MANUAL DE MERAP - CARE Climate Change

HERRAMIENTA 3:
VISIÓN DE ADAPTACIÓN PARA EL
AUTO-MONITOREO Y LA EVALUACIÓN
Esta herramienta permite que las comunidades utilicen su visión de alta capacidad adaptiva para informar la planificación
de la adaptación. Se pueden generar categorías generales, por ejemplo, a partir del recién elaborado Marco de
capacidad de adaptación (CAL), del ACCRA. 49 Dada la variabilidad en los efectos del cambio climático y los contextos
locales, los indicadores significativos de capacidad adaptiva muchas veces sólo puede ser identificados y medidos de
forma local. Esta herramienta permite que los procesos estén en las manos de las comunidades que están desarrollando
e implementando planes de adaptación. En vez de identificar indicadores desde un enfoque de vulnerabilidad,
esta herramienta funciona al revés, desde las visiones de alta capacidad adaptiva, y por lo tanto suele proporcionar un
conjunto más completo de indicadores. Una primera evaluación por parte del grupo en base a sus propios indicadores
sirve de punto de referencia. Las evaluaciones subsiguientes llevan a conversaciones sobre los logros del grupo, si
se han cumplido las metas propuestas por ellos mismos, y las prioridades para la próxima ronda de planificación
adaptiva.
PASO 1: Tras haber usado otras herramientas para explorar los impactos del cambio climático, la vulnerabilidad
local y los mecanismos de respuestas existentes, el grupo desarrolla una visión a futuro de entre 10 y 20 años. Los
grupos imaginan cómo se verá la alta capacidad adaptiva en sus hogares y en su comunidad. Los individuos aportan
sus ideas y las dibujan en tarjetas, las cuales se compilan para formar una visión colectiva. Estos se convierten
en los criterios (o indicadores) contra los cuales la comunidad y otras partes afectadas evalúan la eficacia de los
esfuerzos adaptivos. Si los indicadores se representan con dibujos, se pueden incluir plenamente a los miembros
menos alfabetizados. La conversación durante este proceso aclara percepciones y permite un acuerdo común, lo cual
es necesario para la evaluación posterior.
PASO 2: Los indicadores normalmente se pasan a una matriz que se evalúa con una escala de cuatro puntos. La
escala se puede organizar por fases lunares, donde la luna nueva representa el comienzo y la luna llena representa
una situación que ha logrado su potencial. La evaluación del estatus actual estimula de forma eficaz la discusión y
proporciona un punto de referencia para las metas de la próxima ronda de planificación. Los indicadores se pueden
organizar por prioridades de amenazas climáticas y disponibilidad de recursos.
Si el proceso comienza con grupos pequeños que comparten intereses, los indicadores y la evaluación del estatus de
todos los grupos se combinan después en una reunión mayor con la comunidad para continuar el diálogo. Entonces
se revisan los indicadores para asegurar que no haya ni omisiones ni repeticiones. Algunos se cuantifican o se pulen
para hacerlos menos ambiguos y más sensibles al cambio. Las organizaciones comunitarias pueden llevar a cabo su
auto-monitoreo de forma más rápida y menos incluyente por medio de una reunión de representantes de cada pueblo
o grupo de interés y después dar retroalimentación en una asamblea. Esto también se puede dar al nivel de redes y
comités locales.
PASO 3: Periódicamente (normalmente cada 6 meses o de forma anual), los grupos se monitorean contra
estos indicadores y vuelven a establecer sus prioridades, planes y actividades. Los indicadores y el proceso pueden
evolucionar con el tiempo para responder a las condiciones cambiantes y a las prioridades locales.
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