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psicología social: perspectivas y aportaciones hacia un mundo posible

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Rasgos de personalidad para <strong>posible</strong>s perfiles de secuestradores191Se sabe que el individuo adopta comportamientos violentos para protegerse y controlar lasituación que lo rodea, así como para sentirse adaptado a su medio o para adaptar su medio a él(Uribe, 1998).La situación socioeconómica de nuestro país, la facilidad con la cual se puede salir bien libradode la acción p<strong>un</strong>itiva de las autoridades, la forma tan sencilla con que se obtienen recursoseconómicos por medio del secuestro, sin olvidar las situaciones que se viven en medios como losanteriormente descritos, son todos factores que indicen en que los potenciales secuestradores noduden en tomar el camino delictivo:Le pedí que hiciera otra cosa, que no nos pusiera en riesgo, que vendiéramos alg<strong>un</strong>as propiedades y pusiéramos<strong>un</strong> negocio, pero me contestó: “Yo no sé hacer nada bien, lo único que sé es portarme mal”. Estoes según la señora María de Lourdes Arias, esposa de Arizmendi, y si a esto a<strong>un</strong>amos que en sólo dos añoscomo secuestrador, a Arizmendi (El Mochaorejas) cuando es capturado le contabilizan 4.7 millones de dólares,25 casas, 43 millones de pesos hallados en <strong>un</strong>a caja de su residencia de Cuernavaca, 601 centenarios, y 50pres<strong>un</strong>tas victimas reclaman ante la PGR 33 millones 930 mil 330 pesos (Monsiváis, 1998).Lo anterior puede ser corroborado con la siguiente cita: “Ante la pasividad y a veces complicidad delas autoridades locales y federales, el secuestro en México se ha incrementado y sofisticado durantelos últimos años, de modo tal que ahora significa <strong>un</strong> problema de seguridad nacional semejante alnarcotráfico para ciertos sectores socioeconómicos de la población (Consultores Exprofesos, 1999).El impacto <strong>social</strong> y psicológico del secuestro es mayúsculo. La conducta del secuestrador repercutepsíquica y moralmente, pues se manifiesta en crueldad <strong>hacia</strong> las víctimas: amenazas, golpes,sometimiento y violencia extrema. Las características y consecuencias de este delito representan <strong>un</strong>aamenaza para la estabilidad de la sociedad y, en general, de nuestro país.En 1999 México ocupaba el tercer lugar en este ilícito, sólo detrás de Colombia y Brasil, y lascifras se incrementan debido a la facilidad con que se ejecuta este delito y a las sustanciosas gananciasque reditúa (Consultores Exprofesos, 1999).En el estudio de los rasgos de personalidad del sujeto se relacionan la personalidad y la conductacon el delito, para comprender el nexo que se da entre el delincuente, su personalidad y el actode secuestrar. Con esto se propone que se aborden futuras investigaciones en esta área para definirlos perfiles de los secuestradores mexicanos, pues si bien es sabido que ya existen en general,corresponden a sujetos de otras partes del m<strong>un</strong>do, cuyo proceder en ocasiones obedece a razonesdiversas de las que se registran en México. Además, desde el momento en que se trata de culturasdiferentes, la forma de operar cambia, así como los pensamientos.La valoración, diagnóstico y conocimiento de las características de personalidad de grupos dedelincuentes peligrosos es <strong>un</strong> tema del mayor interés desde todos los p<strong>un</strong>tos de vista, pues se tratade <strong>un</strong> problema cuya correcta solución está destinada a influir decisivamente en el desarrollo dela política criminal para la individualización de las penas y la aplicación de los medios preventivosy reeducativos, siempre en la búsqueda de que sean cada vez más adecuados y por tanto eficaces(Benigno, 1950).Es necesario reconocer que cuanto más se amplíe y prof<strong>un</strong>dice el estudio de la personalidaddel delincuente, se lograrán mejores resultados, transformables, por ende, en <strong>un</strong> eficaz instrumentopara el progreso <strong>social</strong>.

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