece ofendido.<br />

Le sonrío.<br />

—Sí, pero yo quiero la opinión objetiva de ese charlatán carísimo.<br />

Frunce el ceño, y de repente me atrae hacia él y me sujeta con fuerza ambas<br />

manos a la espalda.<br />

—¿Seguro que es buena idea? —dice con voz baja y ronca.<br />

Yo me echo hacia atrás y veo la larga sombra de la ansiedad acechando en<br />

sus ojos muy abiertos, y se me desgarra el alma.<br />

—Si no quieres que lo haga, no lo haré.<br />

Le miro y deseo borrar la preocupación de su rostro a base de caricias.<br />

Tiro de una de mis manos y él la suelta. Le toco la mejilla con ternura: el afeitado<br />

matutino la ha dejado muy suave.<br />

—¿Qué te preocupa? —pregunto con voz tranquila y dulce.<br />

—Que me dejes.<br />

—Christian, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? No voy a dejarte. Ya me<br />

has contado lo peor. No te abandonaré.<br />

—Entonces, ¿por qué no me has contestado?<br />

—¿Contestarte? —murmuro con fingida inocencia.<br />

—Ya sabes de qué hablo, Ana.<br />

Suspiro.<br />

—Quiero saber si soy bastante para ti, Christian. Nada más.<br />

—¿Y mi palabra no te basta? —dice exasperado, y me suelta.<br />

—Christian, todo esto ha sido muy rápido. Y tú mismo lo has reconocido,<br />

estás destrozado de cincuenta mil formas distintas. Yo no puedo darte lo que necesitas<br />

—musito—. Eso no es para mí, sobre todo después de haberte visto con Leila. ¿Quién<br />

dice que un día no conocerás a alguien a quien le guste hacer lo que tú haces? ¿Y quién<br />

dice que tú no… ya sabes… te enamorarás de ella? De alguien que se ajuste mucho<br />

mejor a tus necesidades.<br />

Pensar en Christian con otra persona me pone enferma. Bajo la mirada a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!