4. Uno <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong> excelencia científica internacionales se basa en elnúmero <strong>de</strong> Premios Nobel obtenidos. En este punto estamos muy por <strong>de</strong>bajo<strong>de</strong> países con menores rendimientos científicos.5. La universidad española, principal agente generador <strong>de</strong> ciencia en España, sehalla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace unos 10 años inmersa en un cambio <strong>de</strong> gobernanza que noacaba <strong>de</strong> consolidarse, seguramente como resultado <strong>de</strong> una <strong>de</strong>ficiente yanticuada metodología <strong>de</strong> financiación.6. Los fondos <strong>de</strong>dicados a la ciencia en nuestro país, una vez segregados losfondos <strong>de</strong>stinados a la industria militar y aquellos <strong>de</strong>dicados a la generación <strong>de</strong>conocimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sector público (poco apropiados hasta a fecha, comoson los créditos reembolsables -capítulo 8-), son claramente insuficientes paraasumir los retos en nuevas tecnologías.7. Dado que gran parte <strong>de</strong> los retos <strong>de</strong> futuro se asentarán en la frontera entre losdistintos ámbitos <strong>de</strong> conocimiento, la escasez multidisciplinaria <strong>de</strong> nuestrainvestigación es una <strong>de</strong>bilidad que <strong>de</strong>bería abordarse seriamente. Un primernivel <strong>de</strong> aplicabilidad <strong>de</strong> esta interdisciplinariedad se podría hallar en el diseño<strong>de</strong> los centros <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> excelencia, siempre y cuando éstos así se loplanteasen.En la década <strong>de</strong> los 90, docencia e investigación se complementaban en unmo<strong><strong>de</strong>l</strong>o clásico <strong>de</strong> universidad. Hoy se busca complementar la investigación conlas activida<strong>de</strong>s que generen un retorno económico y social; aunque,<strong>de</strong>safortunadamente, sólo una minoría <strong>de</strong> los actores que conforman lasinstituciones universitarias españolas se i<strong>de</strong>ntifican con la cultura empren<strong>de</strong>dora.El mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> universidad empren<strong>de</strong>dora lo <strong>de</strong>fendía ya en las década <strong>de</strong> los 90Henry Etzkowitz en su artículo “El auge <strong>de</strong> la universidad empren<strong>de</strong>dora” 22 .Asimismo, las interacciones entre empresa y universidad y un análisis <strong>de</strong> lasbarreras existentes se recogen excelentemente en el Lambert Review 23 , estudioencargado a Sir Lambert por el Gobierno <strong>de</strong> Gran Bretaña. Éste, a su vez, emiterecomendaciones que incluyen cambios estratégicos en la gobernanza <strong>de</strong> lasuniversida<strong>de</strong>s.Más recientemente, se ha publicado un compendio <strong>de</strong> aportaciones <strong>de</strong> diferentesgestores y responsables <strong>de</strong> transferencia <strong>de</strong> tecnología <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s22Etzkowitz, H., “The norms of entrepreneurial science: cognitive effects of the new university-industry linkages”,Research Policy 27, 823-833 (1998).23Lambert Review of Business-University Collaboration, HM Treasury, UK Government, 2003.31
catalanas que han <strong>de</strong>tectado, en relación a otros países, una consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>n temas como la creación <strong>de</strong> empresas <strong>de</strong> base tecnológica, en general, y <strong><strong>de</strong>l</strong>ámbito <strong>de</strong> la biotecnología y las biociencias en particular, consecuencia <strong>de</strong> la pocao nula interacción que ha existido entre ambos actores en el pasado 24 .Las reglas <strong>de</strong> juego necesarias para <strong>de</strong>splegar una investigación, básica oaplicada, vinculada a los procesos <strong>de</strong> innovación tecnológica y, por lo general, alas <strong>necesida<strong>de</strong>s</strong> socioeconómicas, no son las mismas que las que rigen unainvestigación orientada a la publicación y al estricto progreso <strong><strong>de</strong>l</strong> conocimiento.La universidad y también muchos OPI están habituadas a estas últimas. La“libertad <strong>de</strong> investigación” y el “mérito científico” constituyen dos <strong>de</strong> las reglasmás significativas <strong>de</strong> este mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o 25 .Aunque se <strong>de</strong>ben mantener las condiciones para que esta manera <strong>de</strong> operar sigaexistiendo, es preciso abrir otras posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> funcionamiento quecomprendan otras activida<strong>de</strong>s clave a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> conocimientos.Posibilida<strong>de</strong>s que permitan: más planificación, más or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> recursos, unamayor prioridad y orientación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> conocimiento, más implicaciónen los procesos <strong>de</strong> innovación tecnológica,…. En <strong>de</strong>finitiva, más ejercicio <strong>de</strong> ladirección estratégica y operativa.X. Los obstáculos a estos criterios <strong>de</strong> funcionamiento provienen <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong>gobernanza <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s 26 , <strong>de</strong>bido, a que se carece <strong>de</strong> una cultura <strong>de</strong>rendición <strong>de</strong> cuentas, empezando por la posición <strong>de</strong> mayor responsabilidad yterminando por la <strong>de</strong> menos. A<strong>de</strong>más, la reciente legislación universitaria no haresuelto este tema y mantiene el electoralismo, la protección a la autonomíapersonal y el carácter funcionarial <strong>de</strong> la actividad docente e investigadora. Si bienhabrá que ir modificando la legislación general y aprovechando los <strong>de</strong>sarrolloslegislativos pendientes para avanzar hacia esta mayor gobernanza, sí parece quees posible aprovechar mejor las oportunida<strong>de</strong>s que la situación vigente permite.Es factible una medición <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> I+D y una financiación (o dotación <strong>de</strong>espacios, personal <strong>de</strong> apoyo…) por objetivos alcanzados. Es posible una mayorestructuración <strong>de</strong> la investigación en sus distintos niveles <strong>de</strong> Grupos e Institutos<strong>de</strong> investigación y una regulación interna <strong>de</strong> estas estructuras en las universida<strong>de</strong>sque “integre” y no sólo “fe<strong>de</strong>re” recursos humanos y materiales.24DEUSTO, “La nueva universidad: la universidad empren<strong>de</strong>dora”, Iniciativa Empren<strong>de</strong>dora nº 41, 2003, Edicióncoordinada per J. Valls i P. Condom, con la colaboración <strong>de</strong> IESE Business School.25La investigación se rige, orienta y organiza <strong>de</strong> acuerdo a criterios e iniciativas establecidos por el investigador <strong>de</strong>forma autónoma, con una total <strong>de</strong>jación <strong>de</strong> responsabilidad institucional en cuanto a objetivos y estrategias en lagestión <strong>de</strong> un recurso que representa ya, en muchos casos, mas <strong><strong>de</strong>l</strong> 35% <strong><strong>de</strong>l</strong> gasto presupuestario <strong>de</strong> la instituciónuniversitaria.26EIRMA, PROTON, EARTO, EUA (2004) “Effective Collaborative R&D and Knowledge Transfer. ConferenceReport”.32