Consi<strong>de</strong>raciones generales· El gasto <strong>de</strong> las empresas en I+D es, en general, muy bajo como resultado <strong>de</strong>seguir una estrategia competitiva fundamentada en bajos costes yocasionalmente en compras <strong>de</strong> tecnología.· El entendimiento entre las empresas con las universida<strong>de</strong>s y OPI es bajo por ladiferente cultura y objetivos <strong>de</strong> ambas partes.· El nivel <strong>de</strong> productividad <strong>de</strong> las empresas españolas en 2002 fue <strong><strong>de</strong>l</strong> 73,9%(UE15=100) inferior a la productividad <strong>de</strong> 1995 (75,63%). Se observa unapérdida <strong>de</strong> productividad generalizada en el período 1995-2002: Cataluña –3,1;País Vasco –2,05; Comunidad <strong>de</strong> Madrid –1,40.· El cambio <strong>de</strong> estructura productiva en España hacia sectores <strong>de</strong> mayor niveltecnológico y <strong>de</strong> productividad y <strong>de</strong>manda altas ha sido excesivamente lentoen el período 1995-2002. A<strong>de</strong>más, en el conjunto <strong><strong>de</strong>l</strong> país se ha observado untipo <strong>de</strong> crecimiento extensivo más fundamentado en el aumento <strong>de</strong> laocupación que no en el aumento <strong>de</strong> la productividad.· Las entida<strong>de</strong>s financieras confían poco en la I+D que se lleva a cabo, noexistiendo suficiente capital riesgo para la creación <strong>de</strong> nuevas empresas <strong>de</strong>base tecnológica.· Debido a todo ello, el número <strong>de</strong> investigadores en el 2001 por cada 1000trabajadores ocupados en empresas españolas representaba un 1,6, mientrasque la mediana europea se situaba en 4,3.La implantación <strong>de</strong> políticas encaminadas a la mejora <strong>de</strong> la innovacióntecnológica y especialmente al aumento <strong>de</strong> la productividad <strong>de</strong> la economía sebasa en un conjunto <strong>de</strong> elementos entre los que cabe <strong>de</strong>stacar la importancia <strong>de</strong> laformación, el aumento <strong><strong>de</strong>l</strong> gasto en I+D, especialmente en el sector privado, elimpulso <strong>de</strong> políticas industriales sectoriales y <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> alta tecnología y lapotenciación <strong>de</strong> la transferencia <strong>de</strong> conocimiento y <strong>de</strong> la difusión <strong>de</strong> nuevastecnologías especialmente dirigida a las PYME. La creciente <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>servicios proce<strong>de</strong>ntes no solo <strong>de</strong> la industria, sino también <strong>de</strong> la sociedad, hacontribuido a su crecimiento, cifrado en el 2000 en un 48,3% <strong><strong>de</strong>l</strong> PIB (UE-15).Esta mayor <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> los servicios mediante un proceso generalizado <strong>de</strong>externalización, ha dado lugar a la proliferación <strong>de</strong> nuevas empresas innovadoras<strong>de</strong> base tecnológica (spin-off o start-up).En España, a pesar <strong>de</strong> la limitaciones legislativas ya apuntadas en el apartado 3.2.<strong>de</strong> este informe, (básicamente las relativas a la incompatibilidad <strong><strong>de</strong>l</strong> personal al61
servicio <strong>de</strong> las Administraciones Públicas según la ley 53/1984), en 2002 secrearon 65 empresas spin-off y start-up (RedOTRI, 2003). La creación <strong>de</strong> spinoffpue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como un factor clave para la necesaria renovación <strong><strong>de</strong>l</strong>tejido en <strong>de</strong>terminados sectores empresariales. Por una parte, <strong>de</strong>be fomentarse laaparición <strong>de</strong> un mayor número <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> iniciativas. Por otra, una vez que secrea una spin-off, <strong>de</strong>be ser suficientemente apoyada para que llegue a <strong>de</strong>mostrar supotencial. Para lograr más spin-off sería <strong>de</strong>seable la implicación <strong>de</strong> las empresas ensu creación en un mayor grado. Una vez creadas, la principal barrera que se <strong>de</strong>tectaes la financiación <strong>de</strong> las mismas, siendo una fórmula muy válida la <strong>de</strong> los fondos<strong>de</strong> capital riesgo. Estos fondos tienen en España un menor <strong>de</strong>sarrollo que en otrospaíses, no alcanzando el 0,002 % <strong><strong>de</strong>l</strong> PIB en 2002 (European Commision, 2003) adiferencia <strong>de</strong> otros países, mucho más cercanos al 0,1 %. Para lograr una mayorafluencia <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> capital, se i<strong>de</strong>ntifican varias claves. La primera <strong>de</strong> ellas,la necesidad <strong>de</strong> establecer un horizonte temporal en el que la spin-off <strong>de</strong>muestre supotencial o bien sea abandonada; es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>ben fijarse plazos máximos <strong>de</strong>recorrido <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> iniciativas. La segunda clave se refiere a disponer <strong>de</strong> unmercado tecnológico secundario. Para ello, <strong>de</strong>berían superarse dos barreras: labarrera fiscal y la barrera <strong>de</strong> liqui<strong>de</strong>z. En relación con la primera, la situaciónidónea sugiere que la fiscalidad sea <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo or<strong>de</strong>n que la <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong>capital-riesgo. En cuanto a la liqui<strong>de</strong>z, sería necesario disponer <strong>de</strong> “cuidadores <strong><strong>de</strong>l</strong>mercado”; esto es, bancos que la garantizasen.Un factor importante es el relativo a la percepción por parte <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong> lasbarreras en la colaboración con el sistema público <strong>de</strong> investigación:· En la empresa, la I+D se orienta necesariamente a resultados, esto es, seorienta al mercado, mientras que la I+D en el ámbito público se orienta a losfactores <strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> las carreras investigadoras. Ello significa, muyfrecuentemente, una <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> competencias por parte <strong>de</strong> la empresa quepue<strong>de</strong> tener difícil cabida en el ámbito universitario.· Dificultad <strong>de</strong> transmisión hacia el mundo universitario <strong>de</strong> la realidad y <strong><strong>de</strong>l</strong>entorno <strong>de</strong> la empresa que motivan en cada caso los proyectos <strong>de</strong> innovacióny, <strong>de</strong> cómo enlazan éstos con la propia actividad productiva, lo que a vecessupone la ausencia <strong>de</strong> una correcta orientación <strong>de</strong> las propuestas <strong>de</strong> los grupos<strong>de</strong> investigadores ante un tema o problema concreto.· Dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> los investigadores en la cultura <strong>de</strong> la empresa yen la manera en que ésta entien<strong>de</strong> el grado <strong>de</strong> compromiso requerido para quelos proyectos <strong>de</strong> colaboración traten <strong>de</strong> ser cumplidos en costes, plazos yobjetivos.· Necesidad <strong>de</strong> confi<strong>de</strong>ncialidad en los proyectos <strong>de</strong> colaboración <strong>de</strong> acuerdocon los planes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y lanzamiento previstos por las empresas, frente a62